La mañana era inusual, no solo por la hora en que inició la rueda de prensa —8:00 am, dos horas antes de lo habitual—, sino por el aire tenso y expectante que llenaba el salón. Allí, en el escenario principal, el gobernador Javier May Rodríguez y el general Héctor Francisco Morán González, comandante de la 30/a Zona Militar, abordaron un tema que siempre parece incompleto y cargado de sombras: la seguridad en Tabasco.
Entonces, como rompiendo el protocolo, un reportero lanzó una pregunta directa y sin concesiones: ¿Existían pactos con grupos delictivos? Y en un terreno aún más delicado, ¿Qué opina usted de las cartulinas que han aparecido recientemente donde lo señalan a usted de haber recibido dinero para que se lo entregara al secretario de Seguridad?
EL ROSTRO DE LA DEFENSA: INTEGRIDAD BAJO FUEGO
La pregunta fue un golpe preciso. El comandante Morán, de pie, adoptó una postura aún más erguida, extendiendo las manos como si ese cuestionamiento hubiera encendido en él una determinación. Sin titubeos y con un tono que denotaba firmeza, Morán contestó: “No le daré voz a un cobarde ni a un delincuente”. En su respuesta no había solo palabras, sino el reflejo de años de servicio en los que su vida se había convertido en sinónimo de deber y lealtad a la nación.
La tensión no disminuyó, pero en su postura había un aire de convicción, como si no estuviera dispuesto a dejar que los rumores empañaran una trayectoria construida con disciplina. “Tengo toda una vida entregada al servicio público, y el que me conoce sabe la calidad de persona y honestidad con la que he servido”, añadió el general.
LAS MANTAS, LA OPINIÓN PÚBLICA Y UNA DEFENSA PERSONAL
En las últimas semanas, diversas zonas de Tabasco han visto surgir mantas y carteles firmados por el CJNG, en los que, entre otras acusaciones, se señala al comandante de la 30 Zona Militar y al secretario de Seguridad, Víctor Hugo Chávez Martínez. En el espacio entre las palabras y los rumores, pareciera que el clima de incertidumbre busca ensombrecer las acciones de seguridad, y la respuesta de Morán surge como un rechazo claro a cualquier intento de desprestigio.
El gobernador Javier May también se mostró firme en que su gobierno no pactaría con la delincuencia y apoyó la postura del comandante, apuntando a que este tipo de ataques buscan debilitar la estrategia de seguridad. Pero, mientras la política se desarrolla en discursos, en el rostro del general Morán era evidente la mezcla de frustración y determinación de un hombre que defiende su nombre.
MÁS ALLÁ DEL MICRÓFONO: UN RECLAMO PERSONAL
Ya fuera del alcance de los micrófonos, en un tono bajo y molesto, el general Morán dejó escapar un reclamo hacia el reportero que había lanzado la pregunta inicial. No se trata de un ojo desmedido, sino de un impulso natural de quien ve cómo su integridad es cuestionada ante el público.
Fue un gesto que mostró la dualidad de un hombre que ha vivido bajo el rigor de una carrera militar y, al mismo tiempo, la vulnerabilidad de quien se siente atacado en lo personal.
En el ambiente quedaba la imagen de un militar que, ante todo, sostiene con firmeza que la honorabilidad es su mayor capital. Y si bien el escenario actual está lleno de desafíos y presiones para quienes intentan mantener la paz en el estado, la respuesta del comandante dejó claro que el deber no solo se lleva en las acciones, sino en la defensa de una integridad que no tiene precio.
Es el precio de combatir a la delincuencia, pues, además de arriesgar la vida, también se corre el brete de poner en entredicho la honra, que para un militar, es lo más valioso que tiene.
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SEGURIDAD EN TENSIÓN
- Lugar y momento:Rueda de prensa, 8:00 am, cambio inusual de horario en la conferencia del gobernador.
- Involucrados: Gobernador Javier May, comandante de la 30/a Zona Militar Héctor Morán González.
- Apariciones de mantas:Firmadas por CJNG, señalan a Morán González y Víctor Hugo Chávez Martínez.
- Respuesta del comandante: “No le daré voz a un cobarde ni a un delincuente”.