El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado su intención de enviar tropas estadounidenses a México si el gobierno mexicano no logra frenar el flujo de fentanilo hacia su país.
Según fuentes cercanas al exmandatario, Trump planea anunciar al gobierno mexicano que, de no detener el tráfico de esta droga en un plazo de varios meses, ordenará una intervención militar. Estas declaraciones, publicadas por la revista Rolling Stone, han encendido alarmas tanto en el ámbito político como en el diplomático.
Durante su campaña, Trump prometió medidas contundentes contra el narcotráfico. Su equipo de transición, según el informe, ya discute la posibilidad de implementar una “invasión suave”, que incluiría operaciones encubiertas para eliminar a líderes de cárteles, ataques aéreos sobre laboratorios de drogas y el despliegue de fuerzas especiales en territorio mexicano.
OPERACIONES MILITARES EN TERRITORIO MEXICANO
Las posibles estrategias propuestas por Trump van desde bombardeos dirigidos hasta operaciones cibernéticas contra las redes del narcotráfico. Estas medidas no solo representan un desafío a la soberanía nacional de México, sino que también abren la puerta a un conflicto diplomático de grandes proporciones.
En su primer mandato, Trump utilizó amenazas económicas para forzar negociaciones con México; ahora, según los analistas, podría adoptar una postura aún más agresiva con una agenda militarizada.
La propuesta de Trump no es nueva. Desde 2022, legisladores republicanos como Dan Crenshaw han planteado la posibilidad de clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que permitiría el uso de fuerza militar contra ellos bajo la ley estadounidense. Este enfoque ha sido fuertemente criticado en México por implicar una clara violación de su soberanía.
RESPUESTA DEL GOBIERNO MEXICANO
Ante estas declaraciones, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó la idea como “toda una película” y aseguró que México defenderá su soberanía. “Somos un país libre, independiente, soberano y eso está por encima de todo”, afirmó Sheinbaum al tiempo que destacó los beneficios de la cooperación comercial con Estados Unidos y Canadá a través del T-MEC.
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Sin embargo, subrayó que México tiene relaciones diplomáticas y comerciales con otras naciones, y no depende exclusivamente de su vecino del norte.
El gobierno mexicano ha sido enfático en rechazar cualquier forma de intervención militar extranjera, pero las declaraciones de Trump exigen más que simples palabras. Legisladores de oposición han llamado a la administración de Sheinbaum a tomar preventivas y diseñar un plan claro para responder a posibles acciones unilaterales de Estados Unidos.
OPOSICIÓN: ENTRE EL RECHAZO Y LA AUTOCRÍTICA
El diputado de Movimiento Ciudadano, Juan Zavala, advirtió que esta versión de Trump es más peligrosa debido a su experiencia previa como presidente y un equipo más amplio dispuesto a ejecutar sus ideas.
Por su parte, la coordinadora del PAN, Noemí Luna, señaló que si bien coinciden en la necesidad de combatir la inseguridad y el narcotráfico, rechazan categóricamente cualquier forma de injerencia extranjera.
Luna también criticó los errores del gobierno mexicano, como la desaparición de órganos autónomos y el debilitamiento del Poder Judicial, que, según ella, han contribuido a las tensiones con Estados Unidos.
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El senador morenista Félix Salgado, en cambio, pidió calma y aseguró que Trump “suele cambiar de parecer”. Sin embargo, esta posición de espera pasiva ha sido criticada por expertos, quienes consideran que el gobierno mexicano debe estar preparado para escenarios de confrontación.
Incluso legisladores del PVEM, como Manuel Velasco, han instalado a la presidenta Sheinbaum para buscar asesoría de funcionarios con experiencia en tratar con Trump.
LA SOBERANÍA EN JUEGO
La amenaza de intervención militar pone sobre la mesa el delicado equilibrio entre cooperación y respeto a la soberanía nacional. Si bien Estados Unidos tiene motivos legítimos para frenar el flujo de fentanilo que está provocando una crisis de salud pública, hacerlo a costa de la independencia de un país vecino podría desatar una crisis regional.
México, por su parte, enfrenta el desafío de abordar la problemática del narcotráfico con mayor eficacia para evitar que estas amenazas se traduzcan en acciones concretas.
UNA RELACIÓN BILATERAL EN TENSIÓN
La relación entre México y Estados Unidos, que históricamente ha oscilado entre la cooperación y el conflicto, parece entrar en una nueva etapa de incertidumbre. El futuro de acuerdos como el T-MEC podría complicarse aún más si las amenazas de Trump se materializan.
Además, esta situación plantea preguntas sobre cómo responderán otros actores internacionales ante un posible conflicto entre ambas naciones.
POSIBLES ACCIONES MILITARES
- Ataques aéreos dirigidos a laboratorios y operaciones de los cárteles.
- Despliegue de fuerzas especiales para eliminar líderes del narcotráfico.
- Operaciones cibernéticas para desmantelar redes de comunicación de los cárteles.
- Misiones de captura o neutralización de capos notables.
- Envío de asesores y entrenadores militares para apoyar a las fuerzas mexicanas.