PENNSYLVANIA, EU.— Donald Trump , el siempre polémico candidato republicano, no pierde oportunidad para convertir cada evento en un espectáculo. Esta vez, decidió fundarse en un delantal y pasar 15 minutos amigo de papás en un McDonald’s de Pensilvania .
¿El objetivo? Denunciar lo que él llama una “mentira” de Kamala Harris , su rival en la contienda presidencial. Sin embargo, lo que podría parecer un simple acto de campaña tiene implicaciones más profundas sobre cómo la política y el show se entrelazan en la era Trump.
EL ESCENARIO DE LA COMIDA RÁPIDA
Trump , conocido por su afición a la comida rápida, no es un extraño en los McDonald’s , pero esta vez su visita tuvo una clara intención política. Durante el evento, el candidato aprovechó para atacar a Kamala Harris , quien afirmó haber trabajado en un McDonald’s en su juventud.
#ExtraDigitalHN || 🍔🇺🇸 En plena campaña, #DonaldTrump sorprendió al acudir a trabajar y servir en McDonald's, declarando: "Lo hice yo mismo". ¿Qué opinas de este gesto?#Trump2024 #Elecciones2024 #McDonalds pic.twitter.com/K5WAjl6Rp1
— Extra Digital HN (@extradigitalhn) October 20, 2024
Sin pruebas que respalden su acusación, Trump sembró la duda sobre la veracidad de la historia de Harris, mientras interactuaba con los comensales, regalando papas fritas como si se tratara de una extensión de su campaña electoral.
El gesto, aunque inusual, revela una estrategia de campaña que va más allá de las políticas o los debates. En lugar de centrarse en propuestas concretas, Trump recurre a la teatralidad y la provocación. Su comentario: “Con esto ya trabajé 15 minutos más que Kamala”, muestra cómo intenta minimizar a su oponente a través del humor y la descalificación.
¿UNA MENTIRA O UN ATAQUE SIN FUNDAMENTO?
Kamala Harris , la actual vicepresidenta de Estados Unidos, ha asegurado que trabajó en un McDonald’s durante el verano de 1983. Sin embargo, Trump y su equipo han puesto en duda esa afirmación, aunque sin ofrecer evidencia que respalde su acusación. A pesar de esto, Harris tampoco ha presentado pruebas claras que confirman su paso por la cadena de comida rápida.
El ataque de Trump se inscribe en una estrategia más amplia: erosionar la credibilidad de sus rivales a través de insinuaciones y provocaciones, una táctica que ha utilizado en numerosas ocasiones.
Lo que llama la atención es cómo, en lugar de abordar temas clave como la economía, la salud o la política exterior, el candidato republicano centra su discurso en detalles anecdóticos, que si bien pueden parecer triviales, logran captar la atención de los medios y el publico.
LA POLÍTICA COMO ESPECTÁCULO
No es la primera vez que Trump mezcla política y entretenimiento. Desde su primer mandato, ha sabido aprovechar su presencia mediática para mantenerse en el centro del debate público, sin importar si las razones son controversiales. En esta ocasión, la política parece haber quedado en segundo plano, mientras el show de Trump en McDonald’s se convierte en el verdadero titular.
Este tipo de actos, aunque superficiales, tienen un impacto real en la percepción de los votantes. Para millones de estadounidenses, el trabajo en un restaurante de comida rápida es una experiencia común, y Trump lo sabe. Al participar en un acto simbólico como freír papas , busca conectarse con esa parte del electorado que se siente identificada con el trabajo duro y la realidad cotidiana de muchos ciudadanos.