El 30 de septiembre será un día clave en la política tabasqueña. A las 10 de la mañana, se celebrará un acto con más simbolismo que protocolo: la auto protesta de Javier May Rodríguez como gobernador. Un ritual que refuerza la narrativa de que el poder, en Tabasco, emana directamente del pueblo. Ningún legislador le tomará protesta. May, por su propia mano, elevará la promesa ante los ciudadanos de cumplir con la Constitución, lo que rompe con la formalidad tradicional y coloca la soberanía popular en el centro del escenario.
Marco Rosendo Medina Filigrana será quien presida este evento. Curiosamente, no es visto como alguien cercano a May, sino como un hombre forjado en el círculo de Adán Augusto López Hernández, su predecesor. En el Congreso, Rosendo es señalado por su carrera bajo la sombra de figuras influyentes, pero él, astutamente, prefiere desmarcarse de las etiquetas fáciles y posicionarse como un hombre de consensos y protocolo, que hoy tiene en sus manos la responsabilidad de dirigir este momento crucial.
—En este primer periodo de sesiones te toca presidir la Mesa Directiva, lo que incluye la importante actividad de presidir la auto protesta del nuevo gobernador. ¿Qué representa esto para ti como persona de izquierda y como político con carrera en el Poder Legislativo y en el gobierno?
Es un gran honor y una distinción que me otorgaron primero mis compañeras y compañeros del Grupo Parlamentario de Morena, y luego el conjunto de los 35 diputados que conformamos el Congreso del Estado. Agradezco mucho este reconocimiento, porque además me toca ser presidente en un momento histórico, con un relevo en el Poder Ejecutivo. Tradicionalmente, cuando Morena ha sido gobierno, se ha buscado una figura que tenga representación federal para presidir el Poder Legislativo. Aunque no me considero en ese nivel, estoy contento y honrado. Recuerdo que hace seis años, Porfirio Muñoz Ledo estuvo con el presidente López Obrador, y ahora me toca a mí en este momento tan significativo.
En un acto sin intermediarios, sin que nadie le dé el pase a Javier May, la auto protesta será una reafirmación de que la legitimidad de su gobierno proviene directamente del pueblo, y no del Congreso. A las 11 de la mañana, tras el acto en el recinto legislativo, May se dirigirá a la Plaza de Armas para ofrecer su primer mensaje como gobernador.
“En Tabasco, el gobernador toma protesta de cara al pueblo, sin intermediarios. Es la legitimidad directa, donde el poder emana de los ciudadanos, no de las élites”
—¿Cómo planeas garantizar la gobernabilidad y el apego a los protocolos durante este evento trascendental?
Mi rol será asegurar que haya gobernabilidad y apego a los protocolos y lineamientos que la Cámara tiene para este tipo de eventos tan importantes. Es un momento simbólico, sobre todo porque el gobernador electo es alguien que ha tenido una historia de lucha firme dentro del movimiento, incluso en momentos complicados cuando otros bajaban la guardia. Es importante que el evento fluya sin contratiempos y que todo se maneje con la solemnidad que merece.
La ceremonia será solemne, pero con un toque distintivo que ya se ha convertido en marca de la administración de López Obrador y sus aliados: un alejamiento de los rituales formales y un acercamiento simbólico al pueblo.
—Algunos te vinculan con Adán Augusto López, quien fue tu secretario de Gobierno y te promovió para ser diputado federal, pero también comenzaste tu carrera con Raúl Ojeda. ¿Qué opinas de eso?
Es normal que la gente quiera encasillarte en una relación con alguna figura. Yo agradezco las oportunidades que me dieron tanto Adán Augusto como Raúl Ojeda. Comencé en el movimiento con Raúl Ojeda y Juan José Peralta Fócil, quienes me invitaron a formar parte de la defensa jurídica de la campaña de Ojeda. Siempre he trabajado con diversos líderes, y eso me ha permitido enriquecer mi perspectiva política.
Para Marco Rosendo, presidir este evento no solo es un reconocimiento a su carrera, sino también una oportunidad de reafirmar que, aunque su trayectoria esté vinculada a nombres poderosos, él ha forjado su propio camino.
—¿Cómo será el proceso de la protesta?
Me tocará concederle el uso de la palabra al gobernador electo, quien tomará protesta frente a la Constitución y a todo el auditorio. En México, el presidente toma protesta de cara al pueblo, no ante otro poder, lo que simboliza que el poder emana del pueblo. Aquí en Tabasco será igual: no habrá más solemnidad que la del compromiso frente a los ciudadanos. Luego, a las 11 am, el gobernador dará su primer mensaje al pueblo desde la Plaza de Armas.
El enfoque de la auto protesta no es casual. Es un acto calculado para subrayar que May no debe su poder a las élites o a las estructuras legislativas, sino a los tabasqueños que lo eligieron. Un guiño evidente a la narrativa popular de la Cuarta Transformación.
—¿Cómo será la ceremonia y quiénes estarán presentes?
La ceremonia será solemne y participarán el gobernador electo, representantes del Poder Judicial, y del gobierno federal, si es que está presente. La sesión incluirá la aprobación del orden del día, la rendición de honores, y la auto protesta del gobernador, quien dirigirá su primer mensaje al pueblo. Será un evento que siga todos los protocolos y lineamientos que dicta nuestra Constitución.
Conforme avanzamos en la conversación, es evidente que Marco Rosendo no está interesado en polemizar sobre su rol en la escena política. Sin embargo, es difícil pasar por alto su posición dentro del Congreso, en un evento tan decisivo.
“La diferencia clave está en que en la oposición puedes ser más crítico, pero cuando estás en el poder, debes actuar con mayor responsabilidad”.
—¿Consideras que este nuevo gobierno es una continuidad del actual?
Yo creo que estamos en un proceso de institucionalización de Morena, donde estos relevos fortalecen al movimiento. Cada gobierno tendrá que profundizar en su trabajo a favor de la gente. Javier May es un hombre muy tenaz, y estoy seguro de que su administración seguirá construyendo sobre los cimientos que se han puesto.
La palabra ‘continuidad’ flota en el aire. Aunque hay quienes esperan un cambio en la forma de gobernar, lo cierto es que el peso de la institucionalización de Morena, como señala Rosendo, puede significar más de lo mismo.
—El gobernador electo habló de modificar la Ley Orgánica del Congreso para permitir la elección de delegados. ¿Cómo va ese proceso?
Es un compromiso de campaña que seguramente será presentado cuando Javier May tome protesta como gobernador. Estamos a la espera de que él tenga la facultad para presentar la iniciativa. Será un cambio importante para fortalecer la participación ciudadana.
La promesa de cambios en la Ley Orgánica del Congreso parece inevitable. La pregunta es si realmente fortalecerá la participación o si simplemente será otro paso en la consolidación de un poder hegemónico.
—¿Qué otros compromisos legislativos están en la fila para este nuevo gobierno?
Entre los compromisos está la Ley de Austeridad, una reforma a la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, y la implementación de la revocación de mandato, que será una de las prioridades de Javier May. Son reformas que responden a las expectativas de los ciudadanos y que ayudarán a fortalecer la transparencia y la responsabilidad en el ejercicio del poder.
Las prioridades son claras, pero los retos lo son aún más. Un gobierno que se presenta como cercano al pueblo tendrá que demostrar que los discursos pueden traducirse en acciones concretas.
—Cambiando de tema, has tenido experiencia tanto en la oposición como en el poder. ¿Qué disfrutaste más, ser oposición o estar en el poder? ¿Qué diferencias ves entre ambos roles?
La etapa de la oposición fue difícil, pero emocionante. Recuerdo, por ejemplo, cuando salíamos en camiones hacia la Ciudad de México durante el desafuero, con compañeros que llevaban comida para soportar el viaje. La gente iba con convicción, sin pedir nada a cambio. Ahora, como parte del gobierno, la responsabilidad es mayor. Es importante no encerrarse en la oficina, estar cerca de la gente, equilibrando el trabajo entre estar afuera y adentro, en territorio y en oficina. La diferencia clave está en que en la oposición puedes ser más crítico, pero cuando estás en el poder, debes actuar con mayor responsabilidad.
Para Marco Rosendo, el poder es una cuestión de responsabilidad, y parece estar listo para afrontar las críticas que vengan.