El derecho a una vivienda digna, tantas veces relegado al plano discursivo, ha tomado un lugar central en la estrategia del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo
Con el Programa Nacional de Vivienda para el Bienestar, que busca edificar un millón de hogares en todo el país, las políticas habitacionales están posicionándose como un motor clave para el desarrollo social y económico.
En Tabasco, donde el déficit de viviendas para trabajadores ha sido una constante histórica, el gobernador Javier May Rodríguez y el director general del Infonavit, Octavio Romero Oropeza, anunciaron avances que trazan un panorama alentador, aunque no exento de retos.
Durante un encuentro con los 17 presidentes municipales de la entidad, se delinearon los detalles de este ambicioso programa que contempla la construcción de 64,500 viviendas en Tabasco a lo largo del sexenio, una cifra que destaca por su magnitud y alcance.
Este proyecto no solo representa una oportunidad de brindar acceso a la vivienda, sino que se proyecta como un generador de empleos y un catalizador económico para una región que históricamente ha enfrentado rezagos en infraestructura básica.
TABASCO, PRIORIDAD EN LA AGENDA NACIONAL
El director del Infonavit, Octavio Romero Oropeza, fue enfático al señalar que Tabasco es una prioridad para el gobierno federal debido a su déficit habitacional.
Este esfuerzo se enmarca dentro de la meta de construir un millón de viviendas a nivel nacional, con 500 mil a cargo del Infonavit y el resto gestionado por la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI).
Romero Oropeza subrayó que, a diferencia de otras dependencias, el Infonavit cuenta con recursos provenientes de los ahorros de las y los trabajadores, lo que brinda una mayor flexibilidad financiera para alcanzar e incluso superar las metas propuestas.
El énfasis en Tabasco no es casual. La entidad no solo enfrenta una alta demanda de viviendas, sino que también se perfila como un espacio estratégico para coordinar esfuerzos entre el gobierno federal, estatal y los municipios.
Durante la reunión, los presidentes municipales expusieron los terrenos disponibles para iniciar con la construcción de viviendas, alineándose con los tiempos establecidos por el programa.
LA VIVIENDA COMO MOTOR ECONÓMICO Y SOCIAL
El gobernador Javier May Rodríguez destacó que este proyecto no solo resolverá necesidades básicas de vivienda, sino que será un generador de empleo y dinamismo económico en Tabasco.
La construcción de 64,500 hogares implica no solo un impacto directo en las familias beneficiadas, sino también en sectores como el de la construcción, los insumos locales y los servicios públicos asociados a las nuevas comunidades.
Por su parte, autoridades locales como los alcaldes de Centro, Paraíso y Cárdenas reafirmaron su compromiso para garantizar que los terrenos estén disponibles y cuenten con la infraestructura básica necesaria.
Esta colaboración interinstitucional será crucial para evitar cuellos de botella y garantizar que las viviendas no solo se construyan, sino que se conviertan en espacios habitables y funcionales.
EL RETO DE LA EJECUCIÓN: ¿QUÉ SE NECESITA PARA QUE ESTE PROGRAMA SEA EXITOSO?
Aunque el Programa Nacional de Vivienda para el Bienestar plantea una visión esperanzadora, la ejecución será determinante para que se traduzca en resultados tangibles.
Expertos en urbanismo han señalado que el éxito no solo depende de cumplir con las metas de construcción, sino de garantizar que estas viviendas cuenten con servicios básicos, accesibilidad y conectividad, aspectos que históricamente han sido desafíos en programas similares.
Además, es fundamental que los procesos de selección de beneficiarios sean transparentes y que se implementen mecanismos de supervisión para evitar irregularidades.
Como lo han mostrado experiencias previas, el diseño de políticas habitacionales debe integrar una perspectiva de largo plazo que contemple el mantenimiento de las viviendas y la sostenibilidad de las comunidades.
UN MODELO REPLICABLE PARA EL FUTURO
Tabasco tiene la oportunidad de convertirse en un modelo para replicar en otras regiones del país.
Si logra superar los desafíos de coordinación intergubernamental, gestión de recursos y planificación urbana, este programa podría sentar las bases de una política habitacional sólida que trascienda administraciones y se convierta en un pilar del desarrollo nacional.
Al cierre de la reunión, las autoridades estatales y municipales coincidieron en que este proyecto es más que un simple esfuerzo de infraestructura: es una apuesta por el bienestar de las familias y por la reactivación económica de Tabasco.
Y en un contexto donde las políticas públicas muchas veces carecen de impacto local, el Programa Nacional de Vivienda para el Bienestar tiene el potencial de marcar una diferencia tangible en la vida de miles de tabasqueños.
AVANCES DEL PROGRAMA NACIONAL DE VIVIENDA
- 64,500 viviendas serán construidas en la entidad durante el sexenio.
- 1 millón de viviendas es la meta nacional: 500 mil a cargo del Infonavit y 500 mil de la CONAVI.
- 17 municipios tabasqueños se preparan con terrenos disponibles para la ejecución del programa.