CDMX. Claudia Sheinbaum ha hecho historia al convertirse en la primera presidenta de México, pero lo ha hecho en un contexto que, lejos de ser favorable, se presenta cargado de retos inmediatos. El entusiasmo que aún genera su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, sigue vivo, pero la realidad que enfrenta es compleja. Con una sonrisa al asumir el cargo, Sheinbaum fue aclamada por el Congreso con el histórico grito de “¡Presidenta! ¡Presidenta!”, un momento sin precedentes en más de 200 años de historia política en el país.
A sus 62 años, Sheinbaum no llega a la presidencia como una improvisada. Su trayectoria va de la ciencia a la política, y ahora se enfrenta a un país marcado por problemas urgentes: la devastación de Acapulco tras el paso de huracanes, los altos niveles de violencia que asolan distintas regiones y una economía que, aunque estable, tiene asignaturas pendientes.
UN TRIUNFO PARA LAS MUJERES Y UN RETO PARA LA NACIÓN
En su discurso inaugural, Sheinbaum lanzó un mensaje contundente, sobre todo a las mujeres que han luchado en el anonimato: “Este triunfo no es solo mío, es de todas las mujeres que soñaron con un país donde no importa si nacemos mujeres u hombres, podamos alcanzar nuestros sueños sin que nuestro género determine nuestro destino”. Un mensaje cargado de simbolismo en un país donde la brecha de género aún es una lucha diaria.
Las promesas de Sheinbaum no se alejan del legado de López Obrador. Control de precios en gasolina y alimentos, expansión de programas sociales, apoyo a la inversión y proyectos de vivienda y ferrocarriles son algunos de los pilares que esbozó en su discurso. Sin embargo, cuando llegó el momento de hablar sobre el crimen organizado, el tema apenas fue mencionado. Su estrategia de “abrazos, no balazos” seguirá, pero con más inteligencia y un enfoque investigativo. “No habrá un retorno a la guerra irresponsable contra el narcotráfico”, aseguró la nueva presidenta, reafirmando su línea.
CONTINUIDAD CON OBRADOR, PERO CON UN NUEVO ESTILO
El apoyo popular a Sheinbaum no es menor: ganó con casi el 60% de los votos en junio, impulsada por la popularidad de López Obrador. Pero la nueva mandataria no es AMLO. Donde el expresidente gobernaba con cercanía y carisma, Sheinbaum deberá demostrar eficacia en un país dividido. “Donde López Obrador era carismático, Claudia Sheinbaum tendrá que ser efectiva”, advirtió Carlos Pérez Ricart, un analista político.
Uno de sus primeros desafíos será lidiar con el narcotráfico. Su primer viaje como presidenta será a Acapulco, devastado recientemente por el huracán John, donde la población aún se recupera de los estragos del huracán Otis de 2023. Además, enfrentará la violencia creciente en Culiacán, donde las facciones del Cártel de Sinaloa mantienen a la ciudad bajo un estado de constante tensión.
ENERGÍA, MEDIO AMBIENTE Y EL FUTURO DE MÉXICO
Sin embargo, Sheinbaum también ha planteado áreas de oportunidad. Con un doctorado en ingeniería energética, ha subrayado la urgencia de abordar el cambio climático y promover energías renovables. En su discurso, mencionó la necesidad de limitar la producción de petróleo a 1.8 millones de barriles diarios, y se comprometió a impulsar la eficiencia energética, consciente de que México necesita diversificar sus fuentes de energía.
Con el control legislativo de Morena en ambas cámaras, Sheinbaum tiene el apoyo necesario para avanzar en su agenda, pero el país sigue profundamente polarizado. Su capacidad para mantener el equilibrio entre un México que sigue apoyando el legado de López Obrador y aquellos que lo rechazan será fundamental para el éxito de su gobierno. En este contexto, hizo un llamado a la cooperación económica con Estados Unidos y Canadá, destacando la interconexión de sus economías.
UN CAMINO LLENO DE OBSTÁCULOS
La nueva presidenta de México ha comenzado su mandato con grandes expectativas. Su habilidad para navegar entre las tensiones internas y los desafíos internacionales definirá si su gobierno será recordado como la consolidación del proyecto de la Cuarta Transformación o como un periodo de promesas incumplidas.
RETOS Y PROMESAS
- Principales retos: Narcotráfico, recuperación de Acapulco, violencia en Culiacán.
- Promesas clave: Control de precios, expansión de programas sociales, energías renovables.
- Apoyo legislativo: Morena controla ambas cámaras del Congreso, lo que le otorga poder para avanzar en su agenda.