Foto: @LaFabricaMX_

Terror meteorológico: La DANA arrasa Valencia, España y deja un mortal desastre

Las inundaciones mortales que devastaron la región de Valencia y cobraron la vida de al menos 217 personas en España son solo la punta del iceberg en un fenómeno que podría repetirse con más frecuencia. La DANA, o depresión aislada en niveles altos, ha dejado una marca imborrable en el mapa del cambio climático, y expertos advierten que este tipo de desastres son el resultado de un planeta cada vez más caliente. No es solo una tormenta; es una señal de que el clima extremo ya no es una excepción, sino la nueva norma.

¿Qué es la DANA y por qué es tan destructiva?

Este fenómeno meteorológico es una mezcla peligrosa de aire frío y caliente que, al chocar, genera lluvias intensas y persistentes, capaces de devastar comunidades enteras en pocas horas. A diferencia de las tormentas comunes, la DANApuede formarse sin influencia de corrientes polares o tropicales, permitiendo que el aire caliente sobre el Mediterráneoimpulse grandes nubes cargadas de agua que descargan torrentes sobre las mismas zonas. Esto no solo incrementa el riesgo de inundaciones; también eleva el potencial de granizo y tornados, como ocurrió la semana pasada.

Cambio climático: el factor detrás de la DANA

Los científicos advierten que el calentamiento del Mediterráneo podría estar convirtiendo a fenómenos como la DANA en eventos más comunes y letales. La investigadora en hidrología Hannah Cloke advierte que estamos viendo “las huellas del cambio climático en lluvias de este tipo” y que las alertas tempranas no fueron suficientes para evitar las muertes. Mientras la infraestructura y los sistemas de evacuación se quedan atrás, cada DANA pone en riesgo la vida de quienes subestiman su impacto.

Una historia de advertencias ignoradas

Aunque en el pasado cualquier lluvia otoñal intensa era conocida como “gota fría”, los expertos insisten en que las DANAs actuales son una amenaza mayor y con consecuencias mucho más graves. Los sistemas de alerta podrían mejorar, pero, como hemos visto, la verdadera protección está en comprender y respetar la magnitud de estos fenómenos. Sin duda, el paso de la última DANA deja una lección para todos: el clima extremo ha llegado para quedarse.

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