En un sistema político que ha girado durante décadas en torno a los centros de poder federal y estatal, la figura del municipio ha sido, salvo excepciones, relegada al margen de la toma de decisiones nacionales.
Lo que esta semana ocurrió en Tabasco, sin embargo, sugiere un movimiento distinto. Un replanteamiento —quizá aún incipiente, pero estratégico— en la manera de concebir la política territorial desde el sur del país.
La instalación de la Coordinación Estatal de la Asociación de Autoridades Locales de México (AALMAC), y el nombramiento de Yolanda Osuna Huerta, presidenta municipal de Centro, como su nueva coordinadora en la entidad, puede pasar por un acto protocolario. Pero no lo es.
En realidad, representa el intento de articular una agenda municipal transformadora en el marco de la Cuarta Transformación, y de reivindicar al municipio como la célula fundamental del sistema federalista.
UN NUEVO CENTRO DE GRAVEDAD
Desde su fundación en 1997, la AALMAC ha reunido a gobiernos locales con una visión progresista y democrática. En la actualidad, representa a 399 municipios en 26 estados del país, que atienden a más de 22 millones de personas.
Yolanda Osuna asume la coordinación estatal de AALMAC 2025-2026 |
AALMAC agrupa a 399 municipios progresistas de 26 estados |
Representa a más de 22 millones de habitantes |
Busca fortalecer la autonomía municipal y las capacidades institucionales |
Promueve políticas locales con visión federalista y progresista |
No es una cifra menor. Lo que agrupa esta organización es el poder que se ejerce a ras de suelo: el que atiende servicios, recoge basura, gestiona el alumbrado público, organiza el espacio urbano y escucha, antes que nadie, el clamor ciudadano.
La designación de Yolanda Osuna al frente de la coordinación tabasqueña no fue un accidente. Su administración ha mostrado un estilo técnico, de perfil bajo pero de ejecución constante.
En un municipio como Centro —la capital política y económica del estado—, gobernar sin estridencias ha sido una forma de recuperar la gobernabilidad institucional frente al desgaste histórico del poder municipal.
Acompañada por el gobernador Javier May Rodríguez y por representantes del Gobierno Federal, Osuna Huerta asumió su nuevo rol con una declaración de principios: hacer del municipio una escuela de democracia participativa y un motor de bienestar social.
Agradezco a la Asociación de Autoridades Locales de México, Asociación Civil (@AALMAC_Mx), el honor de tomar protesta a la coordinación en #Tabasco; su labor es clave para consolidar estrategias que atiendan las problemáticas regionales y garanticen el bienestar de todas y todos. pic.twitter.com/AeJ74jQbwm
— JAVIER MAY (@TabascoJavier) March 26, 2025
En un país donde los ayuntamientos suelen ser rehenes de intereses económicos o partidistas, el simple gesto de hablar de planificación, racionalización y sinergia ya constituye una toma de posición.
FEDERALISMO QUE NO SE IMPROVISA
Lo que se instala en Tabasco con esta nueva coordinación es más que una mesa de trabajo. Es la posibilidad de construir una interlocución sólida entre los municipios y los gobiernos estatal y federal, que trascienda la lógica vertical y comience a diseñar políticas públicas adaptadas a las realidades locales, no dictadas desde la capital.
No es casual que el gobernador Javier May, dos veces alcalde de Comalcalco, haya respaldado con entusiasmo la nueva estructura.
El federalismo no se improvisa. Se construye desde la práctica, desde el reconocimiento de que el municipio no es una extensión administrativa del Estado, sino un ente con personalidad jurídica, autonomía política y responsabilidades propias.
Hoy asumí la coordinación estatal de la Asociación de Autoridades Locales de México A.C. (AALMAC), un espacio donde alcaldes de Tabasco nos unimos con el firme compromiso de fortalecer nuestras capacidades locales.
— Yolanda Osuna Huerta (@YolandaOsunaH) March 26, 2025
Gracias a quienes nos acompañaron, especialmente al gobernador… pic.twitter.com/diSF4p8w9W
En ese sentido, la instalación de la AALMAC-Tabasco puede leerse como una apuesta institucional por restaurar el equilibrio entre niveles de gobierno, pero también como una estrategia política para fortalecer la gobernanza territorial en tiempos donde la fragmentación social pone en jaque la legitimidad del poder público.
DE LA REPRESENTACIÓN A LA ACCIÓN
La AALMAC no es nueva, pero ha evolucionado. De ser una plataforma de representación, ha pasado a convertirse en un actor que impulsa reformas legislativas, busca mejores condiciones presupuestales y promueve la profesionalización del servicio público municipal.
La presencia del coordinador nacional del INAFED, Raúl Armando Quintero, y de la presidenta nacional de la AALMAC, Alma Denisse Sánchez Barragán, reforzó la dimensión estratégica del acto celebrado en Villahermosa.
La interlocución no fue solo con el gobierno estatal, sino con el Congreso de la Unión, el poder federal y el entramado institucional que podría traducir las propuestas municipales en políticas nacionales.
La intención es clara: fortalecer las capacidades institucionales de los gobiernos locales, sistematizar experiencias, replicar prácticas exitosas y cerrar la brecha histórica entre municipios del norte y del sur, entre lo urbano y lo rural, entre los que tienen y los que apenas sobreviven.
TABASCO Y LA OPORTUNIDAD
Para Tabasco, la coyuntura es singular. En vísperas de una nueva administración federal y con un gobernador alineado al proyecto nacional, la posibilidad de que el estado juegue un papel articulador de políticas municipales progresistas es real. Pero no está garantizada.
Teniendo como testigo de honor al Gobernador, Javier May (@TabascoJavier) , hoy se llevó a cabo la instalación de la Coordinadora Estatal de la #AALMAC en Tabasco, espacio que busca fortalecer las acciones de los gobiernos locales, en favor del bienestar de la población en la… pic.twitter.com/ycknYy1DsY
— AALMAC (@AALMAC_Mx) March 26, 2025
La agenda municipal no se construye solo con discursos ni con reuniones de buenos propósitos. Se requiere presupuesto, planeación, formación y autonomía. Se requiere voluntad, pero también técnica.
Si Yolanda Osuna logra coordinar a sus homólogos en un esquema que supere la inercia burocrática y se traduzca en resultados concretos —en servicios más eficientes, en participación ciudadana, en transparencia y eficacia administrativa—, Tabasco podría convertirse en un referente de lo que la Cuarta Transformación pretende a escala local.
La pregunta que ronda no es menor: ¿será posible construir desde el municipio un nuevo pacto territorial? ¿Una forma distinta de ejercer el poder que no dependa de la dádiva ni del clientelismo, sino de la responsabilidad y la corresponsabilidad?
Renovar la política —como bien lo saben quienes la han practicado desde lo municipal— comienza en lo inmediato, en lo cotidiano, en lo concreto. En el bache que se tapa, en la plaza que se ilumina, en la calle que se limpia. Desde ahí se construye también el país.
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