En medio de una creciente controversia dentro y fuera de Venezuela, el presidente Nicolás Maduro anunció que se juramentará el próximo 10 de enero de 2025 para un nuevo mandato que abarcará hasta 2031. Este anuncio se produce tras los resultados de los comicios del 28 de julio, que han sido fuertemente cuestionados tanto por la oposición venezolana como por la comunidad internacional. Pese a las acusaciones de fraude, Maduro insistió en que su victoria es legítima y garantizada por la Constitución.
En un discurso ante miles de simpatizantes en el estado La Guaira, Maduro afirmó que la juramentación se realizará “con el pueblo en la calle, por millones”, mientras desestimó las afirmaciones de la oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, que insiste en haber ganado las elecciones. Las críticas opositoras se basan en el hecho de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no ha publicado los resultados desglosados de las votaciones, lo que alimenta las sospechas de manipulación. A pesar de esto, el Tribunal Supremo de Justicia ha convalidado la proclamación de Maduro como presidente.
El clima político en Venezuela es más tenso que nunca. La oposición, representada por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha denunciado que el 83.5 % de las actas recabadas por testigos opositores muestran una clara victoria de González Urrutia, quien se encuentra en el exilio en España desde septiembre. No obstante, el chavismo sigue aferrándose al poder, en lo que muchos ven como un proceso electoral sin transparencia.