El Tabasqueño | Resignados al miedo | por Héctor I. Tapia

Tenía seis años cuando llegué a vivir a la calle 2 de Abril, en el centro de la ciudad. Los abuelos habían construido una casapara la familia, y recuerdo las primeras tardes en mi nuevo hogar: las banquetes llenas de niños que jugaban como si estuvieran en recreo.  «¡Hey, pelón, vente a jugar!», me gritaron aquellos niños que, años después, se volverían mis mejores amigos. Me sonrojé, no me gustaba que me llamaran así, pero mi padre insistía en que el cabello en extremo rizado … Sigue leyendo El Tabasqueño | Resignados al miedo | por Héctor I. Tapia