En medio de una de las crisis sanitarias más complejas que ha enfrentado el sector pecuario mexicano en las últimas tres décadas, el Gobierno federal y las autoridades estatales del sur-sureste han logrado, en conjunto con organismos internacionales, una reducción del 70 por ciento en los casos del gusano barrenador del ganado (GBG), una plaga que amenazaba con colapsar las exportaciones pecuarias del país.
El dato fue confirmado por el director de Campañas Zoosanitarias del Senasica, Grabiel Ayala Borunda, durante una reunión nacional celebrada en Villahermosa, Tabasco. En el encuentro se destacó el trabajo coordinado en entidades como Chiapas y Tabasco, donde los casos semanales han disminuido en forma sostenida.
ACCIONES COORDINADAS
La reunión, que convocó a los titulares agropecuarios de Oaxaca, Chiapas, Campeche, Yucatán, Veracruz y Tabasco, permitió revisar los avances y consensuar una nueva estrategia nacional.
Entre las acciones acordadas destacan la aplicación masiva de ivermectina, la intensificación de los barridos sanitarios y una campaña con enfoque preventivo: “Sin heridas, no hay gusaneras“.
Paralelamente, se hizo un llamado a los productores a reportar los casos sin temor, pues no implica cuarentena ni sacrificio del hato. La campaña busca reducir las infecciones comunes provocadas por heridas en ombligos, descornes, aretados y traumas.
INVERSIÓN EXTRANJERA
Uno de los anuncios más relevantes fue la inminente reactivación de la planta de producción de moscas estériles en Chiapas, gracias a una inversión de 21 millones de dólares por parte del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA). Esta planta se perfila como pieza clave para reducir la plaga de forma permanente.
La técnica, avalada por un estudio reciente publicado en Science, podría evolucionar con el uso de cepas genéticamente modificadas del insecto, cuya aplicación permitiría incluso la extinción definitiva del gusano barrenador sin daños ecológicos significativos.
Los expertos propusieron modificar el genoma del gusano barrenador de tal manera que las larvas hembra no sobrevivan a menos que se les suministre un antibiótico conocido como tetraciclina, esto permitiría que sólo se liberen machos estériles, que son los que deben aparearse con las hembras silvestres.
“La TIE (técnica del insecto estéril) puede mejorarse en gran medida usando una cepa de gusano barrenador genéticamente modificado para que las larvas hembra maduren sólo en presencia de tetraciclina y, por lo tanto, puedan eliminarse de las poblaciones criadas para su liberación”, explica el estudio.
TENSIÓN COMERCIAL Y RECLAMOS
Sin embargo, no todo ha sido avance. El cierre de la frontera norte a las exportaciones de ganado mexicano, implementado por EE.UU. desde mayo, ha puesto en jaque a los exportadores. Claudia Sheinbaum reconoció que el Gobierno trabaja para que la medida sea retirada cuanto antes.
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“Sabemos que está afectando mucho a los ganaderos mexicanos”, dijo. La validación técnica por parte de funcionarios estadounidenses será determinante para permitir nuevamente la entrada de ganado en pie.
PRESUPUESTOS Y ALERTAS
Pese a los esfuerzos federales, los expertos advierten sobre una disminución real del presupuesto en sanidad. De los más de 74 mil millones asignados a la SADER, solo 5 mil 433 millones van a Senasica en 2025, menos que en 2020.
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas y voces del sector ganadero alertan sobre la fragilidad operativa del sistema zoosanitario. “Recortar recursos a Senasica es debilitar una de las columnas vertebrales del agro mexicano“, dijo Juan Carlos Anaya.
UNA SANIDAD ESTRATÉGICA
Mientras se negocia la reapertura de la frontera y se ejecutan acciones técnicas de campo, los gobiernos estatales demandan mayor atención estructural al tema. La titular de la Sedap en Tabasco, Luisa Cámara Cabrales, afirmó que el personal ya está capacitado para responder a la emergencia, pero advirtió que “se necesita permanencia, inversión y compromiso federal“.
Aunque el combate al gusano barrenador avanza, la permanencia de esta plaga depende de decisiones estructurales: presupuesto, ciencia, coordinación binacional y, sobre todo, voluntad política para sostener el esfuerzo.
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