El gobernador Javier May Rodríguez realizó una gira por Comalcalco el 27 de mayo, entregando viviendas, techumbres escolares y supervisando obras de infraestructura con una inversión de 260 millones de pesos.

Comalcalco bajo el sol del bienestar: la gira de May, entre sueños cumplidos y obras que hablan

COMALCALCO.— El reloj del martes marcaba las siete con algo cuando la luz tibia del día empezaba a empujar las sombras del alba. Comalcalco despertaba no con gallos, sino con buldóceres, techos recién colocados, niños estrenando sombra, y madres apretando contra el pecho la llave de su nueva casa. Fue un martes con forma de promesa cumplida.

Y es que este 27 de mayo, el gobernador Javier May Rodríguez volvió a su tierra —la que lo vio partir con sueños de justicia social— no como visitante, sino como el hijo que regresa con las manos llenas.

Una intensa gira de trabajo, de esas que no sólo rinden cuentas, sino que dejan huellas concretas: viviendas, techumbres, calles rehabilitadas y un drenaje rescatado del olvido.

EL CORAZÓN EN LA RANCHERÍA

En León Zárate primera sección, las casas no se contaban por ladrillos, sino por ilusiones: veintiún nuevas viviendas entregadas bajo el programa “Construyendo Esperanza”, una inversión de más de 7 millones de pesos que comenzó a traducirse en suspiros de alivio.

Allí, en ese rincón entre la humedad y la esperanza, se cruzaron las miradas del gobernador con las de Cristina Córdova Brito, madre de familia que, visiblemente emocionada, agradeció algo más que un inmueble: “Gracias por pensar en nuestros hijos”, dijo.

“Queremos espacios dignos donde pueda desarrollarse la familia de manera integral”, soltó May, como si lo dijera desde el fondo de su propia historia. A su lado, el alcalde Ovidio Salvador Peralta Suárez asentía, sin esconder que la dupla con el gobernador ya dio frutos. 260 millones de pesos invertidos en el municipio para este 2025, sumados a otros 300 millones del Fondo de Infraestructura Social, hacen de esta sinergia algo más que diplomacia: es obra pública tangible.

UN TECHO PARA EL RECREO

Más adelante, en la colonia Vicente Guerrero, el Gobernador pisó suelo conocido. Allí vivió. Allí jugó. Y allí volvió a cumplir otra promesa: la techumbre del Jardín de Niños Vicente Guerrero, que ya cobija a 189 infantes y su equipo educativo.

Del antiguo techo de lámina —más herrumbre que protección— no quedaron más que los recuerdos. Ahora, dos estructuras de acero levantadas sobre 18 columnas custodian un espacio de 372 metros cuadrados, listos para resistir la canícula y los aguaceros de la región.

La maestra Antonia Rodríguez Sastré no escondió la emoción: “La palabra comprometida aquí está, hecha realidad hoy.” Y con ella, Karina Juárez, madre trabajadora, también soltó palabras que saben a verdad: “Gracias por hacer buen uso de los recursos, del pago de nuestros impuestos.”

VIVIENDAS CON DESTINO

En Comalcalco ya no se construyen solo paredes; se levantan futuros. El programa de vivienda estatal, parte de una meta de 20 mil casas en seis años, se articula con las acciones federales de la Conavi e Infonavit, para sumar un total de 70 mil nuevas viviendas en Tabasco. No es poca cosa: son más de 200 mil empleos directos e indirectos que se mueven al ritmo del cemento, del varillero, del plomero.

Las casas, explicó el Gobernador, se construyen en 58 metros cuadrados y se entregan en apenas un mes. Pero lo que no dijo, aunque todos entendieron, es que lo más importante no es el tiempo ni los metros: es el nombre en las escrituras. “A nombre de las jefas de familia”, recalcó, como quien cierra un círculo de justicia.

EN TECOLUTILLA: AGUA, DEPORTE Y FUTURO

En Ciudad Tecolutilla, donde el agua alguna vez trajo más pena que alivio, el gobernador supervisó la rehabilitación del cárcamo de bombeo, una inversión cercana a los 2 millones de pesos que implica más que tubos y válvulas: significa volver a respirar sin miedo a las lluvias. A ello se suman nuevos planes: calles con concreto hidráulico, la rehabilitación de la Unidad Deportiva y del estadio de béisbol.

No era la primera vez que el gobernador pensaba en ese estadio. Lo había intentado cuando fue alcalde por primera vez, pero entonces la oposición era una muralla infranqueable. Hoy, con el timón del estado en la mano, cumple otra deuda con el pasado.

ENTRE EL ASFALTO Y LOS SUEÑOS

Desde muy temprano, la calle J1 de la colonia Adolfo López Mateos también recibió su dosis de transformación. Más de 4 millones de pesos para pavimentación, drenaje, agua potable y banquetas. Un beneficio directo para más de 43 mil habitantes que ahora transitarán por una vía que ya no será testigo de lodazales ni inundaciones.

Este año ha sido bueno para la obra pública, porque el clima ha estado de nuestro lado”, comentó May Rodríguez. Pero lo cierto es que el clima no construye ni transforma. Lo hacen las decisiones, la voluntad y una hoja de ruta bien trazada. Y en Tabasco, al menos en estos primeros seis meses, el Gobierno del Pueblo ha puesto manos, pies y alma al trabajo.

UN GOBIERNO QUE CAMINA

El gobernador no dio discursos pomposos ni citas académicas. Caminó, se empolvó los zapatos, se mezcló entre la gente. Escuchó. Observó. Señaló pendientes. Se detuvo con los niños, saludó a los viejos, miró a los ojos a las mujeres que ahora tienen un hogar con nombre propio.

Comalcalco no fue escenario: fue testigo. Y en cada punto de esta gira, la frase que más se repitió fue la misma: “¡Misión cumplida!”.

Hay quienes creen que gobernar es despachar desde el escritorio. Pero hay otros —pocos, contados— que entienden que gobernar es caminar la tierra que se quiere transformar. Como lo hizo ayer May Rodríguez, con pasos que sonaban a concreto fresco, a drenaje rescatado, a recreos bajo la sombra y a niños sin lodo en los pies.

Y Comalcalco, su tierra, lo sabe: cuando el hijo vuelve con el corazón lleno y las manos aún más, no hace falta más que abrirle la puerta.

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