Tabasco ha atravesado una década marcada por el aumento sostenido de homicidios dolosos. Aunque en apariencia los sexenios de Arturo Núñez Jiménez (2013-2018) y Adán Augusto López Hernández-Carlos Manuel Merino Campos (2019-2024) estuvieron libres de recurrentes “olas violentas”, como las que se observan ahora en los primeros 48 días del gobierno de Javier May Rodríguez, las estadísticas cuentan una historia distinta.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los homicidios crecieron año tras año. En 2013, durante el inicio del gobierno de Núñez, Tabasco registró 196 asesinatos. Para septiembre de 2024, esa cifra había superado los 500 homicidios, consolidando una tendencia sostenida que refleja la incapacidad de las administraciones para frenar la violencia.
Este incremento pone en evidencia que, incluso sin actos vandálicos espectaculares como los recientes incendios de vehículos o ataques a negocios, la violencia estructural nunca ha cesado. Delitos como el cobro de piso, secuestros y extorsiones han persistido como una constante silenciosa, pero devastadora, en la vida diaria de los tabasqueños.
Ante este escenario, las recientes “olas de violencia” parecen ser, en parte, mensajes propagandísticos diseñados para desestabilizar al gobierno de May y para presionar a las autoridades a mantener un statu quo permisivo.
El sexenio de Arturo Núñez acumuló 1,533 homicidios, con un promedio diario de 0.83 asesinatos por día. En contraste, el periodo de Adán Augusto-Merino, a falta de dos meses para concluir, registra 2,494 asesinatos, un promedio de 1.17 homicidios diarios. El octubre de Javier May Rodríguez, con 50 homicidios, eleva el promedio mensual a 1.61 asesinatos por día, marcando un preocupante récord en el estado.
UN FIN DE SEMANA DE MENSAJES CLAROS
El pasado fin de semana, en el marco del puente del 20 de noviembre, Tabasco vivió actos de violencia que parecen más calculados que espontáneos. Los cuerpos de dos hombres aparecieron abandonados frente a la Secretaría de Finanzas, una ubicación que no puede leerse como casual.
Este acto simboliza un desafío directo al poder estatal, un intento de demostrar que la delincuencia puede operar en los puntos neurálgicos del gobierno.
Por otro lado, una camioneta fue incendiada junto al Oxxo del fraccionamiento Carrizal, el mismo lugar donde días antes otro negocio había sido reducido a cenizas. Estos ataques no solo siembran miedo, sino que también evidencian una estrategia para desestabilizar y debilitar la imagen de control que intenta proyectar el gobierno estatal.
PROPUESTAS PARA UN ESTADO AL LÍMITE
El gobierno de Javier May no solo enfrenta un aumento en los actos violentos, sino también una ciudadanía que exige resultados tangibles. Algunas propuestas que podrían marcar un cambio de rumbo incluyen:
- Acciones de inteligencia quirúrgica: Identificar y desarticular los nodos críticos del crimen organizado mediante operativos basados en inteligencia. Esto implica priorizar a los líderes y redes financieras detrás de los grupos delictivos.
- Fortalecimiento institucional: Depurar las fuerzas de seguridad, combatiendo la corrupción interna y garantizando que los cuerpos policiales actúen con total compromiso hacia la población.
- Coordinación con la federación: Asegurar una colaboración efectiva con la Guardia Nacional y las fuerzas armadas, pero bajo una estrategia específica para Tabasco, no replicando tácticas genéricas que han fracasado en otros estados.
- Transparencia y confianza ciudadana: Implementar un modelo de comunicación claro y directo que informe a la población sobre avances concretos y permita una participación activa en el combate al crimen.
EL CONFLICTO POLÍTICO DETRÁS DE LA VIOLENCIA
La violencia no opera en un vacío. Las tensiones internas dentro de Morena agravan el panorama. La relación entre Javier May y su antecesor, Adán Augusto López, no es sencilla. Mientras May señala fallas del pasado y prometer una ruptura con los pactos del crimen, López Hernández ha optado por el silencio, evitando un conflicto que podría desgastar al partido en su bastión.
La dirigencia nacional de Morena, liderada por Luisa María Alcalde, ha intentado mediar en este conflicto, pero los llamados a la unidad no han frenado las fisuras visibles. Por su parte, Andrés Manuel López Beltrán (‘Andy’) ha advertido que las divisiones internas son el mayor riesgo para Morena en Tabasco: “Nuestros errores pueden fortalecer a la oposición”, sentenció en un mitin reciente.
EL DESAFÍO DE JAVIER MAY
A pesar de las promesas de “cero impunidad”, Javier May enfrenta una realidad compleja. La violencia en Tabasco no es nueva, pero las recientes olas violentas añaden un elemento de presión política y social que no puede ignorarse.
Las estadísticas confirman que la inseguridad no es un problema reciente, sino un fenómeno sostenido que ha evolucionado bajo la mirada de varias administraciones.
La clave para May será transformar su discurso en acciones contundentes que no solo contengan los números, sino que demuestren a la ciudadanía que su gobierno tiene el control. El tiempo es limitado, y los tabasqueños no están dispuestos a esperar otra década para que la violencia deje de marcar la vida del estado.
UNA DÉCADA DE ESTADÍSTICAS QUE NO MIENTEN
Tabasco ha experimentado un crecimiento sostenido en los homicidios dolosos durante los últimos tres periodos gubernamentales:
Año | Homicidios Dolosos |
---|---|
2013 | 196 |
2014 | 214 |
2015 | 231 |
2016 | 278 |
2017 | 310 |
2018 | 335 |
2019 | 365 |
2020 | 412 |
2021 | 430 |
2022 | 455 |
2023 | 475 |
2024 (a septiembre) | 498 |
2024 (a octubre) | 548 |