Autoridades de Centro enfrentan incendios durante el estiaje con acciones preventivas y coordinadas. Se garantiza abasto de agua potable pese al uso intensivo para emergencias.

Incendios y estiaje ponen a prueba la respuesta municipal en Centro

El estiaje, la mala disposición de residuos y el rezago en normas de control ambiental han coincidido en un punto crítico: la generación de incendios en zonas vulnerables. Aunque las autoridades aseguran que los sistemas hídricos están preparados para soportar la temporada seca, los focos rojos se encienden con la misma rapidez que los pastizales arden.

La presidenta municipal de Centro, Yolanda Osuna Huerta, aseguró que el municipio mantiene garantizado el abasto de agua potable para la población, gracias a labores preventivas y mantenimiento en zonas estratégicas como Carrizal 1 y 2. Las plantas potabilizadoras, afirmó, operan con normalidad pese a la baja en niveles de captación.

En paralelo, sin embargo, la otra cara de la temporada seca emerge. Los incendios en terrenos baldíos, basureros y centros de transferencia se multiplican. El caso más reciente: el siniestro en Anacleto Canabal Primera Sección, donde se requirió el uso de 250 mil litros de agua para controlar un incendio de gran escala.

FUEGO Y PREVENCIÓN

Lo que comenzó como una quema de residuos en una zona de transferencia escaló a un operativo que involucró a Protección Civil estatal, municipal, bomberos y personal del Sistema de Agua y Saneamiento.

Según José Arturo Ascencio, coordinador de Protección Civil del municipio, la acción del viento complicó las tareas y exigió jornadas nocturnas de enfriamiento para evitar una reactivación de las llamas.

El siniestro alcanzó 80% de control en menos de 24 horas, un margen que autoridades consideran exitoso, pero que también evidencia los riesgos de mantener puntos de acumulación de basura sin medidas preventivas suficientes.

Mientras la maquinaria institucional sofoca incendios, la autoridad municipal exhorta a la ciudadanía a no hacer fogatas, evitar la quema de residuos y mantener limpios los terrenos baldíos. La prevención doméstica, advierten, puede evitar emergencias comunitarias.

ESTIAJE, BASURA Y ENFERMEDADES

El llamado también tiene otro componente: la salud. La quema de basura libera material particulado y dióxido de carbono, lo que incrementa enfermedades respiratorias. Osuna Huerta señaló que no se trata solo de apagar incendios, sino de reducir la generación de contaminantes desde la fuente.

“La parafernalia del incendio suele ocultar sus causas estructurales. Son residuos no gestionados, terrenos no vigilados y una cultura de disposición que no ha cambiado”, explicó un técnico de medio ambiente municipal consultado para este reportaje.

En este contexto, el Ayuntamiento de Centro ha intentado mantener un equilibrio: garantizar el acceso al agua en condiciones de estiaje y al mismo tiempo usar el recurso en labores de emergencia, sin que ello comprometa el abastecimiento.

REACCIÓN COORDINADA

A diferencia de otras temporadas, la respuesta a los recientes incendios ha sido coordinada y oportuna, según autoridades. En el siniestro de Anacleto Canabal participaron de forma simultánea al menos tres niveles de gobierno.

La pregunta de fondo, sin embargo, sigue sin resolverse del todo: ¿cómo se evitará que los incendios se vuelvan la constante de cada temporada seca?

Mientras tanto, la instrucción es clara. “Cero quema, cero basura expuesta, y atención inmediata a reportes ciudadanos”, dijo Ascencio.

En una región marcada por lluvias abundantes la mayor parte del año, el estiaje presenta un reto inusual. Y el fuego, como elemento desatado, pone a prueba tanto la capacidad de respuesta como la cultura civil.

Logotipo de WhatsApp

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Haz clic aquí