Con la toma de protesta de más de 50 jueces y magistrados electos, Tabasco extinguió el Consejo de la Judicatura y estrenó nuevos órganos de disciplina y administración, abriendo un parteaguas en la justicia local.

Justicia reinventada: asumen en Tabasco jueces votados, urnas, disciplina y nuevo pacto

Con la protesta de más de 50 juezas, jueces y magistrados electos, Tabasco no solo cambió nombres en su Poder Judicial: rediseñó las reglas del juego. La desaparición del Consejo de la Judicatura, señalado por opacidad, y la creación del Tribunal de Disciplina Judicial y el Órgano de Administración Judicial marcaron un punto de quiebre institucional. Ahora, la pregunta no es si la transformación ocurrió, sino si resistirá las inercias que hundieron al modelo anterior.

La sesión solemne del Congreso reunió a 29 diputados, con ausencias del PRD, PRI y la morenista Isabel García. No fue menor: simbolizó la consolidación de un rediseño jurídico que fue avalado en las urnas y validado por el Tribunal Electoral.

En representación del gobernador Javier May Rodríguez, asistió el secretario de Gobierno José Ramiro López Obrador, acompañado del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Efraín Reséndez Bocanegra. El mensaje fue inequívoco: el Poder Judicial entra en una nueva era.

Comisión de cortesía del Congreso acompaña al secretario José Ramiro López Obrador y al presidente del TSJ.

LA MEMORIA DEL PASADO

Este parteaguas judicial tiene un eco inevitable: la ciudadanía recuerda cómo decisiones controvertidas minaron la confianza en la justicia. En 2018, la entonces jueza Guadalupe Cadenas Sánchez dictó condena al ex gobernador Andrés Granier Melo. Un año después, fue relevada del caso y la sustitución abrió la puerta a resoluciones que concluyeron con la absolución del ex mandatario.

Ese episodio quedó como cicatriz: muestra cómo el control interno podía alterar la vida de procesos de alto impacto. Su nombre volvió a aparecer en la ceremonia, ahora como magistrada del TSJ, y su sola presencia recuerda que la independencia judicial no es teoría, sino prueba cotidiana.

UN REDISEÑO DE PODER

En el Tribunal Superior de Justicia se integraron, junto a Reséndez Bocanegra, figuras como Marta Eugenia Orozco Jiménez, Rosalinda Santana Pérez, Silvia Villalpando García, Francisco Javier Rodríguez Cortés, María Antonieta Alvarado Aguilar, Guadalupe Cadenas Sánchez, Marisela Gómez Fuentes, Janeth Pérez Sánchez, Marcial Bautista Gómez, Dorilian Moscoso López y Carlos Alberto Santiago Hernández.

El Tribunal de Justicia Administrativa quedó conformado por Madeleine Casasús Ruz, Mario Antonio Balcázar Liévano, Libertad Blanco Morales, María de Lourdes Rabelo Estrada y José Alberto Benítez Domínguez.

Y en las materias civil, laboral, familiar y mercantil, se sumaron jueces como Roberto Lara Montejo, Trinidad González Sánchez, Cristhell Pérez Hernández, Anisol Suárez Jenner, Mirna Quevedo Hernández, Celia Amairani Juárez Ventura, Adriana de Jesús Rodríguez Ramos, Eloísa del Carmen García Solórzano, David Gustavo Bautista Pérez, Maryeli Pérez Vargas, Sara Concepción González Vázquez, Leonardo López López, Marina del Carmen Escobar Hernández y Sandra Fabiola Briceño Ramón.

En oralidad penal, el relevo fue todavía más amplio: Patricia de los Ángeles Anastacio López, Blanca Guadalupe de la Rosa Padrón, Ana García García, Thelma Elena Lastra Osorio, Viridiana López Iglesia, Isabel de Jesús Martínez Ballina, Brenda Beatriz Mendoza Priego, Verónica Pérez Ávalos, Isabel Cristina Pérez Hidalgo, María Griselda Reyes Campos, Manuela Rivera Hernández, Juana María Rodríguez Hernández, Alejandra Sánchez May, Lorena Hernández Arias, Mario de la Cruz de la Cruz, Luis Alberto González Matías, Gilberto Jiménez Correa, José Luis León Reyes, Gabriel Martínez Cornelio, Efraín Martínez Vázquez, Ernesto Francisco Pérez Segura, Dannis Ricárdez Santos, Jorge Guadalupe Rodríguez Ocaña, Francisco Alonso Trujeque de la Cruz, Said Velázquez González, Israel Velázquez Jerónimo y Juan Fabio Beauregard Martínez.

La magnitud de la lista explica la trascendencia de la sesión: un tsunami de nombramientos que redefine por completo la arquitectura de la justicia tabasqueña.

POLÍTICA Y LEGITIMIDAD

El voto popular, que por primera vez eligió a jueces y magistrados, le da a Tabasco una legitimidad inédita. Pero también abre interrogantes: ¿cómo garantizar independencia frente a partidos y gobierno? ¿cómo blindar a los nuevos órganos disciplinarios de presiones políticas?

El Congreso mostró músculo al aprobar la reforma; el Ejecutivo, al encabezar la representación institucional; el Judicial, al recibir a sus nuevos integrantes. Pero el juicio real no será el de los discursos, sino el de la ciudadanía: tiempos de sentencia, calidad de resoluciones y transparencia en la gestión.

En adelante, Tabasco será observado como un laboratorio: si este rediseño logra romper inercias de corrupción y favoritismo, podría convertirse en referencia nacional. Si no, quedará como una reforma de papel.

Logotipo de WhatsApp

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Haz clic aquí