El Ayuntamiento de Centro firmó un convenio con NovaGob México, organización especializada en innovación pública y gobernanza, con el objetivo de modernizar su estructura administrativa y avanzar en mejora regulatoria, atención ciudadana y procesos más eficientes.
El anuncio lo hizo la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta a través de sus redes sociales, al destacar que este acuerdo busca fortalecer el enfoque de gobierno abierto y elevar la calidad del servicio público. No es una noticia que despierte pasiones, pero sí una que, bien ejecutada, puede cambiar la manera en que se ejerce el poder público desde lo local.
QUÉ HAY DETRÁS DEL CONVENIO
Más allá del acto protocolario, el acuerdo abre la puerta a que Centro se inserte en una red iberoamericana de gobiernos que experimentan nuevas formas de hacer política pública.
NovaGob —con sede en Madrid— coordina una comunidad de más de 17 mil profesionales del sector público y administra un laboratorio de innovación, NovaGob.Lab, con metodologías para rediseñar trámites, servicios y políticas desde la participación ciudadana.
Firmamos un convenio con la Fundación Novagob México, A.C., con el propósito de seguir avanzando en la mejora regulatoria y la modernización del gobierno. Esta alianza con uno de los organismos líderes en el impulso a la innovación pública nos permitirá fortalecer la gobernanza… pic.twitter.com/P1SMuQjQXH
— Yolanda Osuna Huerta (@YolandaOsunaH) July 28, 2025
La fundación ha trabajado con ayuntamientos y gobiernos latinoamericanos para probar modelos de gestión pública basados en cocreación, datos abiertos, diseño participativo e inteligencia colectiva.
Su expansión en México ha sido paulatina pero firme, y el convenio con Centro marca un primer paso para Tabasco.
Lo relevante no es la firma, sino lo que venga después.
UN CAMBIO SIN REFLECTORES… TODAVÍA
Yolanda Osuna ha sido una presidenta municipal de perfil institucional. A diferencia de otros gobiernos locales donde el protagonismo y la estridencia marcan la agenda, su apuesta ha estado en la gestión técnica, ordenada y discreta. Eso le ha valido apoyos, pero también críticas de quienes consideran que falta fuerza política o visibilidad pública.
Este convenio confirma ese estilo: un acto sin aplausómetro, pero con potencial estratégico. NovaGob no promete transformaciones milagrosas, pero ofrece herramientas reales para mejorar la administración pública, si hay voluntad para usarlas.
La clave está en no dejar que el convenio se vuelva letra muerta.

¿QUÉ PUEDE CAMBIAR?
En términos concretos, Centro podrá acceder a:
- Diagnósticos institucionales para detectar cuellos de botella y áreas de mejora.
- Capacitación técnica para personal municipal en metodologías de innovación.
- Laboratorios ciudadanos para diseñar políticas en colaboración con vecinos y especialistas.
- Proyectos piloto en temas como movilidad, atención digital, transparencia o servicios sociales.
Todo con acompañamiento técnico, evaluación constante y posibilidad de escalar resultados exitosos.
Pero todo eso dependerá del seguimiento político. Firmar un convenio no transforma nada. Ejecutarlo bien, sí.
EL CONTEXTO POLÍTICO IMPORTA
El momento no es menor. Tabasco atraviesa un proceso de recomposición institucional. Con la llegada de Javier May al gobierno estatal y la nueva administración federal encabezada por Claudia Sheinbaum, hay una narrativa insistente en pasar de la retórica al método, de la promesa a la estructura.
Este convenio se inscribe en ese espíritu. Pero también plantea un reto: si la transformación va en serio, los municipios deben desarrollar capacidades propias, dejar de depender del centro y demostrar que pueden gestionar con eficiencia y legitimidad.
En ese sentido, la apuesta de Osuna puede leerse como un intento de alinearse a la nueva etapa del obradorismo sin renunciar a una identidad técnica y municipalista.
¿PUEDE RENDIR FRUTOS?
El éxito dependerá de si el municipio traduce este acuerdo en acciones concretas y visibles para la ciudadanía: menos filas, menos trámites absurdos, más atención rápida, mejores soluciones. Si eso ocurre, el convenio con NovaGob dejará de ser una nota breve en redes sociales para convertirse en una referencia.
Y si no ocurre, será una oportunidad perdida más, de esas que sobran en la historia reciente de Tabasco.
La administración de Yolanda Osuna no ha caído en la tentación del espectáculo, pero ahora necesita demostrar que la eficiencia silenciosa también puede transformar la vida cotidiana. Este convenio le ofrece una herramienta para lograrlo.

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