El gobernador Javier May Rodríguez y el gerente de División de Distribución Sureste de la CFE, Erik Lastiri Casilla.

Energía con rostro humano: la subestación que abre posibilidades… y plantea desafíos

El lunes 13 de octubre de 2025 se convirtió en un día clave para la villa Luis Gil Pérez y su zona de influencia. Allí, el gobernador Javier May Rodríguez, acompañado del gerente de Distribución Sureste de la CFE, Erik Lastiri Casilla, inauguró una subestación eléctrica cuya construcción se había detenido.

Con una inversión de 77.21 millones de pesos, el anuncio fue presentado como un reencuentro del poder público con la justicia social energética en Tabasco.

La obra, que beneficiará a más de 25 mil 268 personas de al menos cinco comunidades del municipio de Centro y zonas aledañas, es simbólica: no sólo pone infraestructura sobre tierra, sino que pretende restituir una promesa largamente pendiente.

En una tierra donde cortes, sobrecargas y deficiencias eléctricas son parte del cotidiano de los ciudadanos, este tipo de acciones pueden virar la percepción entre un gobierno ausente y uno que al menos asume voluntad de cambio.

El trabajo coordinado y la voluntad de servir transforman de forma eficiente la realidad de nuestras comunidades”, dijo el gobernador ante los pobladores presentes, retórica que busca trascender al acto protocolario.

LO QUE DICE LA SUBESTACIÓN — Y LO QUE NO

Técnicamente, la subestación cuenta con una capacidad de 30 MVA, opera con 6 alimentadores en media tensión 115/13.8 KV, y atenderá comunidades como Villa Luis Gil Pérez, Río Tinto, Guineo, Buenavista, Corregidora Ortiz y Pascacio Gamboa. Esos datos, presentados por la CFE, ofrecen certidumbre al esquema técnico. Sin embargo, hay preguntas relevantes:

  • ¿Cómo se garantiza mantenimiento permanente, no solo la inauguración?
  • ¿Qué mecanismos habrá para evitar fugas, sobrecargas o desconexiones?
  • ¿Qué papel jugarán los usuarios locales y las juntas municipales en la vigilancia del buen funcionamiento?

La retórica del mandatario y la empresa estatal sugiere una alianza firme entre los gobiernos federal, estatal y la CFE. May reconoció la gestión ante la presidenta Claudia Sheinbaum y destacó también a las secretarias de Energía (Luz Elena González) y de la CFE (Emilia Calleja Alor) como aliadas para cerrar “deudas históricas” energéticas en el estado.

Sin embargo, el paso de la inauguración al día a día de servicio requerirá no solo voluntad política, sino también recursos continuos, personal técnico localizado y un sistema de supervisión ciudadana.

SUBSIDIO ELÉCTRICO + CONVENCIMIENTO POLÍTICO

Cabe mencionar otro anuncio político relevante que antecede a esta inauguración: el propio lunes, el gobernador informó que su administración renovó el convenio con la CFE para que el subsidio estatal eléctrico esté activo de octubre 2025 a marzo 2026. Con una inversión estimada de 457 millones de pesos, el programa beneficiará a más de 500 mil hogares con tarifa doméstica.

Este movimiento es doble: por un lado, es un paliativo frente a la reducción del subsidio federal en el periodo “fuera de verano”; por otro, fortalece la narrativa de un gobierno que “no abandona” a la gente cuando baja el presupuesto federal. La secretaria de Medio Ambiente, Sheila Cadena Nieto, precisó que el apoyo a tarifa 1F se mantendrá todo el año, aunque en distintos niveles según la temporada.

En paralelo, se activó un operativo con más de 200 electricistas de la CFE para mantenimiento, inspección de circuitos, detección de puntos calientes y cambios de transformadores en todo Tabasco. Este esfuerzo técnico es indispensable para que las promesas no se queden en gestos inaugurales.

EL DESGASTE POLÍTICO Y TÉCNICO

Toda obra de infraestructura, por imponente que sea el momento de su apertura, lleva horas de operación que pueden revelar grietas. Por un lado, el riesgo es que la subestación se convierta en un acto aislado, si no se le dota de recursos, personal local o un plan de supervisión constante.

De otro lado, la competencia política estará al acecho: ¿cómo afectará esto las próximas elecciones municipales o estatales? El gobernador May y los aliancistas buscan que esta obra entre al imaginario colectivo: “No fue ayer, fue ahora que nos ocupamos”.

También es posible que, con el paso de los meses, surjan fallas técnicas —cortes, deficiencias de voltaje— que obliguen al gobierno a responder públicamente. Ahí se verá si el discurso de justicia social se sostiene frente a los reclamos ciudadanos.

SIGNIFICADO SIMBÓLICO Y POLÍTICO EN TABASCO

Este tipo de obras sirven como bisagra narrativa. En el discurso oficial, se presenta como la primera de varias subestaciones que vendrán. En comunidades vulneradas por años sin servicios, es un mensaje de frontera: “Hoy sí nos vemos”.

Pero el crédito —el verdadero capital político— dependerá de que los hogares vean más luz, menos interrupciones, menos cobros extraordinarios y mejor garantía del servicio.

En ese sentido, la energía se convierte en un activo político que genera expectativas, lealtades y, eventualmente, decepciones. El desafío para la administración será transformar promesas en operaciones confiables y duraderas, no en monumentos efímeros.

Puntos clave para entender el impacto

  • Inversión estatal–federal: 77.21 millones de pesos
  • Beneficiarios directos: más de 25,268 personas
  • Capacidad técnica: 30 MVA y 6 alimentadores 115/13.8 KV
  • Alcance geográfico: comunidades de Centro y zonas aledañas
  • Subsidio agregado: 457 millones para apoyar a 500 mil hogares
  • Reto crítico: mantenimiento constante, supervisión local, respuesta frente a fallas