EU. A tan solo 25 días de las elecciones, la carrera entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se ha intensificado, reflejando un panorama electoral marcado por la incertidumbre y la polarización.
Según una encuesta reciente del Wall Street Journal en siete estados decisivos, ambos candidatos se encuentran prácticamente empatados, con Trump liderando en Nevada y Harris manteniendo ligeras ventajas en varios otros estados.
Los datos son claros: Trump se posiciona con un 47% frente al 42% de Harris en Nevada, mientras que en Arizona, Michigan, Wisconsin y Georgia, la vicepresidenta lleva una ventaja de apenas uno o dos puntos. En Pennsylvania y Carolina del Norte, el expresidente lidera por un punto, pero la competencia sigue siendo feroz. El margen de error de la encuesta, de alrededor de 5 puntos, destaca la fragilidad de estas cifras.
Entre los votantes de estos estados, la preferencia se inclina levemente hacia Trump, quien supera a Harris con un 46% frente a un 45% en el total. Esta división muestra que, a pesar de que el 93% de los encuestados afirma que votará por su candidato del partido, los votantes independientes están casi igualmente divididos: 40% para Harris y 39% para Trump. Esto subraya la delicada balanza en la que se basa la contienda electoral.
Mientras tanto, otras encuestas también revelan resultados mixtos. Una reciente del New York Times muestra a Harris liderando en Pennsylvania, un estado crucial con 19 votos del Colegio Electoral, mientras que otra encuesta indica que Trump tiene la delantera en Arizona.
Esta variabilidad es indicativa de un clima político volátil, donde la percepción de los votantes sobre quién puede manejar mejor la economía parece inclinarse hacia Trump, quien se considera más capacitado en temas como la inflación y la inmigración.
En este contexto, el aborto emerge como un tema en el que Harris gana confianza, con un 51% de apoyo frente a solo un 35% para Trump. Sin embargo, la economía, un tema predominante para los votantes, parece ser la piedra angular que podría definir el rumbo de estas elecciones.
Con la votación anticipada ya en marcha en algunos estados, el tiempo se agota para ambos candidatos. La presión por atraer a los indecisos se intensifica, y la posibilidad de que los acontecimientos en las próximas semanas cambien el rumbo de la campaña es palpable.
Las elecciones de noviembre no solo representan una prueba de fuego para Harris y Trump, sino también una oportunidad para que los votantes expresen su voz en un país cada vez más polarizado.
Los estados clave están en juego, y la incertidumbre se convierte en el telón de fondo de una contienda que promete ser histórica. ¿Quién realmente tiene la ventaja en esta carrera? La respuesta, sin duda, se irá desvelando a medida que se acerque el día de la elección.