Elon Musk y Donald Trump protagonizan un conflicto sin precedentes que pone en juego el liderazgo republicano. Desde aranceles hasta el caso Epstein, los ataques son personales y políticos.

Elon Musk vs Trump: el divorcio político que podría reconfigurar el poder en Estados Unidos

WASHINGTON D.C. – Lo que comenzó como una alianza estratégica entre el empresario más influyente del planeta y el presidente más disruptivo de la historia reciente de Estados Unidos se ha transformado en una batalla campal, donde las palabras son munición y las redes sociales, el campo de combate.

Elon Musk y Donald Trump están enfrascados en una disputa pública tan feroz como impredecible. La ruptura ya no es solo personal ni ideológica: es estructural. Podría significar una redefinición del liderazgo republicano, una fractura irreparable dentro de la derecha, y la emergencia de una nueva fuerza política tecnocrática, con el sello inconfundible del magnate de Tesla.

Todo comenzó con un dardo preciso: “Los aranceles de Trump provocarán una recesión en la segunda mitad de este año”, escribió Musk en X. La crítica más dura hasta la fecha a una de las banderas fundacionales del trumpismo económico.

COLISIÓN DE TITANES

Musk no se detuvo allí. En una reacción en cadena que puso a girar el eje del poder, respondió “” a un post que pedía el impeachment de Trump y su reemplazo por el vicepresidente J.D. Vance. Era una jugada audaz, incluso para alguien acostumbrado a desafiar convenciones.

Trump reaccionó con la velocidad y el estilo que lo caracterizan: acusó a Musk de ser “ingrato” y se dijo “muy decepcionado”. Pero fue más allá. En una movida con sabor a represalia, amenazó con cancelar los contratos federales de Musk, incluyendo los multimillonarios acuerdos con SpaceX.

Las consecuencias no tardaron. Musk anunció, también por redes, que comenzaría a desmantelar la nave espacial Dragon. Luego, retrocedió. Pero el daño simbólico ya estaba hecho.

GUERRA EN REDES

El enfrentamiento no solo es público. Es digital, casi coreografiado en tiempo real. Desde la plataforma X, Musk ha activado una ofensiva en varios frentes: aranceles, gasto público, subsidios y corrupción política.

Rescató antiguos tuits de Trump para enfrentarlo consigo mismo. Uno de 2012: “No se permiten déficits”. Musk, irónico: “¡Estoy totalmente de acuerdo!”. Otro de 2013: “Me da vergüenza que los republicanos amplíen el techo de la deuda”. Musk: “Palabras sabias”.

Trump no se quedó atrás. Desde Truth Social acusó a Musk de saber “mejor que nadie” cómo se armó el proyecto de ley fiscal. Musk lo desmintió con furia: “Falso. Nunca me fue mostrado. Se aprobó en la oscuridad de la noche”.

Pero la bomba llegó después: Musk sugirió que Trump figura en los archivos no revelados del caso Jeffrey Epstein, insinuando que esa sería la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. No lo acusó directamente, pero plantó la semilla. En la política estadounidense, eso basta.

PODER Y DESLEALTAD

A esta altura, el enfrentamiento ya no se limita a posiciones ideológicas. Es una batalla por la hegemonía discursiva y electoral dentro del Partido Republicano. Musk desliza la posibilidad de crear un tercer partido y financiar campañas que desafíen a los republicanos que respaldaron el proyecto de ley fiscal.

Sin mí, Trump habría perdido las elecciones”, escribió Musk, recordando los millones que invirtió en campañas conservadoras. Y agregó: “Qué ingratitud”.

Trump le respondió con sarcasmo y amenaza: “Siempre me sorprendió que Biden no cancelara sus contratos”.

En otro post, cuando un usuario de X con solo 200 seguidores pidió calma, Musk bajó un cambio: “Buen consejo. Ok, no daremos de baja a Dragon”.

¿UNA NUEVA DERECHA?

Más allá del cruce, los asesores presidenciales trabajan contra reloj. Han programado una llamada privada entre Trump y Musk. Pero incluso si logran una tregua temporal, la fisura política e ideológica ya está expuesta.

Musk, con acceso ilimitado a capital, tecnología e influencia, ya no necesita un lugar en la mesa del poder: puede construir su propia mesa. La pregunta es si quiere hacerlo desde dentro del Partido Republicano, o si se prepara para liderar algo completamente nuevo.

EL DUELO DIGITAL ENTRE MUSK Y TRUMP

@realDonaldTrump (2012)

“Ningún miembro del Congreso debería ser elegible para la reelección si el presupuesto de nuestro país no está equilibrado… ¡No se permiten déficits!”

@elonmusk (2025)

“¡Estoy totalmente de acuerdo!”

@realDonaldTrump (2013)

“No puedo creer que los republicanos estén ampliando el techo de la deuda. ¡Soy republicano y me da vergüenza!”

@elonmusk (2025)

“Palabras sabias.”

@stillgray (2025)

“Trump debería ser destituido y JD Vance debería reemplazarlo.”

@elonmusk (2025)

“Sí”

@elonmusk (2025)

“Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT!”

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