De Primera Mano | El interino cargará con la responsabilidad

Por Rodulfo Reyes

De acuerdo con las filtraciones de la Fiscalía General de la República (FGR) sobre la investigación contra Hernán Bermúdez Requena, acusado de ser cabecilla de La Barredora, se percibe que la responsabilidad de este caso le será imputada al ex gobernador interino Carlos Merino Campos.

Para empezar, no una sino varias veces la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha dicho en su púlpito de la mañanera que cuando hizo implosión la violencia en Tabasco, el senador Adán Augusto López Hernández ya no despachaba en Plaza de Armas.

Es una afirmación válida si solo se fuera a castigar nada más el momento de la irrupción del cártel formado con la estructura (camionetas y armamento) de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) del estado.

Pero si se quiere hacer justicia, debe fincarse responsabilidades desde la formación misma del grupo criminal, que coincidió con el arranque de la gestión del ahora presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.

La imputación a Merino empieza a verse a raíz de la declaración de uno de los testigos colaboradores de la FGR.

Tomás “N”, el licenciado Tomasín, ha declarado que en diciembre de 2023, cuando se fraccionó La Barredora, Merino Campos le pidió a Hernán Bermúdez que hablara con su gente para que volviera la calma al edén.

El eterno sustituto de Adán López estaba preocupado porque ese fin de año el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador vendría al terruño a tomar sus vacaciones decembrinas.

Bermúdez Requena, según la carpeta criminal, trató de arreglar la situación con uno de sus subalternos apodado El Prada, quien se había “independizado” de la organización y era el responsable de la escalada de violencia.

El testigo colaborador acusó en la misma declaración a su ex jefe Bermúdez de haber “autorizado” la muerte de dos agentes de la SSyPC.

¿Por qué el informante de la FGR aseguró que Merino le pidió a Hernán que hablara con su gente para calmar al estado?

Seguramente porque, como todo Tabasco sabe o, para ser más precisos, intuye: Merino sabía, como seguramente también el senador López, que los directivos de La Barredora eran el propio Hernán y sus colaboradores dentro de la institución.

No hay que olvidar que Tomás “N” era “secretario particular” del titular de Seguridad Pública, y Ulises “N”, el Mamado, era “coordinador operativo” de la SSyPC.

Así que todo el peso de la ley caerá contra Merino, porque, lo quiera o no la 4T, alguien del gobierno anterior tiene que ser responsable de que la SSyPC fuera el semillero del crimen organizado en el pasado sexenio.