En la imagen, gobernadores en el Informe; en círculo, Tabasco: Javier May.

Tabasco en el informe presidencial: paz, tren y agua como claves de un trato renovado

CDMX.— “En Tabasco, del 48 por ciento.”
Con esa frase, sin adjetivos ni arengas, la presidenta Claudia Sheinbaum colocó al estado entre los siete territorios del país con mayor reducción del homicidio doloso en los primeros 11 meses de su gobierno.

La frase —lanzada en voz neutra pero cargada de peso— tuvo más fuerza que cualquier cifra inflada de discursos anteriores. Porque fue pronunciada desde Palacio Nacional, en cadena nacional, y dentro del bloque de seguridad que la mandataria quiso presentar como logro estructural, no coyuntural.

“En Zacatecas es del 75 por ciento, en Guanajuato del 60 por ciento, en Estado de México del 45 por ciento… y en Tabasco del 48 por ciento”, enlistó Sheinbaum. Y en ese corte enumerativo, el estado sureño —que hasta hace poco encabezaba la percepción de inseguridad urbana— apareció como caso ejemplar.

UNA VICTORIA COMPARTIDA

El dato no es aislado. Y su inclusión en el informe no es casual. Tabasco, hasta hace un año, estaba ahogado en crisis institucional, con una Secretaría de Seguridad Pública infiltrada por el crimen y un ex secretario prófugo. Hoy, según cifras oficiales, el homicidio doloso bajó casi a la mitad.

Ese giro no puede explicarse sin la intervención del Ejército, el control de inteligencia federal, y el cambio de timón político que implicó la llegada de Javier May al gobierno estatal, quien estuvo presente durante el informe.

Sin decirlo con todas sus letras, el discurso presidencial le otorga al mandatario tabasqueño una parte del mérito: contención territorial, desactivación de estructuras locales, y sobre todo, coordinación absoluta con el gobierno federal.

El gobernador tabasqueño compartió desde sus redes sociales fotografías del Primer Informe de Gobierno, con el siguiente texto: “Acompañamos a la Presidenta @Claudiashein, durante su #Pr1merInforme de Gobierno, en Palacio Nacional. Acciones concretas con las que se está transformando la vida de millones de mexicanas y mexicanos a través de programas que buscan el bienestar social de las familias”.

TABASCO EN VÍA ESTRATÉGICA

El segundo momento en que la presidenta menciona al estado es igual de preciso. En el apartado de infraestructura, declara:
“También avanzamos en el Tren Interoceánico, en los tramos: Oaxaca–Chiapas y Roberto Ayala–Paraíso, Tabasco.”

Ese tramo —construido por la Secretaría de Marina— es la conexión física entre la plataforma energética de Dos Bocas y el Corredor Interoceánico. No es una línea más en el mapa ferroviario. Es el eslabón que transforma a Tabasco en nodo logístico, portuario e industrial del sur-sureste mexicano.

La mención no habla de empleos ni de inversiones directas, pero lo implica todo: el tramo tabasqueño del tren no es un proyecto más, sino el vértice donde confluyen energía, Marina, infraestructura y soberanía.

AGUA EN VOZ BAJA, PERO PRESENTE

La tercera mención a Tabasco fue breve, casi de paso, pero carga un simbolismo profundo en una tierra marcada por las aguas altas:
“Obras de protección en Tabasco”, dijo la presidenta al enumerar los 20 grandes proyectos nacionales en materia de agua potable, saneamiento y contención.

No detalló montos ni ubicaciones. Pero al incluir al estado en ese grupo —junto con presas, acueductos y desaladoras— Sheinbaum coloca a Tabasco como territorio prioritario en política hídrica nacional.

PRESENCIA BAJA, IMPACTO ALTO

Tres menciones, sí. Pero cada una en un eje de Estado: seguridad, logística nacional e infraestructura hídrica.
A diferencia de otros informes, donde las menciones se dispersaban en programas menores o promesas recicladas, este se concentró en sellos estructurales del nuevo gobierno.

Que Tabasco haya aparecido en esos tres bloques es una afirmación —no una omisión—. En 2025, el estado no pide atención: la recibe donde importa.
Y si la reducción del homicidio es lo que parece —una tendencia real, no una curva manipulada—, entonces el gobierno de Javier May puede asumir, sin estridencia, que el primer reconocimiento federal ha llegado… sin tener que pedirlo.

EL SUBTEXTO: CACAO, PUERTO Y ENERGÍA

Más allá de las menciones explícitas, Tabasco también estuvo presente en los silencios del informe.

Cuando Sheinbaum habló de los pequeños productores de maíz, frijol, cacao y miel incluidos en el programa Chocolate y Café del Bienestar, el cacao tabasqueño resonó por sí solo.
Cuando aludió a los puertos del Corredor Interoceánico y nombró a Dos Bocas, la refinería operando al 100% pareció dar un golpe en la mesa.

Y cuando detalló el nuevo Plan Estratégico de Pemex y los 90 mil millones de inversión de la CFE en 2025, la plataforma energética de Tabasco estuvo en la escena sin que fuera necesario nombrarla.

UNA NUEVA FORMA DE ESTAR PRESENTES

Tabasco no necesitó diez menciones para estar en el centro.
Estuvo en la narrativa de la paz, en la vía férrea de la transformación logística, y en las aguas contenidas de la resiliencia climática.

Estuvo también en los datos no dichos: cacao, petróleo, bienestar rural.
Y sobre todo, en el tono: no como receptor de favores, sino como actor de resultados.

Porque en política —lo sabe Sheinbaum, lo sabe Delgado— no siempre se habla más de quien más importa, sino de quien más cuenta.

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