Javier May durante una de las conferencias mañaneras con AMLO.

Javier May trae las ‘mañaneras’ a Tabasco: ¿nueva era de transparencia o ruido político?

Héctor I. Tapia

El gobernador electo de Tabasco, Javier May Rodríguez, ha anunciado que a partir del 2 de octubre replicará una de las estrategias más emblemáticas de la administración de Andrés Manuel López Obrador: las conferencias matutinas. A través de tres ‘mañaneras’ semanales, May Rodríguez informó que mantendrá al pueblo de Tabasco al tanto de la agenda estatal, asegurando que cada día se abordará un tema específico. 

Esta dinámica, que también incluirá audiencias públicas desde las 6 de la mañana en municipios y Centros Integradores, refleja no solo el ADN político heredado de AMLO, sino también una estrategia que, en teoría, busca mantener una comunicación constante y cercana con los tabasqueños. May ha dejado claro que su agenda estará activa de lunes a sábado, lo que sin duda pone sobre la mesa un gobierno dispuesto a trabajar a un ritmo vertiginoso, al menos en el discurso.

¿UN MODELO PROBADO O EL RIESGO DE SATURACIÓN MEDIÁTICA?

El impacto de las conferencias mañaneras de AMLO en su sexenio ha sido innegable. A lo largo de su presidencia, López Obrador impuso una narrativa dominante en la vida pública mexicana, donde cada mañana era escenario para establecer el debate político, social y económico. Este formato no solo permitió que el mandatario controlara la agenda informativa, sino que también le dio un espacio para responder a sus detractores, presentar avances de su gobierno y marcar distancia de los temas incómodos.

Sin embargo, no todo fue positivo. Las conferencias diarias también recibieron críticas por la falta de profundidad en las respuestas, la confrontación constante con los medios y el desgaste tanto para la audiencia como para el propio gobierno. La sobreexposición se convirtió en un arma de doble filo, y muchos cuestionaron si realmente servían para informar o si terminaban siendo una cortina de humo que distraía de los problemas más graves del país.

En este sentido, la decisión de Javier May de adoptar el modelo de las mañaneras plantea algunas preguntas clave. ¿Podrá mantener la frescura y relevancia de las conferencias a lo largo de su mandato? ¿Se convertirá en un foro para transparentar su gestión o en un espacio para el control de daños y propaganda? Si bien la intención es clara —acercarse al pueblo y mantener una comunicación directa—, el reto estará en cómo maneje el balance entre la información útil y la saturación mediática.

¿QUÉ PODRÍA SIGNIFICAR PARA TABASCO?

Tabasco, un estado que ha enfrentado múltiples desafíos en términos de desarrollo, infraestructura y transparencia, podría beneficiarse de un modelo de comunicación tan cercano y frecuente. Las conferencias matutinas de May Rodríguez, si son bien ejecutadas, podrían convertirse en un canal para dar voz a las demandas locales, transparentar decisiones importantes y mantener un vínculo constante con la ciudadanía. 

El contexto tabasqueño, además, ofrece una oportunidad única para utilizar estas mañaneras de manera más regional y específica que las de AMLO, cuyo enfoque era más nacional. May tiene la posibilidad de llevar a la palestra temas que preocupan profundamente a los tabasqueños: la reactivación económica, los efectos de los proyectos emblemáticos como el Tren Maya y Dos Bocas, y las constantes problemáticas de inundaciones y abandono del campo. Un enfoque más local le permitiría a May no solo conectar mejor con la población, sino también ganar legitimidad al abordar los problemas de manera directa y efectiva.

Por otro lado, la decisión de ofrecer audiencias públicas desde las 6 de la mañana en municipios y Centros Integradores podría ser una jugada maestra para reforzar su imagen de cercanía, al estar dispuesto a escuchar a los tabasqueños en las primeras horas del día, sin intermediarios. Esto se alinea con su postura de gobernante ‘del pueblo’, arremangado y dispuesto a ensuciarse las manos en los problemas cotidianos.

EL DESAFÍO DE LAS MAÑANERAS: MÁS ALLÁ DEL DISCURSO

Si algo ha demostrado el sexenio de AMLO es que las mañaneras, si bien efectivas para imponer agenda, no siempre se tradujeron en soluciones concretas para los problemas que enfrentó el país. El reto de Javier May será precisamente evitar que las conferencias se conviertan en un simple ejercicio retórico. Para que las mañaneras de Tabasco funcionen, será fundamental que no se limiten a informar, sino que se traduzcan en acciones claras y medibles.

Un riesgo evidente es que, al igual que sucedió a nivel federal, la exposición constante termine por desgastar la relación entre el gobernador y los medios de comunicación, quienes podrían sentirse relegados o utilizados para amplificar una agenda política en lugar de recibir respuestas concretas a sus cuestionamientos. Además, la saturación de este formato podría generar una indiferencia gradual entre la ciudadanía, si no se perciben resultados tangibles de las conferencias.

Sin embargo, si May Rodríguez logra equilibrar la transparencia con la eficiencia y mantiene un diálogo constructivo con los medios, las mañaneras podrían convertirse en un legado propio, adaptado al contexto tabasqueño y con el potencial de marcar una nueva era de comunicación gubernamental en el estado.


CLAVES DE LAS MAÑANERAS DE JAVIER MAY

  • Inicio: 2 de octubre de 2024.
  • Frecuencia: 3 días a la semana.
  • Temática: Cada día se abordará un tema específico relacionado con la agenda estatal.
  • Audiencias públicas: Se realizarán desde las 6 de la mañana en municipios y Centros Integradores.
  • Agenda semanal: De lunes a sábado, buscando aprovechar el tiempo al máximo.
  • Inspiración: Las conferencias matutinas de Andrés Manuel López Obrador, implementadas a nivel federal desde diciembre de 2018.
  • Desafío: Evitar la saturación mediática y mantener un diálogo transparente y efectivo con la ciudadanía y los medios.