Tener una mascota no solo implica compañía, también puede significar un aumento significativo en la satisfacción personal y emocional, comparable con el que se obtiene al estar casado. Así lo revela un estudio reciente que analizó el bienestar en miles de hogares, encontrando que quienes conviven con animales reportan niveles más altos de felicidad.
Beneficios emocionales y físicos de convivir con mascotas
Más allá del aspecto emocional, se ha demostrado que tener una mascota también favorece la salud física. Reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y ayuda a mantener una presión arterial estable. Estos beneficios se traducen en una mejor calidad de vida y una menor probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.
Un llamado a facilitar el acceso a las mascotas
El estudio también plantea la necesidad de considerar estas evidencias en las políticas públicas, promoviendo espacios y normas que permitan a más personas tener mascotas. Entre las propuestas destacan flexibilizar las restricciones en viviendas de alquiler y fomentar programas de terapia asistida con animales, especialmente en grupos vulnerables o con problemas de salud mental.
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