Autoridades de Tabasco aclaran que el Parque Tomás Garrido no será intervenido. El proyecto del Museo Olmeca está en fase técnica, aún sin obras, y enfrenta una campaña de desinformación impulsada desde redes sociales.

Guerra digital por el Museo Olmeca: desinformación antes de la primera piedra

Tabasco no ha puesto la primera piedra, pero ya enfrenta su primera batalla. No es una disputa legal ni un conflicto presupuestario. Es una guerra de narrativas: silenciosa, veloz, articulada desde pantallas.

Lo que debería ser un proyecto cultural histórico, el Museo Nacional de la Cultura Olmeca, se ha convertido en objeto de fuego cruzado entre la institucionalidad y una oleada digital que mezcla dudas legítimas con intereses oscuros y tácticas de manipulación masiva.

El martes 3 de junio se presentó una propuesta arquitectónica, aún sin autorización formal, para construir un museo nacional dedicado exclusivamente a la civilización olmeca —la primera cultura mesoamericana— en el corazón del Parque Museo La Venta.

Las autoridades aclararon lo esencial: no habrá daño ambiental, ni intervención al Parque Tomás Garrido Canabal, ni tampoco trabajos iniciados. El proyecto apenas se encuentra en fase de diseño conceptual. Y sin embargo, 24 horas después, las redes sociales ardían con mensajes apocalípticos: “Ecocidio”, “Destrucción cultural”, “Negocio disfrazado de museo”.

En paralelo, comenzaron a circular imágenes alarmistas, se convocaron marchas sin datos técnicos, y aparecieron cuentas automatizadas replicando los mismos mensajes cada pocos minutos. Sin planos, sin licitación, sin siquiera una obra pública iniciada, se había desatado la tormenta.

LA CAMPAÑA: MÁS QUE DUDAS, UNA ESTRATEGIA

Lo que parecía una reacción ciudadana espontánea pronto mostró indicios de algo más elaborado: análisis metodológicos de la tendencia en X (antes Twitter) revelaron la presencia de bots, cuentas nuevas sin historial, mensajes idénticos y un patrón de publicación programada. Una operación digital diseñada, no para preguntar, sino para imponer un relato.

¿Quién se beneficia de detener un proyecto que ni siquiera ha comenzado? ¿Por qué prender fuego antes de encender la luz?

Detrás de los mensajes se identificaron activistas como Aristides Prats, vinculado anteriormente a actores políticos de oposición, que promovió un volante difundido viralmente en redes, señalando un supuesto ecocidio.

En realidad, lo que existe es una propuesta arquitectónica aún sin definirse. Y lo que no existe —a decir del INAH y del Gobierno estatal— es cualquier riesgo ambiental.

El gobierno del estado, a través del vocero Fernando Vázquez Rosas, salió al paso: “No se afectará ni el parque ni la biodiversidad. No se destruirá nada. Todo lo contrario: se preservará con asesoría del INAH y la UNESCO”.

CULTURA O POLÍTICA: EL LEGADO DE PELLICER EN DISPUTA

El colectivo de arquitectos tabasqueños, encabezado por Raúl Guzmán Priego, expresó reservas sobre el diseño difundido. Aunque reconocen que no se oponen al museo, advirtieron que debe respetarse el entorno natural e histórico. En el centro del debate emerge una figura: Carlos Pellicer Cámara, el poeta y museógrafo que concibió el Parque Museo La Venta.

Los críticos temen que su legado se pierda. El gobierno responde: “Este museo busca actualizar la visión de Pellicer, no borrarla”.

Mientras tanto, la conversación en redes continúa cargada de imprecisiones, datos manipulados y mensajes que se repiten como ecos sin origen. En medio de esta bruma digital, la ciudadanía enfrenta una paradoja moderna: protestar contra un museo que aún no existe.

UN PROYECTO EN PAUSA, UN DEBATE ENCENDIDO

La construcción del Museo Nacional Olmeca marcaría un hito: sería el primer museo nacional fuera de la Ciudad de México, y el primero en rendir homenaje total a los olmecas, civilización originaria del sur. Significaría devolver a Tabasco el protagonismo histórico que su territorio fundacional merece.

Pero esa narrativa de orgullo cultural hoy enfrenta una ofensiva que va más allá del desacuerdo. Es un intento de colonizar la conversación pública antes de que los hechos se presenten.

El proyecto sigue en revisión. Se abrirán mesas ciudadanas y técnicas. Las piezas olmecas seguirán bajo resguardo del INAH y con asesoría de la UNESCO. No hay obras. No hay daño. Pero hay guerra.

No de piedras. De narrativas.

Logotipo de WhatsApp

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Haz clic aquí