CDMX.— La decisión de eliminar el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y otros organismos autónomos no es, según la presidenta Claudia Sheinbaum, un golpe a la democracia, sino un paso necesario para combatir la corrupción y redistribuir los recursos públicos de manera más eficiente.
“La transparencia es una obligación gubernamental, no una excusa para sostener una burocracia dispensada”, sentenció la mandataria durante su conferencia matutina.
En su exposición, Sheinbaum presentó datos que respaldan esta afirmación. Desde 2018, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha documentado presuntos abusos en el INAI, como el uso indebido de tarjetas corporativas, nepotismo en contrataciones y presiones a trabajadores para entregar hasta el 60% de sus salarios a superiores.
“Esos excesos no son compatibles con un sistema que debería garantizar la rendición de cuentas”, subrayó Sheinbaum, quien calificó estos actos como parte de una cultura de corrupción institucionalizada.
UN AJUSTE NECESARIO: DATOS QUE INCOMODAN
Las irregularidades señaladas en el INAI pintan un panorama crítico. Según la ASF, los comisionados del instituto habrían usado recursos públicos para pagar centros nocturnos, viajes al extranjero y comidas costosas. Además, se detectan prácticas de nepotismo, como la creación de puestos para beneficiarios a personas específicas.
Sheinbaum no se limitó a exponer estos casos; También argumentó que la desaparición del INAI permitirá redirigir los recursos antes destinados a este organismo —más de mil millones de pesos al año— hacia áreas prioritarias como cultura, educación y defensa. “No se trata de debilitar la transparencia, sino de fortalecerla con un modelo más austero y funcional”, explicó.
EL NUEVO MODELO: CENTRALIZACIÓN Y AUSTERIDAD
Las funciones del INAI serán absorbidas por la nueva Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, la cual, según Sheinbaum, implementará un sistema más accesible para que la ciudadanía consulte la información pública y supervise los gastos gubernamentales. “La transparencia no debe depender de una estructura costosa; es una obligación de todas las dependencias”, dijo.
Este argumento tiene un doble filo. Por un lado, simplificar el acceso a la información y reducir costos operativos suena atractivo en términos de eficiencia. Por otro, la concentración de estas funciones en el Ejecutivo genera dudas sobre la preservación de los contrapesos democráticos.
CULTURA, EDUCACIÓN Y DEFENSA COMO PRIORIDADES
Sheinbaum defendió que los ahorros derivados de la desaparición del INAI y otros organismos autónomos se destinarán a sectores estratégicos que han enfrentado rezagos históricos.
En el caso de la cultura, mencionó que los recursos se usarán para fortalecer las escuelas del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), atendiendo las demandas de los estudiantes sobre infraestructura y operación.
Además, se contempla un aumento en los salarios de los soldados del Ejército, cuyos ingresos han quedado rezagados frente a los de la Guardia Nacional. “Es un acto de justicia redistributiva”, afirmó Sheinbaum, argumentando que estos ajustes no solo optimizan el presupuesto, sino que atienden necesidades urgentes.
UN ANÁLISIS INTEGRADO: ENTRE EL AHORRO Y LOS RIESGOS DEMOCRÁTICOS
La desaparición del INAI plantea un debate profundo. ¿Es este un movimiento para mejorar la eficiencia del gasto público o un retroceso en materia de contrapesos institucionales?
Sheinbaum asegura que el modelo centralizado no sacrificará la transparencia, sino que la hará más accesible. Sin embargo, el riesgo de concentrar funciones en el Ejecutivo no puede ser ignorado.
Si el gobierno logra implementar un sistema efectivo de rendición de cuentas y redistribuir los recursos hacia sectores prioritarios, la reforma podría ser un modelo a seguir. Pero si falla, el costo será alto: pérdida de confianza ciudadana y un retroceso en los avances democráticos.
EL PESO DE LAS DECISIONES
La apuesta de Sheinbaum no solo busca redibujar el mapa institucional, sino también proyectar una narrativa de eficiencia y combate a la corrupción. Sin embargo, la eficacia del nuevo modelo dependerá de su capacidad para garantizar que los ahorros se traduzcan en beneficios tangibles para la sociedad, sin comprometer la transparencia ni la rendición de cuentas.
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DEL INAI A LA SECRETARÍA ANTICORRUPCIÓN
Año | Evento |
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2002 | Se crea el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI). |
2015 | El IFAI se transforma en el INAI con mayores atribuciones. |
2018 | La PPA detecta irregularidades en el uso de recursos del INAI. |
2023 | Reportes detallan abusos en tarjetas corporativas, nepotismo y gastos no justificados. |
2024 | Se aprueba la desaparición del INAI en la Cámara de Diputados. |
2025 | Las funciones del INAI son transferidas a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno. |