La tarde del 20 de marzo, Villahermosa olió a historia encendida. La ciudad volvió a iluminarse con las antorchas que, desde hace más de un siglo, los estudiantes del Instituto Juárez levantan como si llevaran el corazón en alto.
A las seis en punto, cuando el sol empezaba a agacharse sobre el concreto ardiente de la avenida 27 de Febrero, salió el contingente del Gallo Universitario 2025, una de las festividades más simbólicas de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).
Adelante iban el gobernador Javier May Rodríguez y el rector Guillermo Narváez Osorio. Detrás, como un río humano, caminaban más de 15 mil universitarios, entre alumnos, docentes y administrativos.




Marchaban con paso firme, con porras que rebotaban entre los edificios del centro, con la algarabía de una fiesta que no necesita escenario, sino memoria viva.
“Juárez nos dejó el legado de ser estudiantes libres en cuanto a pensamientos e ideales. Defendamos ese legado y llevémoslo siempre en nuestro corazón”, dijo con voz emocionada Francisco López Arellano, estudiante ganador del Concurso Universitario de Oratoria, cuando el contingente llegó al Parque Juárez.
Ahí, frente a la estatua del Benemérito, se entonaron el Himno Universitario, el Himno Nacional y la eterna Porra Juchimán.
UN FUEGO QUE NO SE APAGA
El Gallo Universitario no es un desfile. Es una declaración. Es una serenata con antorchas, una alegoría de la identidad juchimán. No por nada la tradición inició en 1906, cuando se celebró el centenario del natalicio de Benito Juárez.
Aquella vez, la llamada Junta Liberal Democrática Tabasqueña organizó la primera procesión nocturna con antorchas, desde Plaza de Armas hasta el Jardín Juárez. Más de cien años después, esa llama sigue encendida.
Asistimos al Aniversario 119 del Gallo Universitario, de nuestra máxima casa de estudios, la @UJAT. Con gran alegría acompañamos a muchas y muchos jóvenes que desfilaron por las calles del centro de la ciudad. pic.twitter.com/BkC0FYZgwm
— JAVIER MAY (@TabascoJavier) March 21, 2025
El uso del término “Gallo” no es antojadizo. El Diccionario General de Americanismos lo define como serenata, algarada de estudiantes, paseo con antorchas. Justo eso es lo que cada año hace la comunidad UJAT: caminar, cantar, iluminar las calles en honor al hombre que luchó por la justicia y la soberanía de México.
En esta edición, por primera vez, las divisiones de Ciencias Económico Administrativas, Educación y Artes y Ciencias Sociales y Humanidades presentaron carros alegóricos con motivos de la flora, fauna y folklore tabasqueño. Los adornos coloridos y la música en vivo dieron al evento un toque de carnaval académico.
UN DESFILE DE REGIONES Y MEMORIAS
El Gallo no se limitó a la capital. En un gesto de unidad estatal, también se realizó de forma simultánea en los campus de Cunduacán, Comalcalco, Jalpa de Méndez y Tenosique, lo que transformó la marcha en una celebración regionalizada, que reafirma la presencia de la UJAT en el tejido social de Tabasco.
Allí, en esos municipios, también se cantó, se marchó con antorchas y se recordó a Juárez, no solo como el jurista que puso orden en el caos, sino como el símbolo de un país que busca educarse para ser libre. Porque, como decía el mismo Juárez, “la educación es la base del progreso”.
- Opinión | ¿Prohibir los Narcocorridos? El debate que enfrenta a gobiernos, cultura y violencia en México
- Repartieron plazas docentes sin reglas en Setab; destapan red de favoritismos en administración pasada
- Atractivos turísticos de Nacajuca Tabasco: Cultura, tradición y naturaleza
Las autoridades presentes en Villahermosa completaron el cuadro institucional: el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Carlos Efraín Reséndez; el presidente del Congreso local, Jorge Orlando Bracamonte; el general Miguel Ángel López Martínez y la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta.
UNIVERSIDAD DE PIE, HISTORIA VIVA
Lo que sorprende del Gallo Universitario no es su organización o su convocatoria, sino su capacidad de mantenerse vivo en un mundo que cambia rápido y olvida pronto. En un país donde los símbolos se desgastan, la antorcha juchimán sigue alumbrando la calle y el pensamiento.
Cada paso dado por los estudiantes es también una declaración de pertenencia, un acto de memoria colectiva. El evento concluyó con saldo blanco. Los universitarios se retiraron poco a poco, como si no quisieran que terminara. Porque saben que no solo asistieron a un homenaje, sino que fueron parte de una historia que camina.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Haz clic aquí