Parejas de la comunidad formalizan matrimonios en ceremonia acompañada por Yolanda Osuna.

Un gobierno que pisa la calle: Yolanda Osuna acerca servicios y confianza en la Huasteca

En la política local abundan los discursos sobre cercanía ciudadana, pero pocas veces la retórica se traduce en hechos tangibles. En el municipio de Centro, Tabasco, la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta apuesta a un modelo que reconfigura la relación gobierno-vecinos: un ayuntamiento en movimiento, que se instala directamente en los parques, calles y escuelas de las comunidades.

Ese es el sentido del programa “Centro +Cerca”, cuyo tercer arranque tuvo lugar en la ranchería Huasteca 2ª Sección.

La lógica detrás de este esquema merece atención. En ciudades con fuerte crecimiento urbano y cinturones rurales conectados a la capital, la burocracia suele operar desde oficinas lejanas, ajena al deterioro cotidiano de las calles, el alumbrado o el agua potable.

“Centro +Cerca” rompe con esa distancia: brigadas municipales atienden baches, fugas, luminarias y desazolves ahí mismo, frente a los vecinos, mientras otras dependencias despliegan módulos de salud, apoyos sociales y trámites.

Más que un operativo de servicios, es una estrategia política de legitimidad: cuando el gobierno pisa la calle, reduce la brecha de confianza.

TERRITORIO, SERVICIOS Y COMUNIDAD

El parque principal de Huasteca 2ª Sección se transformó en sede improvisada del Ayuntamiento. Ahí, Osuna habló de compromisos cumplidos: atención directa a cientos de habitantes y delegados de comunidades cercanas, sin necesidad de trasladarse hasta la capital.

La narrativa es clara: un gobierno en territorio que coloca como prioridades lo que más resiente el ciudadano —alumbrado, fugas, bacheo, residuos, registros civiles— y que además incorpora servicios sociales poco comunes en giras municipales, como la formalización de matrimonios, registros de nacimiento y unidades móviles de mastografía y esterilización animal.

En términos políticos, el mensaje no es menor: la alcaldesa busca reposicionar la idea de que un gobierno municipal no se limita a administrar la capital, sino que atiende también a comunidades rurales que históricamente se han sentido relegadas.

Mujeres de Huasteca celebran el arranque de “Centro +Cerca” con entusiasmo comunitario.

EL VALOR DE LO PREVENTIVO

Hay un componente que merece análisis adicional: la prevención. El apoyo en salud con mastografías móviles atiende la demanda de un sector vulnerable y coloca en el centro un tema de salud pública que suele llegar tarde. Lo mismo ocurre con la esterilización canina y felina, acción que trasciende el asistencialismo y conecta con políticas ambientales y de salud preventiva.

En una ciudad como Villahermosa, marcada por el crecimiento desordenado y la presión urbana, incluir este tipo de servicios habla de un gobierno que entiende que la agenda urbana y la ambiental no son accesorios, sino parte de la vida cotidiana.

POLÍTICA DE CONFIANZA

El programa también exhibe un ángulo político: cercanía y transparencia como antídoto frente al desgaste de la política tradicional. No es casual que delegados como Laura Hernández Morales subrayen que Osuna responde “con hechos” a la confianza ciudadana. La visibilidad de la presidenta recorriendo módulos, dialogando en escuelas y supervisando bacheo envía un mensaje de control y de capacidad operativa.

Si la crítica recurrente contra los gobiernos locales es la ausencia, la alcaldesa busca invertir el guion con presencia constante. En el terreno político, este tipo de acciones también construyen legitimidad y capital electoral.

UNA LECTURA DE FONDO

El programa “Centro +Cerca” revela que, en un municipio complejo como Centro, gobernar es también ordenar la proximidad: reducir la distancia simbólica y real entre ciudadanos y autoridades. Más allá del despliegue operativo, el análisis urbano muestra que la gestión pública adquiere eficacia cuando se acerca al territorio.

En contraste con otras administraciones que priorizaron grandes anuncios y dejaron los detalles a la deriva, Osuna plantea un modelo de microtransformación: arreglar fugas, recuperar luminarias, desazolvar calles. La clave es que esos “pequeños” problemas son, en realidad, los que definen la calidad de vida diaria.

Al final, en Tabasco como en muchas ciudades del país, la política municipal se mide menos por discursos y más por la lámpara que vuelve a encenderse en una calle oscura o la fuga que deja de inundar una vivienda.