Donald Trump refuerza la frontera con México, militariza territorios federales y acusa que el 40% del país está en manos de cárteles. Mientras afirma apoyar a Sheinbaum, despliega misiles y tropas para combatir el narcotráfico.

Trump arremete: “El gobierno mexicano está dominado por el miedo a los cárteles”

WASHINGTON.— Donald Trump ha vuelto a colocar a México en el epicentro del debate político y de seguridad nacional de Estados Unidos. Desde Fox News, el republicano no sólo aseguró que mantiene una buena relación con la presidenta Claudia Sheinbaum, sino que lanzó una advertencia directa: “No puedes gobernar un país así”, en referencia al poderío de los cárteles en territorio mexicano.

En una entrevista que mezcló cortesía diplomática con una dura crítica a la situación de seguridad en México, Trump afirmó que el 40% del país está bajo control del crimen organizado.

Y lo dijo sin titubeos: “México le tiene mucho, mucho miedo a los cárteles”. El mensaje no solo buscó justificar las acciones unilaterales de su gobierno, sino también establecer las bases de una intervención ampliada, ya en marcha.

Horas después de sus declaraciones, su administración anunció la transferencia de emergencia de casi 45 mil hectáreas de tierras federales a lo largo de la frontera sur al ejército estadounidense.

DE LA CLASIFICACIÓN TERRORISTA AL DESPLIEGUE MILITAR
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Trump afirma que el 40% de México está en manos de los cárteles y que Sheinbaum necesita ayuda
15 de abril 2025
Se transfiere emergencia de 45 mil hectáreas de tierras federales al ejército
15 de abril 2025
Dos marines mueren en accidente en misión fronteriza

Esta decisión, inédita en las últimas décadas, permitirá a las fuerzas castrenses ocupar y operar en esos territorios durante al menos tres años. La frontera, nuevamente, se convierte en terreno militarizado.

‘MUROS QUE FUNCIONAN’, BUQUES CON MISILES Y SOLDADOS EN RIESGO

Esta política de endurecimiento fronterizo no se queda en el discurso. Según la Casa Blanca, ya se inició la ampliación de la “zona de defensa nacional” en el cruce de Nuevo México, lo cual implica el despliegue militar activo en más de 140 kilómetros adicionales de frontera en Texas.

El objetivo declarado: detener bandas criminales y “terroristas” que, según Trump, operaron con impunidad durante el gobierno de Joe Biden.

El costo humano no tardó en llegar. Apenas unas horas después del anuncio, dos soldados estadounidenses murieron y otro resultó gravemente herido en un accidente vehicular en Santa Teresa, Nuevo México.

Los soldados, miembros de los Marines procedentes de Camp Pendleton, California, formaban parte del contingente desplegado para esta nueva misión fronteriza.

El mensaje es claro: Trump está dispuesto a convertir la frontera sur en un frente militar permanente. La narrativa de seguridad, terrorismo y drogas es el combustible que alimenta esta maquinaria.

MÉXICO BAJO PRESIÓN: SHEINBAUM ENTRE LA DIPLOMACIA Y LA AMENAZA

Aunque Trump repite que se “lleva muy bien” con Claudia Sheinbaum, su discurso expone la desconfianza hacia el Estado mexicano y su capacidad para controlar su propio territorio.

“Queremos ayudarla”, dice, pero también afirma que “no se puede gobernar un país así”. Su apoyo, por tanto, es condicional y estratégicamente orientado hacia sus propios intereses electorales.

Desde febrero, la Casa Blanca incluyó a seis cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés), una categorización que abre la puerta, legal y militarmente, a intervenciones más agresivas.

Los grupos en la lista incluyen al Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Golfo, del Noreste, Cárteles Unidos y la Nueva Familia Michoacana.

La narrativa que impulsa esta política es sencilla y poderosa: fentanilo, caos y terrorismo. Desde el ala dura de Washington, la lucha contra los cárteles mexicanos ya no es una tarea de cooperación internacional, sino una misión de seguridad nacional. Y México, sin decirlo abiertamente, es percibido más como una amenaza que como un aliado.

LOS TENTÁCULOS MILITARES DE TRUMP: DESDE MEDIO ORIENTE HASTA MÉXICO

La lógica del combate ha llegado a niveles sin precedentes. En las últimas semanas, dos destructores armados con misiles Tomahawk fueron posicionados en costas mexicanas, tanto del Atlántico como del Pacífico. Estos buques, que anteriormente combatían a los hutíes en Medio Oriente, ahora vigilan de cerca a México.

La implicación es directa: Trump ve a los cárteles como enemigos de la talla de organizaciones armadas extranjeras. El mensaje subyacente es que, si Sheinbaum no puede o no quiere actuar contra ellos, lo hará él.

Este despliegue militar, combinado con la ampliación terrestre y aérea de operaciones, rompe con décadas de códigos diplomáticos entre los dos países. La frontera ya no es una línea divisoria, sino una zona de ocupación activa. La militarización es el nuevo rostro del trumpismo fronterizo.

¿COOPERACIÓN O COACCIÓN?

La supuesta colaboración con el gobierno mexicano parece cada vez más una coacción velada. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha sugerido en enero —según filtraciones— la posibilidad de ataques selectivos contra posiciones de cárteles dentro de México, lo cual desató alarmas en mandos militares mexicanos.

La estrategia de Trump combina la diplomacia con la amenaza latente de acción unilateral, y utiliza como justificación la lucha contra el fentanilo. La crisis de sobredosis en Estados Unidos ha sido usada para sustentar narrativas de guerra. Pero en esta guerra, el campo de batalla es México.

Sheinbaum, hasta ahora, ha mantenido el tono de cooperación. Pero la pregunta no es si aceptará o no la ayuda de Washington, sino cuánto control está dispuesta a ceder a cambio de mantener relaciones fluidas con el principal socio económico y político de México.

Si la estrategia de Trump se consolida, estaríamos presenciando un nuevo paradigma en la relación bilateral: uno donde la seguridad nacional de EE.UU. se impone sobre la soberanía mexicana, y donde las decisiones en Washington redibujan la política interna del país vecino.

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