Claudia Sheinbaum sostuvo que ella platicará con el pueblo. “Desde mi perspectiva para eso está la secretaría de Gobernación”, aseguró.

Sheinbaum refuerza lazos con gobernadores, pero marca distancia con la oposición en su estrategia

QUERÉTARO. En una conferencia de prensa que combinó gestos de cercanía política con declaraciones sobre la seguridad y la relación con la oposición, la presidenta Claudia Sheinbaum dejó en claro su postura sobre cómo lidiará con las fuerzas políticas contrarias durante su administración.

Su mensaje fue contundente: dialogará con el pueblo, mientras que la Secretaría de Gobernación será la encargada de establecer las conversaciones, cuando sea necesario, con los grupos opositores.

“Desde mi perspectiva, para eso está la Secretaría de Gobernación. Ella tiene ese papel de hablar, si es necesario, con los grupos de oposición. Pero también tiene que haber una relación de respeto mutuo.

Hay proyectos distintos y eso no tiene por qué asustar a nadie. Lo importante es que haya democracia”, afirmó Sheinbaum, en un tono que resuena con la retórica que ha caracterizado a la Cuarta Transformación (4T) desde sus inicios bajo el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El diálogo que Sheinbaum se propone sostener no es nuevo en la dinámica política de la 4T. AMLO, a lo largo de su mandato, mantuvo una postura crítica hacia la oposición, sobre todo al referirse a la “mafia del poder”, grupo que simbolizaba para el entonces presidente los intereses más corruptos y conservadores de la política mexicana.

AMLO, a diferencia de sus antecesores, se inclinó por hablar directamente con la ciudadanía en sus conferencias matutinas, un método que Sheinbaum parece dispuesta a seguir, pero con la aclaración de que el diálogo institucional con la oposición, cuando sea necesario, quedará en manos de la Secretaría de Gobernación.

LA RELACIÓN CON LA OPOSICIÓN: UN PROYECTO DISTINTO

Sheinbaum aclaró que, aunque su Gobierno colaborará con los gobernadores, independientemente de su afiliación política, no se vislumbra una relación más cercana con la oposición que la que tuvo su predecesor. “La relación con la oposición tiene que ver con ese proceso democrático”, explicó, dejando entrever que las diferencias ideológicas seguirán presentes, pero sin que esto afecte la gobernabilidad del país.

Esta dinámica recuerda el delicado equilibrio que AMLO tuvo que manejar durante su presidencia. Mientras que él optaba por una confrontación directa con la oposición, tachándola frecuentemente de corrupta y desconectada de la realidad del país, Sheinbaum parece adoptar un enfoque más matizado, donde la democracia y el respeto mutuo son centrales. Aun así, el mensaje es claro: la oposición no será vista como un aliado, sino como un actor con el que se trabajará solo cuando sea estrictamente necesario.

SEGURIDAD: UN ENFOQUE COORDINADO

En otro tema crucial, la presidenta aseguró que su administración intensificará la coordinación con las corporaciones estatales para combatir la inseguridad, uno de los mayores desafíos que enfrenta el país.

Centro de Producción de Programas Informativos y Especiales (CEPROPIE):

Transmisión de la ceremonia donde se dio inicio a los trabajos para la construcción del Tren México-Querétaro, una de las propuesta de la Presidenta Claudia Sheinbaum.

En particular, mencionó un plan de blindaje en estados como Guanajuato, que han sido fuertemente golpeados por la violencia. Este tipo de colaboración entre niveles de Gobierno marca un punto de continuidad con el enfoque de AMLO, que también priorizó la cooperación con las autoridades locales para enfrentar al crimen organizado.

El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, presente en la conferencia, relató cómo la coordinación con la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana, liderada por Omar García Harfuch, había sido clave en un reciente operativo en su estado. El episodio subraya la importancia de la estrategia de seguridad conjunta que Sheinbaum pretende consolidar a nivel federal y estatal.

UN PROYECTO DE NACIÓN

Sheinbaum cerró la conferencia reafirmando su compromiso con el proyecto de nación que ha sostenido durante años, primero como jefa de gobierno de la Ciudad de México y ahora como presidenta.

Su postura se alinea con la de AMLO: el gobierno mantendrá su curso hacia la consolidación de la Cuarta Transformación, trabajando con quien sea necesario, pero siempre con la prioridad en los intereses del pueblo y la construcción de una nueva estructura política y social.

El anuncio del inicio de los estudios preliminares para el tren MéxicoQuerétaro, un proyecto inicialmente propuesto durante la administración de Enrique Peña Nieto y detenido por escándalos de corrupción, demuestra la continuidad de la 4T en rescatar proyectos clave, pero ahora bajo la bandera de la honestidad y la eficiencia. Para Sheinbaum, esta obra es simbólica: representa tanto los errores del pasado como las oportunidades para el futuro.

En resumen, el diálogo con la oposición, en el contexto de este gobierno, estará condicionado por la lealtad al proyecto de la Cuarta Transformación, con el pueblo como el interlocutor principal y los opositores relegados al papel que la Secretaría de Gobernación considere pertinente.

La presidenta Claudia Sheinbaum deja claro que el respeto y la democracia son los cimientos sobre los que construirá su relación con los distintos actores políticos, pero siempre bajo sus términos.