El PAN respalda la designación de los cárteles como terroristas, lo que desata un debate en México. Morena acusa traición y advierte sobre una posible intervención de EU.

El PAN celebra intervención de EU: ¿defensa de la seguridad o traición a la patria?

CDMX.— La reciente decisión de Estados Unidos de designar a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas globales ha desatado una polémica que trasciende el ámbito diplomático y de seguridad.

En este contexto, la postura del Partido Acción Nacional (PAN) ha generado una fuerte reacción en el Congreso de la Ciudad de México y en el debate público. Mientras Morena y sus aliados califican esta postura como una traición a la patria, los panistas han respaldado la medida estadounidense bajo el argumento de que es una respuesta a la crisis de violencia que vive México.

PAN: ENTRE LA SEGURIDAD Y LA SUMISIÓN

El diputado panista Mario Sánchez Flores defendió en la tribuna del Congreso capitalino la decisión del gobierno estadounidense y propuso que las autoridades de la Ciudad de México reconozcan la presencia del crimen organizado en la capital.

Su postura fue acompañada por un agradecimiento al gobierno de EE.UU. y una declaración de respaldo a la intervención extranjera en el combate contra los cárteles. Esta declaración encendió de inmediato las críticas de Morena y sus aliados, quienes no dudaron en calificar la postura panista como “entreguista” y una afrenta a la soberanía nacional.

La diputada morenista Yuriri Ayala Zúñiga señaló que es incomprensible que el PAN reconozca a un gobierno que maltrata a los migrantes mexicanos y que históricamente ha tenido una política agresiva contra el país.

Cecilia Badillo Obregón, también de Morena, recordó que las medidas que los panistas celebran pueden abrir la puerta a una intervención militar extranjera, algo que ha sido una amenaza constante en la retórica de políticos estadounidenses.

LA SOMBRA DE LA INTERVENCIÓN MILITAR

Morena y sus aliados en el Congreso recordaron antecedentes como el Plan Mérida y el operativo Rápido y Furioso, implementados durante gobiernos panistas, y que permitieron la entrada de armas de alto calibre al país, contribuyendo a la violencia que hoy sigue desangrando a México.

La crítica principal radica en que la declaración de los cárteles como terroristas no es una simple formalidad, sino que le da a EE.UU. el marco legal para intervenir militarmente en México bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo.

El senador republicano Lindsey Graham, uno de los principales promotores de la medida, ha insinuado que Estados Unidos podría realizar operaciones militares para combatir a los cárteles. Para Morena, este tipo de declaraciones deben ser motivo de alerta para el gobierno de México, ya que podrían sentar un precedente peligroso en la relación bilateral.

SHEINBAUM Y LA RESPUESTA DEL GOBIERNO MEXICANO

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha sostenido que su administración no minimizará la amenaza del crimen organizado, pero ha sido clara en que México no permitirá una intervención extranjera.

En respuesta a la crisis de seguridad, su gobierno ha incrementado los operativos en todo el país. Solo en enero se realizaron 202 operativos, con 7,720 personas detenidas, el decomiso de 3,000 armas y el aseguramiento de 561,000 pastillas de fentanilo.

En paralelo, el Senado ha recibido una iniciativa para reformar el artículo 19 constitucional e incluir el terrorismo como delito grave. También se busca reformar el artículo 40, para establecer de manera categórica que México rechaza cualquier forma de intervención extranjera sin la autorización expresa del Estado.

Estas reformas buscan fortalecer la soberanía del país ante el riesgo de que la declaración de EE.UU. se convierta en un pretexto para la injerencia en asuntos internos.

¿UN ALIADO INCÓMODO O UN ERROR ESTRATÉGICO DEL PAN?

La postura del PAN ha generado un debate sobre si su respaldo a la medida estadounidense responde a una preocupación legítima por la seguridad del país o si, por el contrario, forma parte de una estrategia política para debilitar al gobierno de Morena y buscar un alineamiento con sectores conservadores en EU.

Sin embargo, esta estrategia conlleva riesgos, ya que el nacionalismo es un factor clave en la política mexicana, y ser percibido como un partido que promueve la intervención extranjera puede resultar políticamente costoso.

El desafío para el gobierno de Sheinbaum será mantener una postura firme en materia de seguridad sin ceder ante presiones externas y evitar que esta crisis derive en una escalada diplomática con EU. En el Congreso, Morena y sus aliados han dejado claro que no permitirán que la discusión sobre el crimen organizado sirva de excusa para vulnerar la soberanía nacional.

La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta dónde llegará la confrontación entre un PAN que respalda la intervención y un Morena que la rechaza? El tema de la seguridad en México ha dejado de ser un asunto meramente interno y se ha convertido en un punto de fricción con el vecino del norte, con el PAN tomando una postura que, para muchos, raya en la sumisión política.


CLAVES DEL CONFLICTO

  • Estados Unidos designó a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas globales.
  • El PAN felicitó al gobierno estadounidense y propuso que México reconozca la presencia de estos grupos en la CDMX.
  • Morena acusó al PAN de traición a la patria y de promover la intervención extranjera.
  • El gobierno de Sheinbaum ha reforzado operativos contra el crimen organizado y promovido reformas para fortalecer la soberanía.