La brújula que guiará a Tabasco durante los próximos seis años ha sido puesta sobre la mesa. Con la instalación del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado (Copladet), el gobernador Javier May Rodríguez ha dejado claro que su administración aspira a una dirección definida, sustentada en pilares que ya se han escuchado antes: austeridad, combate a la corrupción y desarrollo incluyente.
Sin embargo, más allá de las fórmulas retóricas, la instalación de este comité abre una pregunta clave para el futuro inmediato de Tabasco: ¿cómo trazar un rumbo cuando los desafíos son tan grandes como las oportunidades?
En un acto protocolario, pero cargado de simbolismo, el gobernador ha fijado las bases para la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo 2024-2030. Un proyecto que, según sus palabras, buscará materializar los principios del Humanismo Mexicano, heredado de su mentor político, Andrés Manuel López Obrador.
Es una promesa ambiciosa, sin duda, pero el reto no reside solo en la buena intención o en los discursos que ensalzan un futuro de progreso incluyente. El verdadero desafío será construir un plan que sea capaz de integrar las demandas de los diferentes sectores sociales y productivos de Tabasco, y hacerlo de manera coherente con las realidades económicas y políticas actuales.
LA BRÚJULA EN EL TABLERO NACIONAL
May Rodríguez ha señalado que Tabasco tiene ahora una oportunidad histórica gracias a la atención que el gobierno federal ha puesto en el sureste. Con obras colosales como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec en marcha, la posibilidad de un despegue económico es palpable. Pero esas mismas obras traen consigo la necesidad de contar con una infraestructura y políticas públicas que acompañen el crecimiento, sin caer en los errores de un pasado en el que las promesas de desarrollo se quedaron en el papel.
Por ello, el Copladet, más que un órgano burocrático, se presenta como una pieza central para articular las demandas locales con el proyecto nacional. El éxito de este esfuerzo dependerá, en gran medida, de la capacidad del gobierno de involucrar a todos los actores sociales en los Foros de Consulta Popular, un mecanismo que en teoría pretende garantizar la participación ciudadana y la inclusión de ideas frescas en el proceso de planeación. Sin embargo, la participación democrática no solo se logra con invitaciones formales, sino con una verdadera apertura al diálogo y al consenso.
MÁS ALLÁ DE LOS PRINCIPIOS
“Cumplir con hechos, no solo con palabras”, ha insistido el gobernador. Esa es la vara con la que su gobierno deberá medirse en los próximos años. En un contexto donde la ciudadanía es cada vez más crítica, la administración de May Rodríguez no puede depender únicamente de frases bien intencionadas como “no mentir, no robar, no traicionar”. Si bien esos principios son el fundamento ético de su gobierno, lo cierto es que la política demanda más que ética: requiere eficacia, resultados tangibles y una gestión que sea capaz de generar confianza y estabilidad en una entidad con desafíos tan profundos como la desigualdad social y la falta de oportunidades para los sectores más vulnerables.
El reto será demostrar que los programas sociales no solo son un paliativo, sino una herramienta efectiva para reducir la brecha de la pobreza en el estado. Asimismo, será crucial mantener finanzas sanas en un entorno donde las demandas de infraestructura y servicios son crecientes, y los recursos, limitados. La relación con el gobierno federal y el manejo de las inversiones que llegarán al estado serán piezas clave en este tablero.
EL FUTURO EN CONSTRUCCIÓN
La instalación del Copladet marca el inicio de un proceso de planeación que buscará ser democrático y participativo, pero que necesitará más que buenas intenciones para consolidarse como un instrumento de transformación. Con la cercanía de dos grandes proyectos de infraestructura nacional, el gobierno de Tabasco tiene ante sí una gran oportunidad, pero también una responsabilidad enorme: no dejar que el desarrollo pase de largo sin generar un impacto real en la vida de los tabasqueños.
Los próximos meses, con los foros de consulta y la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo, serán cruciales para definir si la administración de May Rodríguez podrá cumplir con sus promesas de un Tabasco más próspero, o si, como en el pasado, la brújula se quedará señalando un rumbo que nunca se concretó en la realidad.
Es hora de ver si el discurso se traduce en acción, si el gobierno puede trazar una ruta clara y, sobre todo, si puede sostener el rumbo que ha prometido.
Puntos Clave de la Instalación del Copladet
- Objetivo principal: Elaborar el Plan Estatal de Desarrollo 2024–2030.
- Principios rectores: Austeridad, combate a la corrupción, inclusión y progreso social, bajo el marco del Humanismo Mexicano.
- Foros de Consulta Popular: Se realizarán del 14 al 18 de octubre en los 17 municipios de Tabasco.
- Medios de participación: Buzones en presidencias municipales, correo electrónico y portal web del gobierno.
- Proyectos estratégicos: Enfoque en aprovechar el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo para el desarrollo regional.
- Compromiso del gobierno: Cumplimiento de los 50 compromisos con el pueblo, basado en “no mentir, no robar, no traicionar”.