En el corazón de Villahermosa, la Quinta Grijalva ha sido durante décadas más que una residencia oficial: ha representado el poder, la opulencia y la política en Tabasco. Desde su construcción en 1895, este inmueble se convirtió en un emblema de exclusividad, testigo de decisiones cruciales y celebraciones que marcaban el rumbo del estado.
Pero la historia da giros inesperados, y ahora, bajo el mandato de Javier May Rodríguez, la Quinta inicia una nueva etapa como Centro Cultural Quinta Grijalva, un espacio abierto a la ciudadanía.
El próximo 6 de diciembre, sus puertas se abrirán al público, marcando un hito en la relación entre el poder político y la sociedad tabasqueña. Este cambio no solo redibuja el mapa cultural de Tabasco, sino que también redefine los usos de los símbolos del poder. ¿Cómo llegó la Quinta en este momento? ¿Qué significa este cambio para el estado y su historia?
UN EMBLEMA DEL PODER POLITICO
La Quinta Grijalva no siempre fue sinónimo de lujo y política. Su historia comenzó a finales del siglo XIX, cuando funcionaba como una finca agrícola bajo el nombre de
Cerro de Guadalupe. En 1946, el gobernador Francisco J. Santamaría la adquirió y la renombró como Quinta Isabel, en honor a su esposa. Sin embargo, fue en 1953 cuando el gobernador Manuel Bartlett Bautista la convirtió en residencia oficial del Ejecutivo estatal, dándole el nombre con el que se la conoce hoy.
Desde entonces, la Quinta fue testigo de eventos que marcaron la vida política y social del estado. Jorge Priego Martínez, cronista e historiador, recuerda que los primeros
bailes de embajadoras se celebraron allí en 1953. “Eran eventos llenos de glamour, organizados en una terraza junto a la alberca. Para la sociedad tabasqueña, asistir era un verdadero honor”, relata.
Las cenas y recepciones en sus jardines se reunían a la élite política, empresarial y cultural, consolidando a la Quinta como un espacio donde convergían el lujo y las decisiones políticas.
EL COSTO DE LA EXCLUSIVIDAD
Sin embargo, mantener la Quinta Grijalva implicaba un costo considerable. Durante el sexenio de Arturo Núñez, la residencia absorbió 176 millones de pesos, destinados a su mantenimiento y operación. Solo en 2017, la factura de electricidad ascendió a 824 mil pesos, mientras que la nómina de 81 empleados consumía 6.7 millones de pesos anuales.
En un estado con carencias apremiantes en salud, educación y vivienda, estos gastos desataron críticas. Activistas y ciudadanos cuestionaron cómo se justificaba este nivel de inversión en un inmueble que representaba una tradición anclada en el pasado, más que una necesidad del presente.
EL SIMBOLISMO DEL CAMBIO
El anuncio de Javier May Rodríguez de transformar la Quinta en un centro cultural marca un giro importante en la vida de este espacio. Siguiendo el ejemplo de
Los Pinos, que en 2018 dejó de ser la residencia presidencial para convertirse en un espacio cultural, Tabasco redefine la relación entre el poder político y su legado material.
“La Quinta Grijalva, durante décadas símbolo de exclusión, será ahora un lugar para todos”, aseguró May en un evento reciente. La decisión también refleja un enfoque de austeridad y una apuesta por promover el acceso a la cultura en un estado donde este tipo de espacios son limitados.
UN NUEVO ROSTRO CULTURAL
El Centro Cultural Quinta Grijalva no solo cambia de función, sino también de identidad visual. A través de una convocatoria abierta, se recibieron 89 propuestas para diseñar su logotipo. El ganador, Julio Beli Ruvalcaba Ávalos , creó una representación estilizada de la fachada principal de la Quinta, con líneas arquitectónicas que evocan elegancia y apertura.
La secretaría de Cultura, Aída Castillo Santiago, destacó que este ejercicio fomenta la participación ciudadana y refuerza el sentido de pertenencia. El logotipo ya ha iniciado su proceso de registro ante el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual.
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La transformación de la Quinta Grijalva es un símbolo poderoso de cómo los espacios que alguna vez representaron el poder exclusivo pueden resignificarse en lugares de inclusión y servicio. Más que un cambio funcional, este giro invita a reflexionar sobre la importancia de que los símbolos del pasado se alineen con las demandas y valores del presente.
La Quinta Grijalva ya no será un refugio del poder político, sino un puente entre la historia y la ciudadanía. Su apertura marca el inicio de una nueva era para Tabasco, una en la que la cultura y la inclusión se colocan en el centro de la vida pública.
¿CÓMO SE COMPARA LA QUINTA CON OTROS ESPACIOS CULTURALES?
Espacio cultural | Ubicación | Origen | Función actual |
---|---|---|---|
Quinta Grijalva | Villahermosa, Tabasco | Residencia oficial de 18 gobernadores | Centro Cultural |
Los Pinos | Ciudad de México | residencia oficial presidencial | Centro cultural y espacio publico |
Quinta Gameros | Chihuahua, Chihuahua | Residencia privada | Museo Regional de Arte y Cultura |