El ayuntamiento avanzó en la limpieza de canales a cielo abierto para reducir el riesgo de inundaciones durante la temporada de lluvias, como en el canal El Águila, ubicado entre las calles Aquiles Serdán y Francisco Sarabia, en la colonia Gil y Sáenz.

Villahermosa enfrenta el riesgo hídrico limpiando sus canales: política de contención territorial

En Tabasco, donde cada lluvia amenaza con volverse desastre, la limpieza de un canal puede significar la diferencia entre la rutina y la evacuación. Esa es la escala de lo pequeño con efectos mayores, el tipo de acción que revela una decisión de gobierno cuando lo pequeño se vuelve político.

Así puede leerse el operativo de limpieza de canales a cielo abierto que la presidenta municipal de Centro, Yolanda Osuna, realizó este fin de semana en la colonia Gil y Sáenz, en el canal “El Águila”.

La escena puede parecer rutinaria: desmonte, recolección de residuos, fotografías en redes. Pero en Villahermosa, donde los canales son parte del sistema de defensa civil no declarado, se trata de algo mayor.

La alcaldesa compartió en redes sociales que con estos trabajos se busca reducir el riesgo de inundaciones durante la temporada de lluvias. Lo cierto es que este tipo de acción, que no figura en las inauguraciones ni en los grandes anuncios, representa una política de prevención territorial.

En una ciudad rodeada por ríos y asentada sobre humedales, los canales a cielo abierto operan como vasos capilares: absorben, drenan, amortiguan.

LA HERENCIA DEL ABANDONO

En 2016, el Ayuntamiento de Centro documentó un inventario urgente: al menos 20 canales críticos requerían limpieza manual inmediata, sumando 5,300 metros lineales de infraestructura colapsada por residuos, sedimentos y vegetación.

El volumen extraído en aquel programa superó los 457 m³ de azolve, equivalente a 948 toneladas. No era un programa nuevo: era una admisión de que el rezago había alcanzado niveles estructurales.

Los datos, ocultos en informes técnicos, muestran más que lodo: muestran negligencia acumulada. Colonias como Gaviotas Norte, Atasta, Miguel Hidalgo, Primero de Mayo o Colonia Águila aparecían en la lista.

Canales como el de Reino Unido o el Ducto Alfonso Vicens revelaban que la infraestructura pluvial estaba cerca de la obsolescencia funcional.

Hoy, la administración de Yolanda Osuna retoma ese pendiente con un enfoque distinto: intervenciones puntuales, de bajo costo y alto impacto, ejecutadas directamente por cuadrillas municipales. La limpieza del canal “El Águila” entre Aquiles Serdán y Francisco Sarabia no es solo desmonte: es una medida de contención territorial.

LOS CANALES: SISTEMA NERVIOSO DE UNA CIUDAD INUNDABLE

No hay documento oficial que los reconozca como tal, pero los canales a cielo abierto funcionan como defensa civil silenciosa. Son el primer filtro ante lluvias torrenciales. Cuando colapsan, todo lo demás llega tarde: bombeo, atención a emergencias, albergues. Por eso el enfoque preventivo, aunque invisible, modifica la escala de riesgo.

El patrón urbano de Villahermosa hace del mantenimiento de canales una obligación constante. En 17 colonias, al menos, se repite el mismo trazo: alta densidad, cercanía a cuerpos de agua, falta de colectores modernos.

El azolve se vuelve cotidiano. Por eso la limpieza manual tiene otra lectura: representa una política de proximidad y resiliencia comunitaria.

YOLANDA OSUNA: ESTRATEGIA DESDE LO LOCAL

En este contexto, la estrategia de la alcaldesa Yolanda Osuna reivindica la operatividad local frente a megaproyectos que tardan años. La limpieza de canales no gana votos, pero salva casas, evita enfermedades y restaura confianza.

Esa es la narrativa que empieza a posicionar su administración: resultados tangibles en zonas donde el Estado suele llegar tarde.

El estilo Osuna, como lo definen sus operadores, evita el protagonismo. Pero no por eso deja de marcar distancia con los rezagos heredados.

A diferencia de otras administraciones, donde la infraestructura pluvial era tema marginal, su gobierno ha optado por visibilizar lo invisible, como los canales o los vasos reguladores. Lo hace con brigadas, fotos a pie de obra, y una consigna reiterada: prevenir es gobernar.

SE RECONSTRUYE CAPACIDAD TERRITORIAL

Este tipo de acciones también se insertan en una narrativa estatal mayor. El gobernador Javier May ha puesto énfasis en recuperar capacidades institucionales y territoriales.

A diferencia del pasado inmediato, donde el gobierno estatal delegaba sin supervisión, hoy hay un acompañamiento interinstitucional visible. La limpieza de canales se articula con programas de alumbrado, reencarpetamiento, y vigilancia.

El resultado es un modelo emergente de gobernanza urbana: rescate desde abajo, sin esperar el gran presupuesto. Una estrategia que, sin ser glamorosa, reduce el riesgo, dignifica el entorno y reconstruye tejido.

Villahermosa no se va a salvar con grandes obras, sino con mil gestos de infraestructura menor. Y ahí, los canales a cielo abierto son clave. La decisión de limpiarlos no es solo logística: es política. Y cuando se ejecuta con estrategia, como lo está haciendo el Ayuntamiento de Centro, el lodo se convierte en herramienta de gobierno.

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