El gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, enfrenta un doble desafío en materia de infraestructura hospitalaria: concluir el Hospital General de Cárdenas, una obra que ha sufrido años de retrasos, y garantizar la construcción del nuevo Hospital de Alta Especialidad Gustavo A. Rovirosa en Villahermosa.
Ambos proyectos están interconectados no solo por sus objetivos en la mejora del sistema de salud, sino también por las decisiones estratégicas que definirán su viabilidad.
En una reunión reciente con la presidenta Claudia Sheinbaum, se demostró una condición clara: sin el hospital de Cárdenas terminado, no habrá recursos para el nuevo Rovirosa. Esto coloca al gobierno de Tabasco en una carrera contra el tiempo para cumplir con los plazos establecidos.
LA SEDENA COMO EJECUTORA CLAVE
Para garantizar la finalización del hospital de Cárdenas, el gobierno estatal ha recurrido a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), conocida por su experiencia en la construcción de infraestructura pública.
Según May, esta decisión responde a la urgencia del proyecto ya la capacidad comprobada de la Sedena para cumplir en tiempos críticos.
“La experiencia que tiene la Secretaría de la Defensa para construir en el tiempo que requerimos es fundamental. Por eso se les asigna esta obra”, afirmó el gobernador. El tiempo no es solo un factor técnico; es una variable que define costos y beneficios en un estado con urgencias apremiantes en salud pública.
DEL ESTANCAMIENTO AL AVANCE
El secretario de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas, Daniel Casasús Ruz, confirmó que el contrato vigente para la construcción del hospital de Cárdenas será rescindido debido a incumplimientos significativos.
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Este proceso, actualmente en etapa de conciliación, debería finalizar en los próximos 20 días hábiles. Una vez concluido, se espera que la Sedena asuma el control del proyecto a inicios de 2024.
Este movimiento marca una ruptura con las prácticas de contratación que han frenado el avance de importantes obras en Tabasco. La administración estatal apuesta por un modelo más efectivo, confiando en una institución militar que ha demostrado ser un actor confiable en proyectos estratégicos recientes.
EL ROVIROSA: UNA APUESTA DE ALTA ESPECIALIDAD
El Hospital Dr. Gustavo A. Rovirosa es una de las cinco instituciones de salud más importantes del estado, pero su capacidad actual no responde a las crecientes demandas del sistema de salud tabasqueño.
Su sustitución por un nuevo hospital de alta especialidad es una prioridad para mejorar la atención en áreas críticas como traumatología.
Sin embargo, el inicio de su construcción depende directamente de la conclusión del hospital de Cárdenas. Esta dependencia estratégica subraya la importancia de resolver de manera eficiente los retrasos históricos en la obra, que hasta ahora han sido un último para los planos de desarrollo en el sector salud.
CLAVES DEL PROYECTO HOSPITALARIO
- Hospital General de Cárdenas:
- Estado actual: Obra inconclusa y contrato en proceso de rescisión.
- Ejecutor: Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
- Plazo estimado: Inicios de 2024.
- Nuevo Hospital Dr. Gustavo A. Rovirosa:
- Condición: Su construcción depende de la conclusión del hospital de Cárdenas.
- Importancia: Atención especializada en traumatología y alta especialidad.
- Inversión en obra pública (2024):
- Proyectos carreteros: 530 millones de pesos.
- Infraestructura educativa: 400 millones de pesos.
- Bienestar social: 377 millones de pesos.
- Agua potable: 166 millones de pesos para 8 proyectos clave.
UNA CARRERA CONTRARRELOJ
El diseño de estos proyectos hospitalarios definirá no solo el rumbo de la infraestructura en salud, sino también la percepción del gobierno de Javier May sobre su capacidad para cumplir con los compromisos estratégicos. La apuesta por la Sedena refleja un cambio de paradigma hacia una gestión más eficiente, pero también impone un estándar alto para proyectos futuros.
En un contexto donde las demandas de salud pública son urgentes y los recursos escasos, el gobierno tabasqueño tiene poco margen de error. Concluir el hospital de Cárdenas y avanzar hacia el nuevo Rovirosa no son solo metas administrativas; son promesas que, de cumplirse, podrían transformar el acceso a la salud en el estado.
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