Cientos de mujeres reunidas en el Centro de Convenciones celebran su graduación.

Mujeres al Centro: el viraje social de Yolanda Osuna

En Tabasco, donde la política suele medirse por obras de infraestructura, grillas partidistas o pugnas de poder, la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, decidió colocar sobre la mesa otro ángulo: la formación de mujeres como motor de desarrollo social y económico.

Al presidir el Tercer Encuentro del Programa Mujeres al Centro 2025, la edil marcó un punto de inflexión: en lugar de inaugurar calles o anunciar patrullas, entregó constancias a mil 271 egresadas en cursos de cocina, repostería, confección, belleza y bisutería.

No fue un acto rutinario. Lo noticioso radica en los números: más de ocho mil mujeres capacitadas en tres años y la incorporación de 300 alumnas a la primera generación del Programa Tecnología para la Consolidación del Emprendimiento, con un kit digital bajo el brazo para multiplicar sus ventas y abrirse camino en el mercado.

Ese dato, en un estado donde la brecha de género suele medirse en pobreza, empleo informal y violencia doméstica, adquiere peso político.

Más allá del acto protocolario, Osuna subrayó el enfoque: “Porque empoderar a una mujer le abre las puertas a la autonomía económica, a una educación libre de estereotipos, a la paridad política y el acceso a servicios de salud dignos”.

En ese punto, el programa deja de ser solo municipal: se convierte en narrativa, en política pública y en bandera de gobierno.

ENTRE CIFRAS Y SÍMBOLOS

La escena tuvo su carga simbólica: mujeres de colonias populares y comunidades rurales recibieron diplomas, apoyos y equipamiento en el Centro de Convenciones. Hubo un jurado que calificó videos de emprendimiento y una representante, Teresa Martínez Delgado, con discapacidad motriz, recordó que “nunca es tarde para empezar, porque los sueños no tienen fecha de caducidad”.

El acto congregó a empresarias, legisladoras, asociaciones civiles y cámaras empresariales. La foto política fue clara: Osuna busca articular a sectores que rara vez coinciden bajo una misma política social. La suma de cámaras de comercio y colectivos feministas en un mismo evento no es un detalle menor: marca un cruce de intereses que fortalece el alcance de este programa.

El viraje consiste en pasar de la asistencia social a la capacitación productiva. El kit digital que recibieron las egresadas del programa de tecnología es prueba de que se busca modernizar la lógica del emprendimiento femenino. De los talleres de repostería a la venta en línea hay un salto cualitativo que no solo abre mercado, también cambia mentalidades.


MUJERES AL CENTRO

  • Beneficiarias 2022–2025: más de 8,000 mujeres.
  • Egresadas 2025: 1,271 en cocina, confección, repostería, belleza y bisutería.
  • Primera generación digital: 300 mujeres con kits tecnológicos.
  • Apoyos adicionales: becas, equipos y rifas de emprendimiento.
  • Alcance territorial: colonias y comunidades rurales del municipio de Centro.

POLÍTICA PÚBLICA Y CÁLCULO POLÍTICO

En clave de análisis, lo que Yolanda Osuna hizo con este programa es construir una política de igualdad e inclusión que no se reduce a discursos. Los cursos ofrecen herramientas prácticas, sí, pero también legitimidad política. En un estado donde las políticas de género han sido históricamente marginales, el programa coloca a la capital como referente.

Al inscribir la capacitación en un modelo de continuidad —ocho mil beneficiarias en tres años—, la alcaldesa se asegura de que el proyecto no sea flor de un sexenio. Se trata de una apuesta estratégica: formar redes de mujeres que, con independencia económica, puedan convertirse en base política, en voz social y en capital electoral.

La sutil positividad del programa es evidente: no es dádiva, es inversión en capacidades. En tiempos de polarización política, la narrativa de Osuna Huerta busca colocarse al margen de la confronta y al centro de la construcción de futuro.

MUJERES EN EL TABLERO

El efecto inmediato es tangible: mujeres de localidades como La Lima, Dos Montes, Indeco o La Manga ya cuentan con un certificado, un oficio y en algunos casos un kit para emprender. El efecto mediato es político: demostrar que en Tabasco también se puede gobernar con políticas de género robustas y sostenidas.

El programa no resuelve todo: la violencia estructural contra las mujeres, la precariedad laboral o la falta de estancias infantiles siguen siendo problemas sin solución. Pero al darle continuidad a “Mujeres al Centro” y sumar el componente digital, Yolanda Osuna logra desplazar la narrativa: de la vulnerabilidad al emprendimiento, del rezago a la visibilidad.

En el tablero político, ese movimiento también pesa. No se trata solo de una foto con diplomas, sino de una estrategia que redefine la política municipal en torno a un eje inusual en la historia reciente: las mujeres como protagonistas del desarrollo.


EL MENSAJE POLÍTICO

  • No es asistencia, es capacitación productiva.
  • Une empresarias, colectivos y cámaras en una misma agenda.
  • Coloca a Centro como referente estatal en igualdad e inclusión.
  • Crea capital social con impacto político en el mediano plazo.

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