CDMX.— En el contexto de las tensiones comerciales en Norteamérica, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró categóricamente que México no es utilizado como una puerta de entrada para productos chinos hacia Estados Unidos o Canadá.
La declaración, hecha durante su conferencia matutina en el Palacio Nacional, marca un posicionamiento firme del gobierno mexicano ante las acusaciones de que el país facilita el ingreso de mercancías asiáticas a través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
ACUSACIONES Y DEFENSA MEXICANA
Recientemente, funcionarios canadienses y estadounidenses, incluido el presidente electo Donald Trump, han sugerido que México podría estar sirviendo como plataforma para que productos chinos a bajo costo ingresen al mercado norteamericano, desafiando las reglas de origen del T-MEC. “Esa idea de que México es una puerta de entrada para productos chinos es falsa”, sentenció Sheinbaum.
La mandataria respaldó sus afirmaciones con datos específicos: “Los automóviles que fabricamos en México contienen solo un 7 por ciento de componentes chinos, mientras que en Estados Unidos ese porcentaje es del 9 por ciento. Esos datos muestran que cumplimos con las reglas de origen del tratado”, explicó.
Además, la presidenta aseguró que su gobierno presentará pruebas en las próximas reuniones con Canadá y Estados Unidos, dejando claro que México no solo respeta las reglas del T-MEC, sino que está comprometido con su fortalecimiento como un acuerdo trilateral.
PLAN PARA REDUCIR LA DEPENDENCIA DE CHINA
Sheinbaum también adelantó que su administración, a través de las secretarías de Hacienda y Economía, trabaja en un plan para sustituir importaciones provenientes de China por productos fabricados en México.
Este proyecto busca fomentar la producción nacional y reducir el desequilibrio comercial con el gigante asiático, que alcanza casi los 80 mil millones de dólares.
EL CONTEXTO POLÍTICO Y COMERCIAL
La posición de Sheinbaum llega en un momento clave. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró recientemente que, aunque su preferencia es mantener el T-MEC como un acuerdo trilateral, no descarta explorar otras opciones si surgen desacuerdos con México. Ante estas declaraciones, la presidenta fue tajante: “El tratado es muy bueno para los tres países, y estamos firmemente comprometidos con su continuidad”.
Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que las primeras conversaciones formales para la revisión del T-MEC se llevarán a cabo en febrero de 2025. Estas negociaciones serán cruciales para abordar las inquietudes de los socios comerciales y garantizar que el acuerdo siga siendo beneficioso para las tres naciones.
PUNTO POR PUNTO: MÉXICO DEFIENDE SU POSICIÓN EN EL T-MEC
- Acusaciones internacionales: Canadá y Estados Unidos señalan que México podría ser un canal para productos chinos a bajo costo.
- Respuesta de Sheinbaum: La presidenta desmintió las acusaciones con datos sobre reglas de origen, destacando que los componentes chinos en productos mexicanos son mínimos.
- Plan económico: México desarrolla una estrategia para sustituir importaciones chinas con producción nacional.
- Compromiso con el T-MEC: México insiste en la importancia del acuerdo trilateral y busca mantenerse como base del comercio regional.
- Próximas negociaciones: Las conversaciones formales sobre la revisión del T-MEC comenzarán en febrero de 2025.
EL IMPACTO DE LA DECLARACIÓN
La postura de Claudia Sheinbaum no solo responde a las acusaciones internacionales, sino que también busca proyectar a México como un socio confiable y competitivo en el contexto del T-MEC.
Al tiempo que refuta las preocupaciones de Canadá y Estados Unidos, su administración prepara el terreno para fortalecer la economía nacional a través de la producción local y la reducción de importaciones chinas.
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