La escritora e historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de AMLO, fijó su residencia en zona exclusiva de Madrid, reportó el diario ABC.

De la crítica histórica al retiro europeo: el viraje de Beatriz Gutiérrez Müller

MADRID.— En la política, como en la vida, los giros son inevitables. El de Beatriz Gutiérrez Müller, escritora e historiadora, no ha pasado desapercibido.

Tras ocupar un lugar singular en la esfera pública mexicana —rechazando la etiqueta de “primera dama”, pero siendo presencia intelectual y política a la par de su esposo, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador—, hoy se abre camino hacia otro escenario: Madrid, España.

La decisión, aún no confirmada oficialmente, fue adelantada por el diario español ABC. Señala que Gutiérrez Müller se habría instalado en La Moraleja, el barrio más exclusivo de la capital ibérica, acompañando a su hijo Jesús Ernesto, quien iniciará estudios en la Universidad Complutense.

La noticia ha encendido el debate: quienes la ven como un gesto contradictorio frente a las críticas al legado de la Conquista, y quienes, con razón, lo entienden como un paso natural en su vida personal y académica.

UNA MUDANZA CON HISTORIA

El traslado no se explica solo por el destino universitario de su hijo. Para Gutiérrez Müller, Madrid representa también una oportunidad de desarrollo intelectual. Nieta de catalanes y castellanos, se acogió a la Ley de Memoria Democrática para solicitar la nacionalidad española, proceso que —según la prensa ibérica— ya habría iniciado desde mayo.

La historiadora, de 56 años, encuentra en España un espacio para prolongar su trayectoria académica, iniciar proyectos literarios y establecer nuevos vínculos culturales.

Lo que para algunos es una contradicción, para otros es una coherencia vital: volver a las raíces familiares, replegarse al terreno de los libros y la investigación, y dar a su hijo la oportunidad de formarse en una de las universidades públicas más prestigiosas de Europa.

LA POLÉMICA INEVITABLE

La mudanza, sin embargo, no llega en blanco. El recuerdo de la carta enviada en 2019 por López Obrador al Rey Felipe VI, solicitando una disculpa por los abusos de la Conquista, sigue vivo.

Se especuló entonces que la pluma detrás de aquel texto era la de Beatriz Gutiérrez Müller. Esa carta abrió una grieta diplomática que marcó el sexenio y aún se siente: en 2022, México “pausó” las relaciones con España, y en 2024 Claudia Sheinbaum no invitó al monarca español a su toma de posesión.

Ahora, la presencia de Gutiérrez Müller en Madrid es leída por algunos como ironía histórica: de exigir disculpas a instalarse en la capital española. Pero sería injusto reducir su mudanza a esa paradoja.

Más que contradicción, es la constancia de un mismo espíritu crítico: habitar el centro del debate cultural y cuestionar la historia desde dentro.

Esta es la nota publicada por el diario de derecha, ABC, con claro sentido sarcástico.

ENTRE LA POLÍTICA Y LA VIDA PRIVADA

El giro vital de la historiadora también refleja un cambio de ciclo político. Mientras López Obrador se retiró a su finca en Palenque, Gutiérrez Müller ha optado por la discreción sin renunciar a su propio camino.

En agosto de 2024, presentó en el Zócalo su libro Feminismo Silencioso, prometiendo un retiro “prudente y silencioso”. La mudanza a Madrid parece la continuación de esa ruta: salir del escenario político para vivir desde el espacio intelectual.

En su papel de presidenta honoraria de la Coordinación de Memoria Histórica, manejó un presupuesto millonario, impulsó proyectos culturales y no estuvo exenta de polémicas.

Sin embargo, su perfil fue siempre distinto al de las esposas presidenciales que la antecedieron. Rechazó el título de primera dama, se reivindicó escritora y académica, y se mostró como figura autónoma.

Su mudanza, entonces, no es renuncia sino afirmación: seguir su propio curso, sin estar definida por la sombra política de su pareja.

LECTURA POLÍTICA

Que la noticia llegue ahora, en el arranque de la presidencia de Sheinbaum, tiene también lecturas políticas. En la superficie, parece un gesto personal. En el fondo, muestra una distancia: el nuevo tiempo político no necesita de la presencia de Gutiérrez Müller en la escena nacional.

Su mudanza funciona como un cierre simbólico de etapa, donde se distinguen los caminos de AMLO y de su esposa, así como la consolidación de un nuevo liderazgo.

La reacción de la presidenta Sheinbaum fue clara: “Está en su derecho”, dijo en mayo. Esa declaración no sólo avala la decisión personal, sino que envía un mensaje político: la Cuarta Transformación ya no depende de figuras accesorias al poder presidencial.

EL TIEMPO DIRÁ

Madrid, con sus calles empedradas y su aire de imperio en reposo, será testigo del nuevo capítulo de Beatriz Gutiérrez Müller. Mientras tanto, en México, su imagen quedará como la de una intelectual que buscó romper moldes, discutir la historia sin concesiones y acompañar un proyecto político sin someterse al rol tradicional.

En medio de las críticas y la ironía, su mudanza es también una declaración de libertad: la de elegir dónde vivir, qué escribir y qué batallas dar.


  • 2019: Carta de AMLO al Rey de España; se atribuye autoría a Gutiérrez Müller.
  • 2022: México anuncia “pausa” en relaciones con España.
  • 2023: Se deroga la Coordinación de Memoria Histórica que encabezaba.
  • 2024: Presenta en el Zócalo su libro Feminismo Silencioso, anuncia retiro prudente.
  • 2025, mayo: Se informa que inició trámites de ciudadanía española.
  • 2025, agosto: Diario ABC confirma residencia en La Moraleja, Madrid.

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