Conoce el análisis del Tren Dos Bocas–Estación Chontalpa, un proyecto de 10,200 mdp que promete detonar la economía de Tabasco y generar más de 60 mil empleos.

Arrancan los trabajos del Tren Dos Bocas–Estación Chontalpa y prometen detonar la economía de Tabasco

Las primeras horas de la mañana en Tabasco traen un aire renovado de promesas y cambios. En esta ocasión, el anuncio del gobernador Javier May Rodríguez sobre el inicio de los trabajos topográficos para construir el Tren Dos Bocas–Estación Chontalpa ha encendido reflectores nacionales y abierto interrogantes clave sobre la dinámica económica del estado.

Con una inversión de 10 mil 200 millones de pesos, el proyecto ambiciona conectar la Refinería Olmeca, en el municipio de Paraíso, con el corredor ferroviario que atravesará la entidad y enlazará con el Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

El plazo de construcción, estimado en dos años, nos lleva a pensar en un arranque de operaciones hacia finales de 2026. Para entonces, la visión es clara: detonar un polo de desarrollo que vaya más allá del petróleo y permita la diversificación económica en la región.

La noticia fue dada a conocer durante el banderazo para los trabajos de repavimentación asfáltica del tramo carretero Huimanguillo–Francisco Rueda, donde se invertirán 11 millones 169 mil pesos para rehabilitar 2.3 kilómetros.


PUNTOS CLAVE PARA EL DESARROLLO

Incentivos y Financiamiento: Necesarios para que productores locales cumplan estándares de exportación y accedan a nuevos mercados.

Empleos Potenciales: Más de 60 mil plazas permanentes, superando la cifra generada por la construcción de la refinería.

Diversificación Económica: Fomentar sectores de agroindustria, industria alimentaria y manufactura química para reducir la dependencia petrolera.

Inversión Privada: Oportunidad de detonar parques industriales, terminales de carga y centros de acopio.


Pero lo que más resonó fue la confirmación de que este tren comenzará formalmente sus obras en marzo, una vez concluido el proceso de liberación del derecho de vía y los últimos pagos de indemnización a comunidades y propietarios afectados.

El Vicealmirante Juan Carlos Vera Mijares, director del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, señaló en una reciente conferencia de prensa que solo se ha liberado hasta ahora el 39% del derecho de vía, calculando que se requerirán al menos seis meses más para solventar todo el proceso.

Aun con esos desafíos, la estimación oficial es que la fase de construcción tomará unos 18 meses, con un cierre proyectado para el último trimestre de 2026.

El Tren Dos Bocas–Estación Chontalpa no solo servirá como puente de transporte de mercancías y combustibles —interconectando la Refinería Olmeca con la infraestructura federal—, sino que también se perfila como un catalizador de oportunidades logísticas y productivas para la zona.

El gobernador Javier May ha subrayado en reiteradas ocasiones que este corredor ferroviario traerá consigo una derrama económica sin precedentes, estimulando la generación de más de 60 mil empleos permanentes en un lapso de seis años. Una cifra que supera los puestos de trabajo directos e indirectos creados por la propia refinería, evidenciando el alto potencial de la obra.

No obstante, el éxito de este proyecto exige algo más que la colocación de rieles y la fabricación de vagones. Requiere una sólida coordinación entre los ámbitos estatal y federal para garantizar que la infraestructura complementaria —desde el desarrollo urbano hasta el suministro energético y la seguridad— acompañe y sostenga al tren en su proceso de consolidación.

Aquí radica el principal reto: integrar la obra en el ecosistema productivo de Tabasco, para que el impacto trascienda a las grandes empresas energéticas y toque también a los productores locales, a la industria alimentaria, a la agroindustria y a quienes hasta ahora han dependido de la volatilidad de los precios del petróleo.

DEPENDENCIA PETROLERA Y NECESIDAD DE DIVERSIFICACIÓN

Desde hace décadas, Tabasco ha sostenido buena parte de su economía en la extracción y comercialización de hidrocarburos. Para tener una referencia cuantitativa, basta señalar que más del 90% de sus exportaciones provienen de la extracción federal de crudo y gas.

En 2022, las ventas totales rondaron los 11.3 miles de millones de dólares, cifra que, aunque considerable, bajó ligeramente a 11.1 en 2023. Este declive, si bien no es catastrófico, deja claro que la dependencia casi absoluta del petróleo hace a la entidad vulnerable a los vaivenes del mercado energético global.

La baja en las exportaciones totales y la inestabilidad del precio internacional del crudo colocan a la economía tabasqueña en una situación sensible. Con ingresos reducidos y un panorama incierto para los hidrocarburos, la búsqueda de nuevos pilares económicos no es solo un deseo; se convierte en una urgencia.

Bajo este escenario, la promesa del Tren Dos Bocas–Estación Chontalpa supone un paso firme hacia la diversificación económica, al abrir caminos para sectores que antes permanecían rezagados, como la manufactura química, la industria alimentaria y la agroindustria.

El funcionamiento de este tren, vinculado con el Tren Interoceánico, abre un corredor estratégico para la movilización de combustibles, insumos y mercancías no energéticas.

La conectividad que ofrecerá no se limita a facilitar el traslado de hidrocarburos; también se proyecta como una vía para abaratar costos de transporte a pequeños y medianos productores agrícolas, así como para acercar a inversores interesados en aprovechar el potencial de la zona.

Desde el cacao y los cítricos hasta la producción pesquera, diversos rubros podrían beneficiarse de un sistema logístico que, con escalas adecuadas, permita almacenar, distribuir y exportar mercancías de alto valor agregado.

PERSPECTIVA LOCAL: EL TERRENO DE LAS OPORTUNIDADES

En cafeterías de Villahermosa o en pláticas improvisadas entre productores, cada vez suena con más fuerza la idea de que el tren sea el eslabón que hacía falta para alentar la transformación de la matriz productiva de Tabasco.

Más allá del petróleo, se escucha el optimismo de aquellos que apuestan por la agricultura moderna, la industria del procesamiento de alimentos o la manufactura de derivados químicos.

La realidad, sin embargo, indica que aún queda un largo camino por recorrer. En términos de exportación de productos como plátano, cítricos o conservas, gran parte de los agricultores locales se enfrentan al obstáculo de volúmenes reducidos y a la carencia de certificaciones de calidad internacionales.

Esto encarece los costos y dificulta la competitividad. Es aquí donde el tren y las cooperativas de acopio podrían marcar la diferencia, al facilitar la logística y permitir la agrupación de grandes lotes destinados a mercados con exigencias muy altas.

La coordinación de los distintos niveles de gobierno es indispensable para impulsar incentivos y financiamientos que permitan a los productores locales dar el salto de la subsistencia a la exportación masiva.

Si el gobierno federal y estatal articulan bien los programas de apoyo, el tren no solo llevará hidrocarburos, sino también la esperanza de miles de pequeños empresarios y agricultores que buscan salir del círculo de la volatilidad petrolera.

LAS IMPLICACIONES A FUTURO

La construcción del Tren Dos Bocas–Estación Chontalpa está a la vuelta de la esquina. Aunque se prevé un periodo de 18 meses para que los trabajos concluyan, el inicio en marzo de este año es el primer paso para concretar un proyecto que podría marcar un antes y un después en la historia reciente de Tabasco.

Pensar en su puesta en marcha a finales de 2026 implica reflexionar desde ahora sobre la estrategia de desarrollo que se quiera seguir.

Si la línea férrea se integra con programas como Sembrando Vida, Pescando Vida o Crédito a la Palabra —que buscan impulsar la producción rural y pesquera—, la industria agroalimentaria podría aumentar sus niveles de exportación y generar un encadenamiento productivo con otros estados e incluso con países de Centroamérica.

De lograrse una consolidación de esta magnitud, la economía tabasqueña dejaría de concentrar la mayoría de sus ingresos en el petróleo, reduciendo así la exposición al riesgo que supone la fluctuación de los precios de los combustibles fósiles.

Mientras tanto, en la esfera política y gubernamental, queda la tarea de no descuidar la construcción de la infraestructura complementaria: carreteras, puertos secos, plantas de energía y redes de telecomunicación que respalden la operación del tren y sirvan de plataforma a la producción local.

📊 PRINCIPALES SECTORES PRODUCTIVOS BENEFICIADOS
Sector Potencial de Crecimiento Desafíos
Agroindustria Altos volúmenes de exportación posibles Certificaciones fitosanitarias y escalas de producción
Industria Alimentaria Mayor competitividad en costos logísticos Falta de financiamiento y capacitación
Manufactura Química Aprovechamiento de derivados del petróleo Regulaciones ambientales y costos de materia prima
Pesca y Acuicultura Uso eficiente de cadenas de frío y transporte rápido Mercado limitado por barreras comerciales

Uno de los objetivos principales es que el proyecto no se convierta en un “tren fantasma” o en una obra aislada, sino en un verdadero motor de crecimiento económico y social.

DEL PETRÓLEO AL RIEL: EL GRAN SALTO

Pese a la racha de dependencia petrolera que arrastra Tabasco, la idea de un ferrocarril que conecte la Refinería Olmeca y el corredor interoceánico suena cada vez más atractiva y, por primera vez, con visos de realidad.

El gobernador Javier May Rodríguez y su equipo han prometido que la inversión de 10 mil 200 millones de pesos se traducirá en obras de calidad y oportunidades de empleo. Además, confían en que la coordinación entre el estado y la federación logre solventar a tiempo la liberación del 61% restante del derecho de vía.

La presión sobre los tomadores de decisiones aumenta, pues en estos dos próximos años no solo se construyen rieles, sino que se sientan las bases de la economía tabasqueña para las próximas décadas. El reto de compatibilizar un proyecto de tal envergadura con la aspiración de incorporar al sector primario es, en esencia, un reto de voluntad política y de visión estratégica.

Si algo ha dejado claro la ligera caída en las exportaciones totales —de 11.3 miles de millones de dólares en 2022 a 11.1 en 2023— es que Tabasco no puede ni debe confiar eternamente en la extracción de crudo como la única fuente de su riqueza.

El Tren Dos Bocas–Estación Chontalpa representa, entonces, un test para la capacidad de reinvención del estado, una oportunidad para ampliar la base productiva y, de paso, apuntalar un desarrollo más sustentable.

Al final del día, el verdadero desafío radica en convertir este proyecto en un catalizador de prosperidad para todos los sectores de la población, no únicamente para el energético. Si se logra capitalizar su potencial, en unos años estaremos hablando de un Tabasco que encontró en el ferrocarril un antídoto contra la volatilidad petrolera, un generador de empleos y un puente hacia una economía más equilibrada.

Si no, será otro intento fallido por diversificar la región. Entre optimismo y escepticismo, el reloj corre y la fecha de inauguración se acerca. Cada decisión cuenta para alcanzar la meta en 2026 y consolidar así la tan anhelada transformación de este rincón del sureste mexicano.

📅 CRONOLOGÍA DE UN PROYECTO AMBICIOSO
Evento Descripción
Anuncio Oficial Gobernador Javier May Rodríguez confirma la inversión de 10,200 mdp y un periodo de construcción de dos años.
Liberación de Derecho de Vía Avance de apenas 39%, con un pronóstico de seis meses para completar la liberación total.
Inicio de Obras Topográficas Arranque programado para marzo, tras concluir los pagos de indemnizaciones.
Construcción y Plazos Fase de obra estimada en 18 meses; terminación hacia el último trimestre de 2026.
Operación del Tren Se espera enlazarlo con el Tren Interoceánico y la Refinería Olmeca, generando 60 mil empleos en seis años.

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