La SEP publica el calendario escolar 2025-2026: 185 días de clase, cinco puentes y una semana más de vacaciones para maestros. Consulta fechas clave y análisis del impacto educativo.

Ciclo escolar 2025-2026: cinco puentes, 185 días de clase y una semana más de vacaciones

CDMX.— En un país que ha transitado por una pandemia, un cambio de régimen y una profunda discusión sobre el papel del Estado en la educación, el calendario escolar se ha convertido en un reflejo de algo más que días lectivos: revela la visión educativa de un gobierno.

Por eso, la reciente publicación del calendario escolar 2025-2026 por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP) no es un mero acto administrativo, sino un trazo de cómo se planea organizar la vida de millones de niñas, niños y adolescentes en el país.

El documento, publicado este lunes, establece 185 días efectivos de clase para educación preescolar, primaria y secundaria en escuelas tanto públicas como privadas. Para las escuelas normales y centros de formación docente, el calendario contempla 190 días efectivos. El ciclo iniciará el lunes 1 de septiembre de 2025 y concluirá el miércoles 15 de julio de 2026.

En una señal de respaldo a los maestros, el documento incluye una novedad significativa: una semana adicional de vacaciones en agosto, como reconocimiento a la carga de trabajo del personal docente. “Este calendario refuerza el compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum con las maestras y los maestros”, señala el acuerdo publicado por la SEP.

EL EQUILIBRIO ENTRE INSTRUCCIÓN Y DESCANSO

El calendario también incluye dos periodos vacacionales: el primero, correspondiente a las fiestas decembrinas, del 19 de diciembre de 2025 al 4 de enero de 2026, y el segundo, por Semana Santa, del 30 de marzo al 10 de abril de 2026.

Además, están contemplados siete días de suspensión oficial de clases, entre los que destacan las conmemoraciones del 16 de septiembre, el 20 de noviembre, el 5 de febrero, el 21 de marzo y el 5 de mayo. Todos ellos se recorrerán para generar fines de semana largos, una práctica ya institucionalizada en el calendario oficial mexicano.

Esta configuración plantea un delicado equilibrio: por un lado, garantizar el cumplimiento de los objetivos académicos del ciclo; por el otro, respetar el derecho al descanso de estudiantes y docentes. El diseño final, al parecer, intenta atender ambos frentes, apostando por la continuidad pedagógica sin renunciar a los beneficios de los llamados “puentes”.

UNA DECISIÓN CON LECTURA POLÍTICA

Más allá del contenido técnico del calendario, su publicación llega en un momento clave: el inicio del nuevo gobierno federal. En ese contexto, el gesto de otorgar una semana más de vacaciones a los docentes no es neutro. Es un mensaje directo a un sector que ha sido clásico en la organización y la protesta, pero también central para la operación de la política educativa.

La SEP, bajo el nuevo gobierno, parece buscar un acercamiento más empático con los gremios magisteriales. Y lo hace sin tocar el número de días clase, apostando por una estrategia de reconocimiento simbólico sin afectar el contenido del plan de estudios.

LOS RETOS DE FONDO PERMANECEN

Sin embargo, un calendario escolar ordenado no resuelve por sí solo los enormes retos del sistema educativo mexicano: desigualdad, deserción, rezago en matemáticas y lectura, e infraestructura precaria en zonas rurales.

En este contexto, el diseño del ciclo 2025-2026 parece un intento de avanzar con estabilidad mientras se consolidan otros cambios más profundos que el nuevo gobierno ha prometido. El tiempo dirá si este calendario es apenas una administración técnica del tiempo escolar o la antesala de una reforma más amplia.

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