A solo días de concluir su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador muestra un inusual tono de nostalgia. El hombre que pasó casi dos décadas intentando llegar al poder, tras competir en las elecciones de 2006 y 2012, finalmente asumió la presidencia en 2018, con un apoyo masivo que lo convirtió en el primer mandatario de izquierda en México en décadas.
Ahora, después de seis años de gobierno, López Obrador se prepara para un retiro en su finca de Palenque, Chiapas, mientras reflexiona sobre su futuro, la seguridad que podría necesitar y sus deseos de tranquilidad.
Aunque en repetidas ocasiones había insistido que no tendría escolta una vez fuera de la presidencia, esta semana dejó entrever que podría reconsiderar esa decisión. Cuando se le preguntó si tendrá seguridad en su retiro en la Quinta de Palenque, López Obrador fue ambiguo: “Voy a estar, y me va a cuidar la gente, pero no temo por nada”. Sin embargo, admitió que aún no ha tomado una decisión definitiva sobre contar con algún equipo de seguridad: “Todavía no lo he resuelto”.
El tabasqueño, que siempre ha confiado en la protección de su base social, hizo un llamado a sus simpatizantes para que eviten acudir a Palenque. “Les vuelvo a pedir que no me busquen allá […] Si van, lo van a usar de pretexto mis adversarios disfrazados de periodistas para espiarme”, señaló. La solicitud no solo refleja su deseo de privacidad, sino también una estrategia para evitar que su retiro se convierta en un espectáculo mediático.
EL LEGADO DE LA PRUDENCIA
En sus últimos días en el poder, AMLO aprovechó para enviar un mensaje claro a sus seguidores: “No caigan en provocaciones”. Advirtiendo sobre posibles agresiones por parte de grupos conservadores, pidió que eviten confrontaciones políticas y no respondan con violencia: “Cuando no tienen argumentos, ya es la agresión directa y el uso de la fuerza”, sentenció.
Este llamado a la calma marca un giro en su retórica, ya que en diversas ocasiones durante su gobierno fue criticado por polarizar a la sociedad mexicana. Ahora, en su despedida, busca un tono más conciliador. “Ofrezco disculpas a quienes se sintieron afectados por las políticas que aplicamos. De ninguna manera fue nada personal, yo no odio a nadie”, añadió, en lo que podría considerarse un gesto de cierre de su ciclo presidencial.
MIL 437 MAÑANERAS: UN LEGADO PRESIDENCIAL
A lo largo de su administración, López Obrador ha realizado 1,437 conferencias matutinas. Estas ‘mañaneras’ se convirtieron en un pilar de su gobierno, un espacio desde el cual marcaba la agenda política y mediática del país. Aunque a menudo controversiales, las conferencias fueron un ejercicio de transparencia inédito en la historia reciente de México. La última mañanera, marcada por un tono reflexivo, cerró uno de los capítulos más visibles de su mandato.
UN LARGO CAMINO AL PODER
El camino hacia la presidencia de López Obrador fue largo y accidentado. Tras sus derrotas en 2006 y 2012, el líder de izquierda se mantuvo en la lucha, consolidando su base de apoyo y criticando duramente el sistema político. Finalmente, en 2018, obtuvo una victoria aplastante con más del 53 por ciento de los votos, encabezando la llamada Cuarta Transformación. Su mandato, que concluye formalmente el 30 de septiembre de 2024, será recordado por su enfoque en los programas sociales y su lucha contra la corrupción, pero también por la polarización que generó entre sus críticos y simpatizantes.
Al finalizar su gestión, AMLO se despide de la vida pública con la promesa de retirarse completamente de la política, dedicándose a escribir y vivir en tranquilidad en su finca en Palenque. Sin embargo, los desafíos que deja al país, desde la economía hasta la seguridad, seguirán siendo parte del debate político en los próximos años.
¿QUÉ SIGUE PARA AMLO?
La etapa postpresidencial de López Obrador está aún por definirse. Su retiro, según él mismo ha señalado, será un momento de reflexión y escritura. Sin embargo, la sombra de su influencia sobre el país y su partido, Morena, continuará pesando. Mientras tanto, el país se prepara para una transición histórica con Claudia Sheinbaum a punto de asumir la presidencia, con la promesa de seguir los lineamientos marcados por AMLO, pero con un estilo propio.
En este último acto, AMLO parece dar un paso atrás, no sin antes pedir que su figura sea respetada, y que su retiro sea eso: un verdadero retiro.