Héctor I. Tapia
México es un país que vive en sus mitos. Sus héroes son eternos, sus traidores son condenados sin juicio y sus ciclos históricos se repiten como si la historia se escribiera en espiral. Y en el centro de esa espiral está Tabasco, una tierra donde la historia nunca se cierra.
Aquí, hace 500 años, murió el último emperador mexica, Cuauhtémoc, colgado de una ceiba en Izancanac, lo que hoy es Tenosique. Aquí terminó la resistencia indígena. Pero también aquí, en Centla, empezó la Conquista en 1519, cuando Hernán Cortés libró su primera batalla contra los mayas chontales. Aquí comenzó el despojo.
Aquí, siglos después, nació José María Pino Suárez quien tuvo la opción de huir y salvarse, pero prefirió morir en la Ciudad de México al lado de Francisco I. Madero en la Decena Trágica. Y aquí nació Andrés Manuel López Obrador, el hombre que, desde la presidencia, rompió con la herencia neoliberal y restauró la soberanía del país.
México sigue atrapado en su historia. En 1525, Hernán Cortés justificó el asesinato de Cuauhtémoc diciendo que era un peligro para el orden español. En 2025, Donald Trump amenaza con declarar terroristas a los cárteles mexicanos, lo que abriría la puerta a una posible intervención de Estados Unidos. Los argumentos cambian, pero la lógica es la misma.
TABASCO EN LOS MOMENTOS CLAVE DE LA HISTORIA DE MÉXICO
Año | Evento | Lugar en Tabasco | Impacto |
---|---|---|---|
1519 | Batalla de Centla | Centla | Primera batalla entre indígenas y españoles en México; inicio de la Conquista. |
1525 | Ejecución de Cuauhtémoc | Izancanac, Tenosique | Fin de la resistencia indígena; consolidación del dominio español. |
1869 | Nacimiento de Pino Suárez | Tenosique | Futuro vicepresidente de México y símbolo de lealtad en la Revolución. |
1913 | Asesinato de Pino Suárez | Ciudad de México | Huerta consolida el golpe contra Madero; traición a la democracia. |
1953 | Nacimiento de AMLO | Macuspana | Político que desafiaría el neoliberalismo y marcaría la Cuarta Transformación. |
2018 | AMLO gana la presidencia | México | Inicio de un gobierno con énfasis en soberanía y combate al neoliberalismo. |
Cuauhtémoc, Pino Suárez, López Obrador. Tabasco ha dado hombres que resisten.
Pero también dio a La Malinche, la mujer que la historia convirtió en traidora, aunque fue una esclava vendida en Centla antes de convertirse en intérprete de los españoles. ¿Realmente traicionó, o solo hizo lo que debía para sobrevivir?
Cinco siglos después, las preguntas siguen abiertas. ¿Es casualidad que todo esto tenga un hilo conductor?
CUAUHTÉMOC: EL EMPERADOR QUE MURIÓ EN TABASCO
Tabasco fue testigo del principio y del fin de la resistencia indígena. En Centla, en 1519, los mayas chontales intentaron frenar el avance español y fueron derrotados. Se abrieron las puertas de México. En Izancanac, en 1525, la última esperanza de resistencia fue colgada de una ceiba.
Cuauhtémoc, el último emperador mexica, no murió en Tenochtitlán, ni en una batalla heroica. Murió en Tabasco, ejecutado bajo órdenes de Hernán Cortés, con la excusa de una supuesta conspiración. Su muerte no fue solo el asesinato de un hombre, sino la sentencia definitiva para los pueblos indígenas que aún creían en la posibilidad de rebelarse.
Cuando la Gran Tenochtitlán cayó el 13 de agosto de 1521, los españoles capturaron a Cuauhtémoc. La imagen del joven tlatoani, derrotado pero de pie, se convirtió en una de las escenas más recordadas de la historia mexicana. Se dice que, cuando lo llevaron ante Hernán Cortés, pidió que lo matara de inmediato con su propio puñal.
Pero Cortés tenía otros planes. Cuauhtémoc valía más vivo que muerto. Lo convirtió en rehén, símbolo del sometimiento mexica. Durante meses, los españoles exigieron saber dónde estaba el oro de Moctezuma. Para presionarlo, lo sometieron a una de las torturas más infames de la Conquista: le quemaron los pies con aceite hirviendo.
Su respuesta quedó grabada en la historia: “¿Estoy acaso en un baño o en un deleite?”
A pesar de la tortura, Cuauhtémoc nunca dijo nada.
EL VIAJE SIN REGRESO A TABASCO
En 1525, cuatro años después de la caída de Tenochtitlán, Hernán Cortés emprendió una expedición hacia las Hibueras (actual Honduras). Quería sofocar una rebelión de un capitán español, pero también tenía miedo de que Cuauhtémoc liderara una nueva revuelta indígena.
Decidió llevarlo consigo, junto con otros nobles mexicas, bajo la excusa de que así evitaría cualquier conspiración en México. Pero el verdadero motivo era eliminarlo.
¿CUÁNTAS VECES HAN INTENTADO INTERVENIR EN MÉXICO?
Año | País Intervencionista | Pretexto Usado |
---|---|---|
1521 | España | “Evangelización y civilización” (Conquista de Tenochtitlán). |
1846-1848 | EE.UU. | “Defensa territorial” (Guerra de Intervención; México pierde la mitad de su territorio). |
1862-1867 | Francia | “Restauración del orden” (Intervención Francesa; Maximiliano impuesto como emperador). |
1914 | EE.UU. | “Defensa de ciudadanos americanos” (Invasión de Veracruz durante la Revolución). |
2025 | EE.UU. (Trump y republicanos) | “Guerra contra los cárteles” (Intento de declararlos terroristas y justificar intervención militar). |
La expedición fue un desastre. Selvas inexploradas, tormentas, enfermedades y hambre volvieron el viaje insoportable. En medio de la travesía, Cortés acusó a Cuauhtémoc de planear su asesinato. No hubo juicio, ni pruebas, solo la paranoia del conquistador.
El 28 de febrero de 1525, en Izancanac, Tabasco, Cuauhtémoc fue colgado de una ceiba, el árbol sagrado de los mayas. La resistencia indígena terminaba ahí.
EL SILENCIO DE LA HISTORIA
México ha convertido a Cuauhtémoc en un símbolo de dignidad y resistencia. Pero la historia oficial lo recuerda más por su valentía en la caída de Tenochtitlán que por su ejecución en Tabasco.
CUAUHTÉMOC VS. LA MALINCHE – DOS CARAS DE LA HISTORIA
Característica | Cuauhtémoc | La Malinche |
---|---|---|
Origen | Noble mexica | Noble nahua, vendida como esclava. |
Destino | Capturado y ejecutado por Cortés en Tabasco. | Convertida en intérprete y aliada de los españoles. |
Percepción histórica | Héroe de la resistencia. | “Traidora” por ayudar a Cortés. |
Legado actual | Símbolo de la dignidad mexicana. | Figura debatida; algunas feministas la reivindican como sobreviviente. |
Tal vez porque su muerte no fue heroica, sino arbitraria. Tal vez porque reconocerla implicaría aceptar que los conquistadores no solo vencieron con armas, sino con miedo y traición.
500 años después, Cuauhtémoc sigue siendo un fantasma incómodo. Su historia se repite en los discursos sobre la soberanía, la intervención extranjera y el papel de México frente a las potencias.
¿Cómo debe resistir un país cuando la amenaza viene de afuera?
Cuauhtémoc murió sin responder esa pregunta. México sigue buscándole respuesta.
¿LA PRIMERA TRAIDORA O LA PRIMERA SOBREVIVIENTE?
La historia de México tiene dos grandes mitos: el héroe que resiste y la traidora que entrega la patria. Cuauhtémoc, el último emperador mexica, es el símbolo de la dignidad que no se doblega. La Malinche, en cambio, fue condenada a cargar con la culpa de la Conquista.
Pero, ¿realmente traicionó a alguien?
Malintzin nació en Painala, en la provincia mexica de Coatzacoalcos, en una región que partía sus fronteras con Tabasco. Hija de una familia noble, su destino parecía asegurado dentro de la estructura de poder indígena.
Pero la historia tomó otro rumbo. Fue vendida por su familia a comerciantes mayas, quienes la llevaron a la zona de Centla. Luego fue revendida en más de una ocasión, hasta terminar como esclava en Tabasco.
En marzo de 1519, tras la derrota maya-chontal en la Batalla de Centla, Hernán Cortés recibió un tributo de 20 mujeres. Entre ellas estaba Malintzin.
A diferencia de las demás, ella tenía algo que la hacía única: hablaba tanto náhuatl como maya. Y en cuestión de meses, aprendió español.
De esclava a pieza clave de la Conquista. Malintzin no solo traducía, interpretaba. Sabía lo que cada lado quería escuchar. Entendía los códigos de poder de los indígenas y las ambiciones de los españoles. Sin ella, Cortés no habría podido negociar alianzas, evitar emboscadas ni manipular los odios entre los pueblos indígenas.
¿TRAIDORA O ESTRATEGA?
Por siglos, La Malinche ha sido considerada la mujer que entregó México. Pero la historia es más compleja:
• No era mexica. Su pueblo había sido sometido por los aztecas. ¿Por qué habría de defender un imperio que los oprimía?
• Los indígenas no eran un solo pueblo unido. Los tlaxcaltecas, los totonacas y muchos otros grupos vieron en los españoles una oportunidad de liberarse del dominio mexica.
• ¿Realmente tenía opción? ¿Se habría podido rebelar sin ser asesinada? La Conquista fue un juego de supervivencia, y Malintzin supo jugarlo.
Malintzin no era una víctima pasiva, pero tampoco tenía el poder de decidir el destino de México. Se adaptó, entendió las reglas del poder y sobrevivió.
EL PESO DEL MACHISMO EN SU HISTORIA
Si la historia mexicana fuera justa, el verdadero traidor habría sido Hernán Cortés, el hombre que destruyó un imperio a cambio de oro. Pero México necesitaba un villano indígena. Y Malintzin encajó perfectamente en ese papel.
• Porque era mujer. A los hombres que negocian con el enemigo se les llama políticos pragmáticos; a las mujeres, malinchistas.
• Porque tuvo un hijo con Cortés. Martín, su primogénito, fue uno de los primeros mestizos de México. La historia no la recuerda como madre, sino como traidora.
• Porque la narrativa oficial necesitaba culpables. La Conquista no podía ser solo un genocidio perpetrado por españoles; tenía que haber una indígena que les ayudó.
La Malinche no conquistó México, pero sin ella la Conquista habría sido diferente.
LA SOBERANÍA Y LA TRAICIÓN EN EL MÉXICO ACTUAL
Malintzin fue acusada de entregar la soberanía indígena. 500 años después, la discusión sigue viva.
Hoy, cuando México enfrenta presiones externas, cuando se discute si aceptar la intervención de Estados Unidos contra el narcotráfico, vuelve la misma pregunta: ¿Qué es realmente la traición?
¿Es adaptarse para sobrevivir o resistir hasta la muerte Malintzin no puede responder. Pero México aún no encuentra la respuesta.
EL QUE PREFIRIÓ MORIR ANTES QUE TRAICIONAR
En un país donde la política está llena de traiciones, deserciones y cambios de bando, José María Pino Suárez es una anomalía histórica. Pudo salvarse, pudo negociar, pudo escapar. Pero no lo hizo. Prefirió morir a lado de Francisco I. Madero.
Su historia no es la de un revolucionario con rifle en mano. Fue un intelectual, un político, un periodista. Pero cuando llegó el momento de elegir entre la vida y la lealtad, eligió la segunda.
José María Pino Suárez nació el 8 de marzo de 1869 en Tenosique, Tabasco. Desde joven mostró inclinación por las letras y el periodismo. No era un hombre de armas, sino de ideas.
Se educó en Mérida, Yucatán, y desde ahí se involucró en la lucha contra la dictadura de Porfirio Díaz. Fue fundador del periódico El Peninsular, donde publicó textos contra el régimen, lo que lo llevó a ser perseguido por la policía porfirista.
Pero su destino cambió en 1909, cuando conoció a Francisco I. Madero.
EL HOMBRE DE CONFIANZA DE MADERO
Pino Suárez se convirtió en uno de los primeros en apoyar el movimiento antirreeleccionista de Madero. No era un caudillo, ni un general, ni un hombre de armas. Era un idealista.
Cuando Madero ganó la presidencia en 1911, le ofreció la vicepresidencia. Pino Suárez aceptó, pero con reservas. Sabía que la Revolución no había terminado.
Desde la vicepresidencia, impulsó reformas agrarias y apoyó la educación pública, pero el gobierno de Madero estaba asediado por traiciones.
LA DECENA TRÁGICA Y LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD DE HUIR
En febrero de 1913, los generales Victoriano Huerta, Félix Díaz y Manuel Mondragón lanzaron un golpe de Estado contra Madero. Lo que siguió fue un baño de sangre. Durante diez días, la Ciudad de México fue el escenario de bombardeos, combates callejeros y traiciones en cadena.
Cuando Huerta logró consumar el golpe, Madero y Pino Suárez fueron arrestados. La presión internacional obligó a Huerta a ofrecerles el exilio.
Pero Pino Suárez se negó.
Le dijeron que podía salvarse, que tenía una salida. Pero para él, huir significaba traicionar a Madero y a la causa democrática.
El 22 de febrero de 1913, fueron trasladados a la Penitenciaría de Lecumberri. Horas después, Huerta ordenó su ejecución.
EL VICEPRESIDENTE QUE NO HUYÓ
Aquella noche, en las afueras de la penitenciaría, los federales asesinaron a Madero y Pino Suárez con disparos a quemarropa. Pino Suárez pudo vivir, pero eligió la muerte.
En un México donde los políticos cambian de partido sin pudor, donde la traición es la regla y no la excepción, su historia parece increíble. Lealtad en la política mexicana: ¿una reliquia del pasado?
La historia mexicana está llena de malinches y traidores, pero pocos Pino Suárez. 500 años después de Cuauhtémoc, México sigue atrapado en el dilema de la traición y la lealtad. José María Pino Suárez creyó en la democracia cuando nadie más lo hacía. Murió por ella. La pregunta es si, un siglo después, México ha estado a la altura de su sacrificio.
EL TABASQUEÑO QUE DESAFIÓ EL SISTEMA
Tabasco ha sido cuna de figuras que marcaron momentos de quiebre en la historia de México. Cuauhtémoc resistió hasta la muerte. La Malinche sobrevivió adaptándose. Pino Suárez prefirió morir antes que traicionar. Y luego está Andrés Manuel López Obrador, el presidente que se propuso romper con el viejo régimen y refundar el país desde sus cimientos.
Para sus seguidores, es un revolucionario sin armas, un líder que devolvió la política a las mayorías y desmanteló el sistema de privilegios neoliberales. Para sus críticos, es un populista autoritario que polarizó al país y concentró demasiado poder en su figura.
Pero lo que nadie puede negar es que AMLO es el político más influyente del México contemporáneo.
EL POLÍTICO QUE NO SE RINDIÓ
Andrés Manuel López Obrador nació el 13 de noviembre de 1953 en Tepetitán, Macuspana, Tabasco. Creció en una familia modesta y estudió Ciencias Políticas en la UNAM.
Su carrera comenzó en el PRI, pero en 1988 rompió con el partido y se unió a la corriente democrática que daría origen al PRD. En esos años, lideró protestas contra fraudes electorales en Tabasco, caminó kilómetros en marchas contra la corrupción y se convirtió en un símbolo de la oposición de izquierda.
Su primer intento de llegar a la presidencia fue en 2006. Perdió por menos del 1% de los votos ante Felipe Calderón, en una elección marcada por acusaciones de fraude. En 2012, volvió a intentarlo y perdió contra Enrique Peña Nieto. Pero no se rindió. En 2018, en su tercer intento, arrasó en las urnas con el 53% de los votos, rompiendo con décadas de alternancia entre PRI y PAN.
EL COMBATE AL NEOLIBERALISMO
A su llegada al poder, López Obrador basó su gobierno en una idea central: acabar con el neoliberalismo. Para él, la privatización de las empresas del Estado fue un error que debilitó la soberanía de México y benefició solo a las élites. Entre sus medidas más emblemáticas fueron:
• Rescatar Pemex y la CFE.
• Cancelar la reforma energética que permitía más inversión privada en el sector.
• Construir el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles.
• Eliminar fideicomisos y recortar presupuestos para organismos autónomos.
Sus seguidores ven en esto una lucha contra la corrupción y el regreso del Estado como rector de la economía. Sus críticos argumentan que debilitó contrapesos democráticos y centralizado el poder.
EL CHOQUE CON EU: NACIONALISMO EN TIEMPOS DE CRISIS
Desde el inicio de su gobierno, AMLO intentó redefinir la relación con Estados Unidos. Fue pragmático en temas como la migración, pero defendió con firmeza la soberanía energética y el papel del Estado en la economía.
Su relación con Donald Trump fue de altibajos, pero con Joe Biden encontró mayores diferencias.
El punto de quiebre llegó cuando el presidente Trump amenazó, estando ya en la presidencia Claudia Sheinbaum, con declarar a los cárteles mexicanos como “terroristas”, abriendo la puerta a una posible intervención militar en México.
Sheinbaum enfrenta el reto de mantener la soberanía nacional en un contexto donde las presiones externas han aumentado con el regreso de Trump al poder.
TRUMP, LOS ARANCELES Y EL ENEMIGO EXTERNO
México ha pasado siglos defendiéndose de amenazas extranjeras, desde la Conquista hasta las intervenciones francesas y estadounidenses del siglo XIX. Pero en el siglo XXI, las invasiones ya no se hacen con espadas ni cañones, sino con discursos políticos, sanciones económicas y presiones diplomáticas.
El presidente Donald Trump lo entendió mejor que nadie. Su estrategia es clara: convertir a México en el villano de su narrativa política.
Primero, lo culpó de la crisis migratoria. Luego, lo responsabilizó por el tráfico de drogas. Después, amenazó con sanciones económicas y declaró terroristas a los cárteles mexicanos, una jugada que abre la puerta a una posible intervención militar en el país.
DE LA CONQUISTA A LA GUERRA CONTRA EL NARCO
La historia es cíclica. En 1521, Hernán Cortés justificó la invasión de México-Tenochtitlán diciendo que los mexicas eran “bárbaros” que necesitaban ser civilizados. En 2025, el argumento es que los cárteles mexicanos son una amenaza global que debe ser erradicada.
La pregunta es la misma: ¿Realmente se busca ayudar a México o se está fabricando un pretexto para intervenir?
Con Trump de vuelta en la Casa Blanca, la presión contra México ya comenzó. Sus amenazas de intervenir militarmente contra los cárteles ahora se han convertido en órdenes ejecutivas, y la tensión con Sheinbaum es evidente.
El discurso es claro: si el gobierno de México no actúa “lo suficiente” contra el narcotráfico, Estados Unidos tomará el asunto en sus manos.
Pero el argumento tiene grietas. El fentanilo que mata a miles de estadounidenses no se produce en su totalidad en México. Muchos de los precursores químicos provienen de Asia. Además, los cárteles no existirían sin la demanda de drogas en Estados Unidos.
Entonces, ¿se trata realmente de un combate al crimen o de un juego político?
LOS ARANCELES COMO ARMA POLÍTICA
Trump no solo usó la seguridad como pretexto, también amenazó con la economía. En 2019, impuso un arancel del 5% a todas las exportaciones mexicanas, presionando a México para que reforzara su política migratoria. El mensaje es claro: si no haces lo que quiero, te haré pagar. México tuvo que movilizar a la Guardia Nacional en la frontera sur para detener el flujo de migrantes. El chantaje funcionó.
Hoy ante las nuevas amenazas de intervención y las sanciones económicas, Claudia Sheinbaum ha respondido con una postura de soberanía.
• Rechazó la propuesta de declarar terroristas a los cárteles.
• Criticó a Estados Unidos por no controlar su mercado de drogas.
• Planteó la integración económica de América Latina como contrapeso al dominio estadounidense.
Pero la pregunta es: ¿hasta dónde puede resistir México?
El país depende económicamente de Estados Unidos. Más del 80% de sus exportaciones van al mercado estadounidense. Si Trump decide golpear con nuevos aranceles, el daño económico puede ser severo.
¿Cuánto tiempo más podrá México evitar una nueva subordinación?
La historia mexicana está marcada por la resistencia a la intervención extranjera. Cuauhtémoc murió por negarse a someterse. Pino Suárez murió por defender su lealtad. Sheinbaum Pardo construyó su discurso en torno a la soberanía, pero el reto es enorme. La presión de Washington seguirá. La pregunta no es si habrá nuevas amenazas, sino cómo responderá México cuando lleguen.
DONDE TODO EMPIEZA Y TODO REGRESA
Tabasco es un epicentro de la historia de México. Aquí comenzó la Conquista y aquí terminó la resistencia indígena. Aquí nació un vicepresidente que prefirió morir antes que traicionar y un presidente que se propuso desmantelar el sistema neoliberal.
Cinco siglos después, la historia sigue abierta. Estados Unidos vuelve a amenazar con intervenir en México, esta vez con la excusa del narcotráfico. Y el dilema de siempre regresa: ¿hasta dónde debe resistir México y hasta dónde debe adaptarse?
La Malinche optó por la adaptación y fue condenada por ello. Cuauhtémoc resistió hasta la muerte y fue convertido en héroe. Pino Suárez eligió la lealtad absoluta y fue asesinado.
Sheinbaum Pardo ha construido su presidencia sobre la idea de la soberanía, pero el futuro de esa soberanía sigue en juego. La historia no se cierra. El México de hoy sigue enfrentando las mismas preguntas que sus antepasados. ¿Es mejor negociar o resistir?
¿Es mejor ceder para sobrevivir o enfrentar las consecuencias de la lealtad?
En Tabasco han surgido todas las respuestas posibles. La historia, como el agua de sus ríos, sigue fluyendo. La pregunta es: ¿quién marcará el próximo capítulo?
¿CUÁNTO DEPENDE MÉXICO DE EE.UU. ECONÓMICAMENTE?
81%
Exportaciones
$63,000M
Remesas
38%
PIB
+20,000
Empresas
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