May destapa el lodazal: la seguridad en Tabasco bajo la lupa

El gobernador Javier May ha puesto en el centro de la conversación pública un tema que por años fue un “secreto a voces” en Tabasco: el presunto vínculo de altos mandos de la Seguridad Pública con grupos criminales.

En conferencia de prensa, el mandatario insinuó que Hernán Bermúdez Requena, quien dirigió la Secretaría de Seguridad Pública bajo los gobiernos de Adán Augusto López y Carlos Merino, podría haber estado al frente del grupo criminal conocido como “La Barredora”.

Este grupo, según informes de inteligencia filtrados, no solo habría cobrado “derecho de piso” a comerciantes y pequeñas empresas, sino también ejercido control territorial en zonas estratégicas del estado.

“Todos saben, aquí era vox pópuli quién comandaba ‘La Barredora’”, apuntó May, señalando que quienes estuvieron al frente de la seguridad estatal en el pasado “tendrán que explicarlo”.

LA SOMBRA DE LA CORRUPCION EN SEGURIDAD PÚBLICA

Los cuestionamientos del gobernador no son fortuitos. Hernán Bermúdez, apodado en informes de inteligencia como el “Comandante H”, había sido señalado previamente en mantas y documentos filtrados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), según publica el Diario Reforma.

Bermúdez habría permitido la liberación de presuntos criminales, manejando negociaciones que le valieron su relación con La Barredora, grupo rival del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Documentos hackeados por el grupo Guacamayas [Guacamayas Leaks] también implicaron a otros altos mandos de la policía, como José del Carmen Castillo, alias “La Rana”, y Leonardo Arturo Leyva, vinculados a nexos criminales durante sus mandatos.

Un reporte de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) de 2022 mencionó cómo Bermúdez y su grupo presuntamente tomaron control de regiones como Huimanguillo, Macuspana y partes de Cárdenas.

MAY: CERO IMPUNIDAD Y ‘SIN PACTOS’

Javier May fue tajante al señalar que su administración no negociará con la delincuencia organizada. “Desde el inicio dijimos que nunca vamos a pactar con la delincuencia organizada. Va a haber cero impunidad y vamos a atender las causas”, declaró el mandatario.

Para May, el compromiso de su gobierno es romper con la cadena de corrupción y complicidad que, asegura, dejó como herencia la pasada administración.

A lo largo de la conferencia, el gobernador cuestionó el reciente viraje mediático hacia la cobertura de temas de seguridad, sugiriendo que ciertos medios ahora destacan los hechos violentos que antes “no se mencionaban”.

Para él, la transparencia y el acceso a la información son clave en su estrategia de comunicación para enfrentar el problema de la seguridad pública y garantizar que los ciudadanos conozcan la realidad de lo que ocurre en Tabasco.

BERMÚDEZ: EN DEFENSA DE SU HONOR

Según diario Reforma, cuando MCCI cuestionó a Bermúdez en 2022, este rechazó los señalamientos, calificando como infundadas las acusaciones.

“La Barredora es inexistente (sic)”, respondió en su momento, negando la existencia de algún cártel y calificando a los delincuentes en Tabasco como “locales”, sin estructura ni organización criminal compleja.

Su negativa a reconocer la existencia de cárteles levantó suspicacias y dudas sobre el nivel de colaboración de la autoridad estatal con el crimen organizado.

Mientras tanto, el actual Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Víctor Hugo Chávez Martínez, así como el comandante de la 30 Zona Militar, Héctor Morán, también fueron aludidos en las mantas.

Sin embargo, Morán fue claro: “El que me conoce sabe perfectamente la calidad de persona, de honestidad, de honradez que priva en esta comandancia”.

LA HERENCIA DE BERMÚDEZ Y EL RETO PARA MAY

En el trasfondo de estas acusaciones, el gobernador May enfrenta un reto titánico: desmantelar un sistema de seguridad presuntamente infiltrado.

La relación de Bermúdez con “La Barredora” y los señalamientos de corrupción que pesan sobre otros mandos exhiben la complejidad del problema.

May sabe que no basta con cambiar a los funcionarios, sino que debe romper con la “tradición” de impunidad que algunos han intentado ocultar bajo el manto de la discreción política.

La declaración de May, al tiempo que aviva los rumores, también deja claro un punto: su administración no será recordada por pactar con criminales, sino por combatir las redes de complicidad que asolaron al estado. La tarea, sin embargo, está lejos de ser sencilla.

Los intereses entrelazados y la capacidad de los grupos criminales para ejercer control en varios puntos de Tabasco representan un desafío que requerirá algo más que discursos firmes y advertencias en conferencias de prensa.

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¿QUIÉN ES QUIÉN EN LA TRAMA?

  • Hernán Bermúdez Requena: Ex secretario de Seguridad Pública, señalado en documentos de Sedena y mantas públicas como el “Comandante H”.
  • José del Carmen Castillo (“La Rana”): Excomisionado de Policía Estatal, mencionado en hackeos de Guacamayas por sus presuntos vínculos con criminales.
  • Leonardo Arturo Leyva: Exdirector general de la Policía local, también relacionado con “La Barredora” en informes de inteligencia.