En el marco del Día de Muertos, la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta, en su segundo mandato al frente del municipio de Centro, ha lanzado un despliegue festivo que no solo sorprendió a los habitantes, sino que también elevó las apuestas en la arena pública.
Con una inversión notable y una programación que incluyó desfiles de catrinas, altares monumentales, actividades culturales y exposiciones, Osuna hizo del festival “Celebrando la Eternidad” un espectáculo que acaparó la atención y los reflectores en la capital tabasqueña.
Entre los susurros del evento, algunos observadores no pudieron evitar notar el tono de la “puesta en escena”, que bien podría interpretarse como una demostración de músculo político para quien quiera verlo.
Para una alcaldesa que no pertenece al grupo político del actual gobernador Javier May, esta celebración tiene un sabor especial.
En cada rincón del Centro Histórico, las calles fueron decoradas con coloridas ofrendas y tapizadas de flores de cempasúchil, ofreciendo a los asistentes un espectáculo visual pocas veces visto en festividades municipales.
Osuna Huerta ha tirado la casa por la ventana, y con ello, ha logrado conectar con un público ansioso de tradiciones, a la vez que ha enviado un mensaje indirecto, pero contundente, sobre su capacidad organizativa y su visión a largo plazo.
LA ‘ETERNIDAD’ COMO ESCENARIO DE VISIÓN POLÍTICA
El festival, que comenzó desde el 28 de octubre y se extiende hasta el 1 de noviembre, se ha convertido en un trampolín cultural que revitaliza la Zona Luz y otros puntos emblemáticos de Villahermosa
Con actividades como el desfile de catrinas “Gallo de las Ánimas” y el Tzompantli Monumental “Eternidad” en el Palacio Municipal, la administración de Osuna aprovechó la ocasión para transformar los espacios públicos en verdaderos centros de atracción cultural.
Este tipo de despliegue, que usualmente podría esperarse de un gobierno estatal, habla de una alcaldía dispuesta a proyectarse mucho más allá de sus límites administrativos.
En el contexto político, la apuesta de Yolanda Osuna no pasa desapercibida. Para una figura que aspira a ser más que una líder local en el futuro, cada acto se convierte en un pulso, en un mensaje sutil pero cargado de intención para sus adversarios y aliados por igual.
Aunque sus palabras permanecen en el terreno de la cortesía y la cordialidad, sus acciones hablan de una ambición bien calculada, de alguien que entiende que, en la política, cada festividad es una oportunidad.
ENTRE EL COLOR Y LA COMPETENCIA, UN FESTIVAL QUE DEJA HUELLA
Los habitantes de Villahermosa y los visitantes han sido testigos de un festival de Día de Muertos inusualmente vibrante, que ha contado con eventos como el encendido de velitas en altares, conciertos, charlas sobre la tradición de los muertos y la participación de colectivos culturales y artísticos.
Desde el corredor gastronómico en el malecón hasta las charlas en el Centro Cultural, el “Celebrando la Eternidad” se ha consolidado como un proyecto que impacta, pero que también subraya una diferencia de estilo y visión en la gestión.
Si el Día de Muertos de este año deja alguna enseñanza, es que en Villahermosa, las festividades pueden convertirse en escenarios de competencia y proyección.
La alcaldesa Osuna Huerta ha demostrado que, aunque cada acto tenga su fin, en política la verdadera eternidad se encuentra en la memoria que dejas en el pueblo y en los pasos calculados que das en el escenario público. Y en esta ocasión, ha dejado claro que no está dispuesta a pasar desapercibida.
LOS EVENTOS DESTACADOS
- Desfile “Gallo de las Ánimas”: Desfile de catrinas en el Centro Histórico.
- Tzompantli Monumental “Eternidad”: Instalado en el Palacio Municipal.
- Actividades Culturales y Artísticas: Charlas, conciertos, talleres y presentaciones.
- Encendido de velitas en altares: Zona Luz, creando un ambiente místico y tradicional.