Mientras en el plano nacional el debate gira en torno a la legitimidad de elegir ministros y jueces por voto popular, en Tabasco, la atención está puesta en algo más elemental pero igual de decisivo: hacer que la elección funcione. Entre simulacros, boletas, plantas de emergencia y protocolos de última hora, el estado se convierte este domingo 1 de junio en una pieza clave del laboratorio electoral mexicano
A pocas horas de una jornada inédita, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT) ha concluido su último ensayo técnico: el llamado Simulacro de Estrés del Sistema de Información Estatal Electoral (SIEE). Se trata de un ejercicio crucial para asegurar que la plataforma informática pueda procesar en tiempo real el flujo de datos provenientes de los 16 consejos distritales.
“Verificamos el rendimiento ante la carga simultánea de información. El sistema respondió como esperábamos”, declaró el consejero Hernán González Sala al término del simulacro. El IEPCT asegura que el sistema está listo.
Pero la elección no depende solo del software. También está en juego la operación en tierra: más de mil 200 personas contratadas, siete millones de boletas distribuidas y más de 70 cargos judiciales en juego, desde jueces hasta magistrados. Una maquinaria operativa en movimiento que se juega su eficacia en 24 horas.
UNA ELECCIÓN VIGILADA Y MEDIDA
En paralelo, el INE seleccionó una muestra de mil 644 casillas que permitirán estimar con rigor estadístico el nivel de participación ciudadana, con un 95% de confianza, según explicó Alejandro Sosa Durán, director Ejecutivo del Registro Federal de Electores.
El proceso incluye ocho etapas técnicas: desde la generación de una “semilla” aleatoria hasta la entrega de resultados a notarios, órganos ejecutivos y distritales. Todo está diseñado para blindar la elección desde un punto de vista metodológico. El desafío: que lo técnico no choque con lo operativo.
ELECTRICIDAD, LOGÍSTICA Y RIESGO
La presidenta del IEPCT, Elizabeth Nava Gutiérrez, reconoció que se han presentado fallas eléctricas en algunas juntas distritales, pero insistió en que no han impedido las tareas preparatorias. “Tenemos plantas de energía en los 16 consejos del IEPCT y los seis del INE. Eso está garantizado para las actividades electorales”, aseguró.
Para muchas democracias, el corte de luz sería una anécdota. En Tabasco, es una variable real. De hecho, la presidenta del Instituto tuvo que hacer un llamado público a los habitantes de Tamulté de las Sabanas, donde se había advertido una posible obstrucción a la instalación de casillas por inconformidad con los servicios públicos.
“Entendemos el enojo, pero esta elección lleva meses organizándose. No puede ser rehén de un problema estructural”, pidió Nava Gutiérrez.
UNA JORNADA HISTÓRICA… SI TODO SALE BIEN
La elección del Poder Judicial en Tabasco será observada por 29 personas acreditadas, según informó el IEPC. Aunque es una cifra modesta, cumple con los requisitos mínimos de transparencia. El reto será garantizar confianza en una elección sin precedentes y con un contexto local lleno de desafíos logísticos.
Desde el 20 de diciembre de 2024 se inició la organización de esta elección extraordinaria. Meses de trabajo que se resumen en una jornada, un conteo y una validación final. “El domingo estaremos listos para construir la jornada electoral y los cómputos”, afirmó Nava.
La elección judicial en Tabasco no solo es un ejercicio democrático, es una prueba institucional. Y como toda prueba, su éxito dependerá tanto de lo visible como de lo que ocurre tras bambalinas: desde una línea eléctrica hasta una línea de código.
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