En un estado donde el FORTAMUN suele funcionar como “el cochinito de los alcaldes”, el Ayuntamiento de Centro volvió a hacer lo inusual: financiar seguridad sin desordenar sus números.
Con la presencia del gobernador Javier May, la alcaldesa Yolanda Osuna encabezó la entrega de 603 bienes y 50 nuevas unidades para reforzar la vigilancia en Villahermosa.
Lo interesante no es la ceremonia, sino la señal: hay municipios que no sobreviven del FORTAMUN; Centro lo usa para fortalecer la seguridad.
La mañana cayó espesa sobre la Plaza de la Revolución, pero no impidió que el gobernador Javier May Rodríguez fijara el tono del día: “Con resultados contundentes y cero impunidad, el Gobierno del Pueblo sigue avanzando para devolver la paz a Tabasco”. Los números acompañan el mensaje.
Entregamos 50 nuevas patrullas y motopatrullas a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con las que incrementamos la vigilancia para mantener la paz en el municipio de Centro y área metropolitana. pic.twitter.com/6S4sQlBcQn
— JAVIER MAY (@TabascoJavier) November 24, 2025
La más reciente ENSU del INEGI confirmó que Villahermosa salió del primer lugar nacional de percepción de inseguridad, una caída que empresarios y autoridades mencionaron como señal de que la estrategia empieza a surtir efectos visibles.
Era su respuesta a un capítulo que se repite con otros nombres y otros alcaldes: qué hace cada municipio con su FORTAMUN, ese fondo que puede salvar o hundir una administración.






LAS CIFRAS
May dio el banderazo de salida a 50 nuevas patrullas y motopatrullas, adquiridas con recursos del FORTAMUN 2025 y donadas por el Ayuntamiento de Centro a la SSPC. Con ellas, explicó, el municipio ha aportado 100 unidades vehiculares y motorizadas solo este año, una cifra que trasciende el acto protocolario y revela un rasgo que pocas veces se subraya: disciplina financiera municipal.
“Estas unidades reforzarán la presencia operativa en Villahermosa y su zona metropolitana”, dijo el gobernador frente a empresarios, legisladores, magistrados y mandos militares.
La entrega coincidió con un momento clave: “Estamos en la etapa final de la formación de los cadetes que integrarán la nueva Policía Metropolitana. Su disciplina y su entrega son motivo de orgullo. Hoy reciben el respaldo operativo con el que pronto servirán en las calles”.
En un acto encabezado por el gobernador Javier May Rodríguez, entregamos 603 bienes muebles y equipos tácticos y tecnológicos a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, adquiridos con recursos del FORTAMUN. Destacan 15 patrullas tipo sedán y 35 motocicletas, para… pic.twitter.com/FP8rSVlqF3
— Yolanda Osuna Huerta (@YolandaOsunaH) November 24, 2025
CABEZA: EL MODELO
Ahí estaba el primer punto de análisis: en un municipio que no tiene policía propia, la estrategia sería coja si no existiera un compromiso real con el equipamiento estatal. Centro no se limitó a esperar; decidió invertir.
A ello se suma que la ENSU registra una recuperación lenta pero constante en Villahermosa, cuya percepción ciudadana mejoró tras varios meses de operativos conjuntos. La estadística —una de las más duras para cualquier gobierno— empieza a moverse en la dirección correcta.
La alcaldesa Yolanda Osuna Huerta completó la fotografía institucional con un mensaje directo: “Con esta entrega contribuimos a mejorar la movilidad policial, reducir tiempos de respuesta y garantizar una operación más moderna y cercana a la ciudadanía”.
Recordó que el 25 de agosto el municipio ya había donado 50 camionetas pick up, adquiridas por 49 millones 100 mil pesos, como consta en el Periódico Oficial. “Con ello, Centro ha entregado este año 100 unidades para la seguridad de las y los tabasqueños”.
Lo verdaderamente revelador estaba en el trasfondo: ¿cómo puede un municipio entregar dos veces en un año?


La respuesta tiene un nombre: FORTAMUN.
En muchos municipios de México, el FORTAMUN es una tabla de salvación: sirve para pagar nómina, cubrir deudas, enfrentar déficits y, en no pocas ocasiones, justificar gastos discrecionales. El apodo es conocido: “el cochinito de los alcaldes”. Pero Centro eligió no seguir ese camino.
El truco está en lo que no se observa a simple vista: para destinar recursos a seguridad —más allá del 20 % obligatorio que exige la Ley de Coordinación Fiscal—, el municipio tiene que tener orden interno, margen y un nivel de control administrativo que otros ayuntamientos no han logrado. Osuna lo resumió así: “Esta colaboración interinstitucional es responsable y transparente”.
El secretario de Seguridad, Serafín Tadeo Lazcano, añadió una pieza clave: “La SSPC está en un proceso de reingeniería para potenciar al máximo sus recursos humanos y materiales”. Lo dicho: equipamiento no basta si no se acompaña de transformación institucional.


Desde el micrófono, May volvió a las causas: “Estamos atendiendo las raíces de la inseguridad y realizando inversiones históricas para robustecer nuestras fuerzas”. También agradeció el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum: “Su compromiso con Tabasco nos permite avanzar con rumbo firme”, afirmó.
Mientras tanto, en la explanada, se alineaban las patrullas, los chalecos balísticos, los equipos de cómputo, los escáneres, las luminarias y los transformadores que el municipio ha instalado en 45 localidades: 3 mil 800 luminarias y 212 postes, un detalle que suele olvidarse cuando se habla de seguridad, pero que reduce delitos donde antes gobernaba la penumbra.
El director de la Policía Estatal, Alonso Jiménez Pérez, lanzó un mensaje a sus elementos: “Cumplan con honestidad y responsabilidad”. Era una frase que en Tabasco había dejado de escucharse durante años de crisis y silencios oficiales.
El cierre de la jornada dejó una lectura clara: mientras algunos municipios usan el FORTAMUN para respirar un mes más, Centro lo está usando para cambiar la ecuación de seguridad de la capital tabasqueña. Es un dato duro, observable y medible.
Cuando un municipio administra bien, se nota.
Cuando no… también.


