Javier May se pronuncia contra impuestos a remesas y respalda gestiones de Claudia Sheinbaum. Gobernadores de la CONAGO firman carta unánime en defensa de los migrantes.

Javier May alza la voz por las remesas y marca postura internacional

En un momento de tensión diplomática y ante el debate en Estados Unidos sobre posibles impuestos a las remesas enviadas por migrantes, el gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, fue de los primeros mandatarios estatales en pronunciarse públicamente, antes incluso de la difusión oficial del pronunciamiento conjunto de la CONAGO (Conferencia Nacional de Gobernadoras y Gobernadores).

El mensaje de May, publicado desde su cuenta oficial en la red social X, fue breve, directo y contundente: “Las remesas no son mercancía ni lujo: son un acto de amor, solidaridad y responsabilidad familiar que mantiene en pie la economía de regiones enteras.

A ese mensaje le añadió un llamado respetuoso a las autoridades estadounidenses para desistir de cualquier intento de gravamen adicional y subrayó que las relaciones bilaterales deben basarse en el respeto, la cooperación y la dignidad humana.

A diferencia de otros episodios de política exterior donde el pronunciamiento estatal suele llegar en bloque, esta vez el gobernador de Tabasco tomó la delantera y marcó una postura personal con alcance nacional.

Su mensaje fue acompañado de respaldo expreso a las gestiones de la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien reconoció por su compromiso con las y los migrantes mexicanos, sumándose de manera orgánica al frente diplomático del Ejecutivo federal.

UNA POSTURA QUE TRASCIENDE FRONTERAS

Horas después del posicionamiento de May, la CONAGO publicó su pronunciamiento conjunto, firmado por las 32 gobernadoras y gobernadores del país. En él, manifestaron su rechazo absoluto a cualquier intento de imponer aranceles, impuestos o restricciones a las remesas enviadas desde Estados Unidos.

“Aplicar cualquier tipo de impuesto es un acto injusto. Gravar las remesas significa castigar doblemente ese esfuerzo”, señala el documento, en un tono diplomático pero con fondo firme.

El hecho de que gobernadores de distintos signos partidistas —desde Baja California hasta Yucatán— hayan coincidido en un texto común, revela no solo la trascendencia del tema, sino también su alto valor político y económico. Pocas veces se logra un mensaje tan unánime en la política mexicana contemporánea.

EL PESO POLÍTICO DE LAS REMESAS

Más allá del mensaje, el fondo del asunto es estructural. Las remesas representan hoy uno de los pilares de la economía mexicana. En 2024, superaron los 63 mil millones de dólares, lo que las convirtió en la principal fuente de divisas para el país, por encima incluso del turismo y el petróleo.

Este flujo de dinero no es abstracto. Tiene rostro, nombre y domicilio. Sostiene la vida diaria de millones de familias en estados como Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Puebla y sí, también Tabasco. Si se aplicara un impuesto a esos envíos, el impacto sería demoledor: caería el consumo local, se tensaría el tejido familiar, y muchas economías municipales colapsarían silenciosamente.

Para Tabasco, que en los últimos años ha enviado un creciente número de migrantes a Estados Unidos y cuya economía todavía depende en parte del ingreso informal y comunitario, el impacto sería más que significativo. No es casual que May haya sido de los primeros en reaccionar.

JAVIER MAY: DE LO LOCAL A LO INTERNACIONAL

Lo relevante del mensaje del gobernador no es solo su contenido, sino el momento en que fue emitido. Al alzar la voz antes que la propia CONAGO, Javier May se colocó como un referente temprano en el tema, mostrando reflejo político y posicionamiento estratégico. No se trató de una declaración genérica, sino de una defensa estructurada del modelo económico que sostiene a miles de familias en el sur-sureste.

Además, lo hizo sin confrontar, sin estridencias, pero con firmeza. Su mensaje enlaza con la línea del gobierno federal y, al mismo tiempo, subraya su independencia discursiva. En un contexto político donde las señales cuentan tanto como los hechos, la jugada de May refuerza su papel dentro del tablero nacional.

Es también una declaración de principios: las políticas públicas deben construirse con dignidad y desde el territorio. En tiempos donde muchos gobernadores optan por la neutralidad o el cálculo, Javier May apostó por la claridad.

¿Y AHORA QUÉ SIGUE?

Aunque el pronunciamiento fue unánime, el camino diplomático aún está en marcha. El mensaje de la CONAGO y de figuras como May presiona a Washington pero también exige resultados en casa. El respaldo a Claudia Sheinbaum es un gesto político importante, pero el desafío será convertir esa presión en diplomacia efectiva, con negociaciones que logren frenar cualquier intento de arancel o impuesto.

Este episodio deja varias lecciones: que la migración sigue siendo un tema central para la estabilidad de México; que los liderazgos locales pueden proyectarse en asuntos internacionales; y que la unidad de los gobernadores, cuando es real y estratégica, tiene peso propio.

Javier May no solo habló por Tabasco. Habló por millones.