El gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, ha iniciado su gestión con un mensaje claro: su administración está en marcha, con obra pública e inversión social como estandartes de lo que él mismo ha denominado el Gobierno del Pueblo.
La afirmación no es menor, y su ejecución marcará la pauta para determinar si su mandato logrará cumplir las expectativas depositadas en él.
UN ARRANQUE CON PESO POLÍTICO
Desde el inicio de su gobierno, May Rodríguez ha apostado por la cercanía con la ciudadanía. La 37ª Jornada de Atención al Pueblo en Territorio, celebrada en Cárdenas, es reflejo de ello.
Ahí, ante cientos de habitantes, el gobernador anunció la puesta en marcha de proyectos clave: la construcción del puente El Naranjeño y la carretera Las Azucenas. Dos obras que, más allá de su impacto local, funcionan como símbolos de una administración que busca diferenciarse por la ejecución efectiva y sin corrupción de la obra pública.
El propio gobernador ha enfatizado que el Gobierno del Pueblo ya arrancó, ya despegó con el inicio del programa de obra pública más ambicioso de la historia reciente y el arranque de todos los programas de bienestar en Tabasco, que en conjunto implicarán una inversión social de 12 mil millones de pesos sólo en 2025.
Con ello, May Rodríguez busca dar un golpe de autoridad en los primeros meses de su gestión, dejando claro que su administración no se quedará en discursos, sino que traducirá sus promesas en hechos.
A estas acciones se suma el anuncio de programas clave como Sembrando Vida, Crédito a la Palabra Ganadero, Pescando Vida y Tandas del Bienestar. La intención es clara: reactivar la economía del estado a través de una estrategia de bienestar y desarrollo económico focalizado en sectores históricamente rezagados.
UN IMPULSO PRESIDENCIAL EN PUERTA
El arranque del Gobierno del Pueblo recibirá este fin de semana un respaldo extra con la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien recorrerá Tabasco y Chiapas para inaugurar obras clave e impulsar programas sociales de alto impacto.
Entre los anuncios más esperados en territorio tabasqueño se encuentran el banderazo de la autopista Macuspana-Escárcega y la inauguración de la Planta Potabilizadora Carrizal II y el Acueducto Usumacinta en Villahermosa.
- Opinión | ¿Prohibir los Narcocorridos? El debate que enfrenta a gobiernos, cultura y violencia en México
- Repartieron plazas docentes sin reglas en Setab; destapan red de favoritismos en administración pasada
- Atractivos turísticos de Nacajuca Tabasco: Cultura, tradición y naturaleza
Estas infraestructuras no solo representan inversión y desarrollo, sino que refuerzan la narrativa de un gobierno enfocado en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Además, Sheinbaum encabezará la entrega del Programa de Vivienda para el Bienestar en Huimanguillo y supervisará el Centro de Acopio del Cacao en Tapijulapa, una señal clara de que la agenda presidencial está alineada con la estrategia de desarrollo regional impulsada por May Rodríguez.
Este espaldarazo no solo refuerza la relación entre ambos mandatarios, sino que aporta dinamismo a la gestión del gobernador tabasqueño en sus primeras semanas de trabajo.
GOBERNAR CON EL PRESUPUESTO EN LA MIRA
La insistencia de May Rodríguez en la transparencia y el buen uso de los recursos no es casualidad. “El presupuesto sí alcanza cuando se administra con honestidad”, sostuvo en su discurso en Cárdenas.
Este mensaje busca marcar un contraste con administraciones anteriores y, al mismo tiempo, consolidar su imagen como un líder que pone fin a las prácticas de corrupción.
Para reforzar esta postura, enfatizó el fin del diezmo a contratistas y proveedores—aquella práctica de corrupción que históricamente ha encarecido y entorpecido la obra pública en México.
La afirmación no solo representa una promesa de cambio, sino que también sienta las bases de una administración que será juzgada bajo el estándar de eficiencia financiera que el propio May ha planteado.
UN LIDERAZGO A PRUEBA DE EXPECTATIVAS
La afirmación de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien en días pasados aseguró que Javier May será el mejor gobernador de Tabasco, ha elevado el listón de expectativas sobre su gestión. Un elogio de ese calibre no es gratuito y tiene implicaciones que trascienden la retórica política.
Más allá de la intención de reforzar la figura del gobernador, la declaración implícitamente abre el debate sobre cómo se compara con figuras históricas que han gobernado la entidad.
Tabasco ha tenido mandatarios que marcaron época. Tomás Garrido Canabal, con su modelo radical de transformación social y política; Francisco J. Santamaría, de perfil más intelectual y reformador; Carlos A. Madrazo, el modernizador que desafió estructuras de poder; y Leandro Rovirosa Wade, constructor de la infraestructura clave que sostiene a Tabasco hasta hoy. La pregunta que subyace es si May logrará inscribirse en esa línea o si su gobierno se distinguirá bajo una lógica distinta.
Las comparaciones son inevitables, pero en el corto plazo la urgencia está en consolidar su propio sello. Para ello, la ejecución eficiente de las primeras obras y programas será determinante. En política, las expectativas pueden ser un arma de doble filo: si se cumplen, consolidan; si se frustran, erosionan.
EL DESAFÍO DE LA INSEGURIDAD
Más allá de la obra pública y los programas de bienestar, el gran desafío de May será la seguridad. Tabasco ha visto un incremento en la incidencia delictiva en los últimos años, y el éxito de su administración dependerá en gran medida de su capacidad para contener este problema.
Hasta ahora, su estrategia se ha basado en la coordinación con el gobierno federal y la continuidad de operativos en zonas críticas, pero el reto sigue latente.
La seguridad será el punto de inflexión: si no se atiende de manera efectiva, podría neutralizar cualquier avance en otros rubros. La historia reciente de Tabasco muestra que los gobiernos que no logran estabilizar este tema pierden rápidamente respaldo ciudadano.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Haz clic aquí