WASHINGTON.— En un llamado que podría reconfigurar el tablero de la diplomacia internacional, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pidió al presidente ruso, Vladimir Putin , que frene la escalada de la guerra en Ucrania.
Este mensaje de moderación, hecho público por The Washington Post , llega en un momento crítico, cuando el conflicto ha alcanzado nuevos niveles de violencia, con ataques masivos de drones lanzados por ambas partes sobre Moscú y Kiev.
La intervención de Trump, quien prometió durante su campaña resolver el conflicto “en un día”, añade una matiz política que trasciende las tensiones en el terreno. Para Moscú, esta llamada podría ser vista como una señal de apertura desde una Casa Blanca que, bajo el liderazgo de Trump, podría buscar una diplomacia menos agresiva hacia Rusia.
Sin embargo, el mensaje de contención no altera la postura rusa: el Kremlin ha sido claro en sus demandas, exigiendo que Ucrania renuncie a su ingreso a la OTAN y retire sus tropas de los territorios que Rusia ha anexado.
¿UN NUEVO RUMBO EN LA POLÍTICA EXTERIOR DE ESTADOS UNIDOS?
Trump ha prometido lo que muchos consideran imposible: una paz rápida en Ucrania, donde las demandas de Rusia y la resistencia de Ucrania están en puntos irreconciliables. Al anunciar a Putin sobre la “considerable presencia militar” de Washington en Europa, Trump parece intentar un delicado equilibrio entre mostrarse como un mediador dispuesto a reducir la escalada y mantener la presión militar estadounidense en la región.
Este posicionamiento desafiaba el enfoque tradicional de la política exterior de Estados Unidos, que hasta ahora ha respaldado firmemente a Ucrania en su defensa contra la invasión rusa.
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En su llamado, Trump podría estar sugiriendo una política menos beligerante hacia Rusia, alineándose con su visión de evitar el desgaste militar estadounidense en conflictos prolongados.
Sin embargo, esta postura también plantea un dilema: si el nuevo presidente adopta una política de concesiones hacia Moscú, podría erosionar la confianza de sus aliados en Europa y enviar señales contradictorias sobre el compromiso de Estados Unidos con la seguridad en la región.
EL PAPEL DE PUTIN Y LAS CONSECUENCIAS EN EL TERRENO
Putin ha mantenido su línea dura desde el inicio de la invasión en 2022, exigiendo concesiones territoriales de Ucrania y oponiéndose a cualquier expansión de la OTAN hacia el este.
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La llamada de Trump, aunque diplomáticamente significativa, no cambia la dinámica militar. El mismo día en que la conversación tuvo lugar, tanto Rusia como Ucrania intensificaron los ataques con drones, impactando áreas residenciales y estratégicas en ambas capitales.
Para Putin, una eventual negociación podría abrir la puerta a la legitimación de las anexiones de territorio ucraniano y una zona de influencia donde Rusia recupere parte de su dominio regional.
No obstante, la decisión de moderar o intensificar la guerra en Ucrania podría depender más de los desarrollos en el terreno y las presiones internas que de las propuestas diplomáticas.
POSICIÓN DE UCRANIA: RESISTENCIA Y DEPENDENCIA DEL APOYO OCCIDENTAL
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dejado claro que no está dispuesto a hacer concesiones que signifiquen una pérdida territorial, una postura respaldada en gran medida por Occidente.
Para Ucrania, la presencia militar de tropas rusas en las regiones anexadas y el incesante bombardeo de infraestructura energética representan una amenaza existencial. Zelenski ha hecho un llamado a sus aliados para aumentar el suministro de armamento y fortalecer las defensas, y el mensaje de contención de Trump podría complicar esta estrategia.
Si la administración de Trump adopta una postura de diplomacia menos intervencionista, Ucrania podría enfrentar presiones para negociar, especialmente si el respaldo militar occidental se ve reducido.
Este posible cambio en el enfoque estadounidense también podría tener consecuencias en la confianza que Ucrania y sus aliados depositan en el compromiso de Estados Unidos, un país que hasta ahora ha sido esencial en su defensa.
Puntos Clave de la Escalada en Ucrania
Escenario futuro : La intervención de Trump sugiere un posible cambio en la postura estadounidense, aunque el Kremlin mantiene su postura firme en las demandas territoriales.
14 de junio de 2024 : Putin establece sus demandas para el fin de la guerra, incluyendo la renuncia de Ucrania a la OTAN y la retirada de tropas de las regiones anexadas.
9 de noviembre de 2024 : Trump pide a Putin que modere la escalada del conflicto en Ucrania, registrando la presencia militar de Estados Unidos en Europa.
10 de noviembre de 2024 : Rusia y Ucrania intensifican los ataques con drones en Moscú y Kiev, obligando al cierre de aeropuertos y causando daños civiles.