El magistrado Reséndez Bocanegra felicitó a las ocho profesionistas y pidió trabajar con honestidad, integridad y transparencia por el bien de Tabasco.

Reséndez Bocanegra y la nueva estructura del TSJ: ¿Renovación o ajustes de forma?

Tras la reciente elección de Efraín Reséndez Bocanegra como presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Tabasco, el organismo judicial ha comenzado a reestructurarse con nombramientos estratégicos en áreas clave.

Estos cambios, aprobados en sesión ordinaria por el pleno de magistrados, son presentados como una señal de renovación en una institución que enfrenta críticas por su ineficiencia y falta de cercanía con la ciudadanía. Pero, ¿estas designaciones marcan realmente un cambio sustancial en el TSJ, o son ajustes necesarios para mantener la maquinaria judicial en marcha?

¿NOMBRES NUEVOS O MISMAS PRÁCTICAS?

El nombramiento de Juan Pablo Rábago Contreras como Oficial Mayor y Eduardo Antonio de Mucha Ocaña como secretario particular del presidente, así como el de Rosalinda Santana Pérez como magistrada adscrita a la presidencia, son parte de la nueva estructura del TSJ.

Santana Pérez, con 31 años de servicio en el Poder Judicial, es una figura que ha recorrido todos los peldaños de la carrera judicial. Aunque su perfil podría verse como un reconocimiento a la experiencia y trayectoria interna, algunos críticos se preguntan si esta estructura verdaderamente sacudirá el statu quo del sistema judicial en Tabasco.

Por otro lado, la llegada de figuras como César Ángel Marín Rodríguez a la Contraloría del TSJ refuerza la idea de Reséndez Bocanegra de vigilar las prácticas judiciales con mayor rigor. El nuevo contralor tendrá la responsabilidad de asegurar que el desempeño administrativo del TSJ responda a los principios de probidad que tanto ha reiterado el nuevo presidente del tribunal. Sin embargo, para muchos observadores, la verdadera prueba de fuego será cómo se combate la ineficiencia interna y si se logra agilizar el trabajo del Poder Judicial sin caer en las viejas costumbres de simulación.

UN TSJ CON DESAFÍOS ESTRUCTURALES PROFUNDOS

El Poder Judicial en Tabasco, con un presupuesto anual superior a los mil millones de pesos y una plantilla de más de 2,500 empleados, enfrenta problemas que van más allá de los simples nombramientos. La congestión de expedientes, el “tortuguismo” en la resolución de casos y la percepción de una justicia que favorece a los poderosos, han sido críticas constantes que Reséndez Bocanegra deberá enfrentar.

Su insistencia en la implementación de nuevas tecnologías para agilizar los procesos es, sin duda, un paso en la dirección correcta, pero aún está por verse si los nombramientos en áreas clave, como la Dirección de Tecnologías de la Información, encabezada por Germán Alberto García Mollinedo, podrán convertir esas promesas en realidad.

El reto más grande no es solo modernizar la institución desde el punto de vista tecnológico, sino también generar un cambio cultural dentro del TSJ que acerque la justicia a los ciudadanos comunes.

La consigna de Reséndez Bocanegra de tener un “Poder Judicial de territorio” suena bien en el papel, pero su implementación requerirá no solo la buena voluntad de los nuevos funcionarios, sino un esfuerzo coordinado entre los diferentes niveles de la estructura judicial.

LA RENOVACIÓN: ¿APARIENCIA O FONDO?

Lo que queda por analizar es si estos nombramientos representan un verdadero giro en la forma de operar del TSJ o si son cambios cosméticos que buscan mantener la apariencia de renovación sin atacar los problemas de fondo. En Tabasco, la justicia ha sido vista durante mucho tiempo como lenta y distante.

Para que la gestión de Reséndez Bocanegra marque una diferencia real, deberá enfocarse en mucho más que solo designar funcionarios con trayectorias sólidas. Tendrá que garantizar que estos nombres traigan consigo resultados medibles en términos de eficiencia, transparencia y proximidad con los ciudadanos.

En resumen, el nuevo equipo de Reséndez Bocanegra tiene ante sí un reto monumental: demostrar que el Poder Judicial puede ser una institución eficaz y cercana a la población, y no un ente burocrático distante que responde solo a sus propios intereses. El tiempo dirá si esta reestructuración será suficiente para lograr ese objetivo o si, como en muchas otras ocasiones, los cambios solo quedarán en la superficie.


NOMBRAMIENTOS CLAVE

  • Juan Pablo Rábago Contreras, Oficial Mayor.
  • Eduardo Antonio de Mucha Ocaña, secretario particular.
  • Rosalinda Santana Pérez, magistrada adscrita a la presidencia.
  • María Elvia Morán Peralta, secretaria de Acuerdos del TSJ.
  • Germán Alberto García Mollinedo, director de Tecnologías de la Información.